●Cap 26●

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Narrado por Andy

Regresamos a casa de la cena, me sentía muy aturdida y cansada, me dolía la cabeza y sentía una gran desesperación, entré a mi habitación y me metí a la tina para relajarme un poco, estaba meditando, cerré mis ojos y empecé a recordar al hombre de mis sueños, que a la vez era el tipo que ocupaba la mayor parte de mis recuerdos, esos ojos negros y ese cabello rizado, y ese hombre del restaurante, que con tanta familiaridad me llamó por mi nombre, eran tan parecidos, aunque este tipo era más delgado y tenía un corte de cabello diferente... Sus ojos eran idénticos... Tenía miles de inquietudes en mi cabeza, que decidí dejar de lado, para relajarme y no sobrepasar demasiado.

A la mañana siguiente me desperté y sorpresivamente mi marido seguía en la cama, intenté seguir fingiendo que seguía durmiendo pero él me habló.

-Andrea, amor, ¿Cómo amaneciste? Preguntó de forma cariñosa.

-Darío, buenos días. Contesté intentando ser educada.

-Me quise quedar un rato más aquí en la casa, para que desayunemos juntos mi vida. Me dijo tocándome la mejilla.

-Que bien. Respondí sin ninguna emoción, pues no me apetecía pasar tiempo con él.

Me tomó de la cintura y me jaló hacia él, me besó y empezó a bajar dejando besos por mi cuello, era la misma rutina de siempre, él intentaba tener sexo conmigo y yo en algún momento no podía seguir fingiendo y lo detenía, sus besos me causaban náuseas y en lugar de tener ganas de intimar con mi marido, sentía repudio, tanto que en estos meses nisiquiera habíamos consumado nuestro matrimonio.

-Mmmm Andrea, amor, eres tan hermosa. Dijo levantando mi pijama hasta mis senos.

Comenzó a dejar besos en todo mi abdomen y me tomó de las caderas, intentando bajar mi pants, aquí ya no pude resistirme más y paré su milesimo intento por hacerme suya.

-Darío, no, no me siento bien, tengo que ir al baño. Detuvé sus acciones y me fuí a bañar.

Cuándo terminé de ducharme me vestí y salí al comedor, la puerta de su despacho estaba abierta y pude escuchar que hablaba con alguien, me pegué a la pared y pude saber lo que hablaban.

-Si hermosa, yo también tengo muchas ganas de verte, quiero tenerte entre mis brazos y hacerte mía, como me gustaría estar en México contigo.

-Darío tienes que regresar pronto, el bastardo ese se desapareció, nunca más regresó, ya es seguro que la estúpida de Andrea este en México.

-Calma mi reina, verás que pronto regresaremos a México y vamos a poder estar juntos, y si, ya conviene regresar, el maldito está aquí en Francia no sé con qué intenciones.

-¿Qué? ¿Cómo qué está allá? ¿Fue a buscarla?

-No, no creo, aunque anoche se vieron en un restaurante, pero pude evitar que hablaran.

-¿Cómo que en un restaurante?

-Si, salimos a cenar y ahí se vieron, pero el tipo estaba acompañado.

-Darío, me prometiste que no saldrías con ella o harían cosas románticas juntos, ¿Fallaste tú promesa?

-No Antonella ¿Cómo se te ocurre hermosa? Pero tenemos que seguir con el show y tengo que fingir que la amo, aunque sinceramente no sé cuánto tiempo voy a aguantar sus desplantes y que no me quiera cumplir como mujer.

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⏰ Última actualización: Jul 23 ⏰

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