Yuqi estaba nerviosa, pues no sabía muy bien maquillarse ni era una experta en modas. Estaba feliz de haber comprado aquel vestido y se sentía cómoda con el mismo sobre su cuerpo, pero su cabello era la principal inseguridad que la atacaba.
Faltaba una hora para que la cita diera inicio y llevaba ya media hora frente al espejo, pensando en que podía hacer para su cita esa tarde.
Miraba su cabello, lo mantenía suelto sobre sus hombros, el color oscuro del mismo resaltaba del rojo brillante de la tela del vestido, así como sobre su piel blanca. Pensaba en que debía hacer algo más elaborado y tuvo una idea fugaz que podría ser la respuesta a todas sus inquietudes.
Tomó de uno de los cajones un par de palillos para el cabello, esos que guardaba para recoger su cabello y tenían patrones lindos y flores con demás acabados, recogió su cabello en un moño, colocando los palillos como soportes para mantenerse allí sostenido. Creía que aquello era un estilo bastante tradicional de su país, pero resultaba en un toque lindo, además de los demás detalles en su vestimenta.
No tenía accesorios que usar más allá de un anillo que conservaba desde que vivía en China, ese anillo que le regaló una de las maestras que la acompañó durante toda la secundaria. Se lo dio el día de su graduación y fue el único regalo que había recibido, siendo un anillo con una piedra de color rojo en el medio, bastante conveniente con el vestido que había decidido comprar.
No pensaba en maquillarse, pues poco maquillaje tenía y tampoco sabía usarlo del todo, no se arriesgaría a cometer algún error y menos, cuando quedaba tan poco tiempo para su cita.
Llegó la hora pautada y salió a la sala, encontrándose con la coreana lista y a la expectativa de la china. Soyeon, impresionada con el porte elegante del que Yuqi podía rebosar sin querer hacerlo a propósito, no pudo evitar sentirse embelesada por la belleza de la mujer delante de ella.
Se acercó a ella, aún impresionada por lo que estaba viendo. —Yuqi... estás hermosa. — comentó con entusiasmo, tomando sus dos manos con las de ella y mirándola a la cara. —No conocía este vestido, ¿Es nuevo?
—Lo compré especialmente para esta cita. — afirmó con orgullo, lo cual terminó por robarle una sonrisa a Soyeon.
La coreana se sentía orgullosa de ello, pues Yuqi se había tomado tan en serio la cita, que incluso fue capaz de comprar un vestido exclusivo para ese momento.
—Bien, si estás preparada, podemos salir, ¿Estás lista? — preguntó con ánimos Soyeon, a lo que Yuqi asintió tímidamente.
Caminaron hasta el auto, Soyeon se adelantó para abrirle la puerta del pasajero y después de ello, subió al asiento del piloto para conducir a su próximo destino.
—No soy experta en citas. — admitió la coreana mientras comenzaba a conducir. —Será algo sencillo, quisiera que fuera más elaborado, pero... No tengo muchas ideas para citas, si soy sincera.
—No tiene que ser nada elaborado para ser lindo. — sonrió en respuesta.
Soyeon carcajeó. —A veces creo que nada puede disgustarte. — exclamó con burla.
—Solo no soy exigente. — admitió con orgullo. —Y si proviene de ti, cualquier cosa está bien. — agregó, miraba al frente del camino, parecía lo suficientemente avergonzada como para ver a la chica de su lado.
Soyeon solo pudo reír en respuesta.
Luego de unos minutos, llegaron al restaurante que la coreana había mencionado. Era un lugar mucho más grande a diferencia de la primera vez que habían salido a comer, así como era mucho más elegante.
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𝑪𝒂𝒇é𝒔 𝑪𝒐𝒍𝒈𝒂𝒅𝒐𝒔 » 𝘠𝘜𝘠𝘌𝘖𝘕
FanfictionJeon Soyeon servía el café del desayuno de sus clientes con una sonrisa. Song Yuqi, solo buscaba sin rumbo cuál era su destino, incluso cuando la vida se le escurría de las manos. Lo que ninguna de las dos sabía, es que un café caliente en una maña...