Conocí a Sirius Black, cuánto tenía 12 años, el primer día de clases, bueno lo ví... Aunque me senté bastante lejos de el, cuando entro en mi campo de visión simplemente no puede dejarlo, estaba recostado sobre el pupitre, uno de sus brazos doblado...
Antonie deberíamos hablar de lo que pasa- dije siguiéndolo por la calle.
- ¿De que hay que hablar? ¿De que no dejas de mirar a otros mientras estás conmigo?
- Yo nunca miro a nadie, mientras estoy contigo- dije.
- ¡Deja de mentir!- me grito para luego intentar alejarse se mi.
- ¿Por que siempre estás intentando hacerme daño?- dije cansado.
- ¡¿Yo te estoy haciendo daño?! ¡Tu me dañas todo el tiempo y sigo contigo!
- ¿Como? ¿Antonie como lo hago? ¡Siempre estoy esforzándome demasiado!
El se acercó enojado y me empujó.
- No nunca haces suficiente ¡mira como me pones! ¡Yo nunca estaba así cuando no estaba conmigo!- luego de aquello se fue, solo lo deje irse sintiendo me terrible.
Es mi culpa- pensé- ¡soy un novio tan malo! Mal hijo, mal novio, seguro hasta mal hermano.
Era la primera vez que me quebraba así.
Volví a casa y decidí quedarme en cama todo el día, estaba agotado tras la discusión.
Cómo al medio día recibí un mensaje de el: "ven a la fiesta en mi casa, hay que hablar".
Aquello me hizo sentir ansioso, solo quería que llegara la hora de ir.
Desde que dieron las siete prácticamente corrí a su casa, el me estaba esperando y me llevo directo a su habitación.
- ¿Ya vas dejarme?- sabía que una parte de mí quería que todo acabará.
- No, Sirius- me dijo, sabía lo que seguía después- lo lamento mucho, lo que pasa no es tu culpa.
Asentí.
<< ¿Estamos bien?>>
- Si- contesté.
El sonrió.
- Por que no tenemos... Ya sabes- tocó mi pierna- sexo de reconciliación.
- Antonie, la verdad no quiero.
- Vamos- beso mi cuello- no seas así Sirius.
- Antonie, no quiero de verdad- lo aleje de mi e intenté irme.
El me tomó de la muñeca.
- ¿Por que tienes que ponermelas tan difícil?
El me empujó hacía la cama y cuando caí se colocó sobre mí.
- Antonie, no quiero- dije empujándolo, pero el sujeto mis muñecas.
- Shhhh te gustará, siempre te ha gustado.
Luego de eso me paralice, deje que hiciese lo que el quisiera con mi cuerpo, cuando terminó estaba tan confundido.
Mi novio me abuso de mí, mi novio.
Era tan irreal.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
