●Cap 10●

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De compras juntos

Pasamos al departamento y lucía vacío, con muy pocos muebles y sin ese toque a hogar.

-¡Bienvenido a casa! Me dijo Andy extendiendo sus brazos.

-Gracias shula, pero este departamento esta algo lejos de parecer una casa. Le dije intentando sonar amable sin ganas de ofenderla.

-Si, lo se, hacen falta muchos muebles, pero en la marcha los iremos comprando amor.  Contestó con optimismo.

-Tienes razón amor. Le dije dedicándole una sonrisa.

Andy se ofreció a mostrarme el lugar y en verdad no había ningún problema por mi, el departamento estaba lo suficientemente alejado de los reflectores y no era lujoso ni ostentoso como lo llegué a pensar y me alegraba ver que a mi novia no le importaba si era un depa lujoso o no.

Metí mi maleta a la habitación y al igual que Andy comenzamos a desempacar, ya que ella tampoco lo había hecho entre que hacer trámites de la universidad o acomodar la mudanza.

-Pero yo me quedo con los cajones y está área. Pidió mi shula.

-Sin pedos Andy, yo solo ocupo un rinconcillo. Le dije despreocupado.

Terminamos de desempacar y nos hechamos a la cama, habíamos terminado exhaustos y yo solo quería descansar un par de horas. Nos quedamos dormidos y al despertar miré que nos había caído la noche, me quedé apreciando una vez más a Andy, me encantaba verla dormir, poder sentir su respiración tan cerca de mí, me daba mil vidas más.
Ella también despertó y decidimos ir a buscar algo de cenar.
Bajamos al estacionamiento y ahí estaba mi roll royce cullinan negro, le abrí la puerta de copiloto a Andy y llegamos a una pizzeria, regresamos a casa con nuestra pizza hawaiana y cenamos tirados en la alfombra de la sala.

-Andy, creo que necesitamos hacer super y ya sabes comprar platos y eso. Le dije al terminar de cenar.

-Si amor, lo podemos hacer mañana cuando salga de la universidad. Me sugirió.

-Me parece perfecto preciosa.  Le contesté.

Recogimos nuestra basura y Andy quiso meterse a bañar, yo le dije que haría unas llamadas y me quedé en la sala. Me comuniqué con mi mamá para decirle que estaba bien y que no se preocupara por mi, también aproveché para llamarle a mi gente de seguridad y darle instrucciones, ya que por este tiempo que viva con Andy no necesitaré de sus servicios.

Escuché un grito de Andy y un golpe, fuí directo al baño y abrí la puerta de cristal, ahí estaba mi novia, tirada en la regadera porque se resbaló.

-Amor, ¿Qué te pasó? Pregunté.

-Me resbalé y ahora no me puedo levantar.  Me dijo haciendo puchero.

Me quité los zapatos y la ropa para entrar por ella. La iba a sacar del baño, pero ella se opuso.

-Junior, es que estoy toda enjabonda, ayúdame a enjuagarme, por favor. Me pidió con sus ojitos llorosos.

Abrí la regadera y le pedí que enrollara sus piernas sobre mi cintura, para que no apoyara su pie en el piso, los dos nos empezamos a mojar y Andy me besó dandome las gracias.

Su besó fue suficiente para calentarme, la atraje más hacia mí para que sintiera mi bulto crecer sobre el calzón. A lo que ella respondió con un gemido, dandome autorización. Besé su cuello y bajé a sus senos, los cuales ya estaba erectos por las gotas de agua de la regadera, mientras chupaba sus pezones masajeaba sus nalgas con mis manos y ella bajó mi calzón hasta mis pies. Puse mis ojos sobre mi pene y estaba completamente erecto, abrí con mi mano la vagina de Andy y metí mi miembro hasta el fondo. En cuanto Andy se acostumbró a tenerme dentro, empecé a subirla y bajarla, teniéndola recargada sobre la pared.

-Ahhh, Junior, asiii. Me decía mientras arañaba mi espalda.

-Andy, que estrecha estás mi amor. Le dije al sentir sus contracciones.

Segundos después levanté mi vista para gozar de su cara de vicio, pues se había venido y ahora sus fluidos se habían mezclado con el agua. La sentí un poco cansada así que la cambié de posición, la pegué al vidrio que dividía el baño de la regadera y otra vez metí mi pene en su vagina, pero ahora por detrás, tomé sus pechos a mi antojo y la empecé a hacer mía de nuevo.

-Andy, que ricos pechos tienes, me encanta tocarlos. Le dije mordiendo su oreja.

-Ahhh. Fue lo único que pudo contestar.

Me vine dentro de ella y nos quedamos unos minutos así. Mientras recuperabamos la respiración. La ayudé a enredarse una toalla y la dejé sobre la cama. Mientras yo me bañaba, al salir, la encontré hecha bolita y dormida...




♡♡...

Narrado por Andrea.

Por la mañana sonó mi alarma. Me sentí confundida al sentirme sin ropa y una mano que me abrazaba por la cintura, luego recordé lo que pasó anoche en el baño y todo cobro sentido, se dibujo una sonrisa en mi rostro y Junior también había despertado.

-Buenos días shula, ¿Cómo amaneciste? Preguntó dejando besos por mi cuello.

-Bien amor, amaneci muyyyy bieeeennn. Le dije con algo de picardía.

Al intentar caminar aún sentía mi pie con un leve dolor, así que Junior se ofreció a llevarme a la universidad.

Cuando llegamos nos estacionamos y rápidamente la camioneta empezó a llamar la atención, pues era completamente negra y con vidrios polarizados.
Como pude llegué a mi salón de clases y todo era nuevo para mí, me tomó un par de minutos meterme en mi papel de estudiante y hablar todo el tiempo en inglés. Cuando se llegó el receso me quedé sola en mi lugar, pues no conocía a nadie. Afortunadamente también llegó de intercambio un chico y empezamos a charlar un poco. A la salida David me acompañó a esperar por Junior. Me despedí de él y al entrar a la camioneta mi novio estaba algo molesto y por más que intenté hacerlo entrar en razón y asegurarle que sólo era un compañero, me ignoró todo el camino.

En lugar de llegar a nuestro departamento, entramos al estacionamiento de una plaza comercial, cuando Junior bajó de la camioneta,  abrió mi puerta y me sacó cargaba como toda una princesa y al dejarme en el suelo me besó cómo si no existiera otra vida.

-Perdóname amor, a veces me ciegan los celos. Me dijo cuando nos separamos.

-Descuida amor, yo te amo solo a ti, sería incapaz de fijarme en alguien más.

Entramos a la tienda y tomamos nuestro carrito para hacer el super, entre risas y bromas por mi pésima experiencia comprando comida y su habilidad de Junior para encontrar todo lo que necesitábamos logramos acabar justo a tiempo para ir a comer, más tarde pasamos a comprar algunos electrodomésticos para el depa y finalmente a descansar a casa.

-Amor, no puedo creer que no sepas la diferencia entre el apio y el cilantro Andy. Reclamó Junior en broma.

-Perdón amor, no sé que sería de mí sin tu compañía en estos momentos.

-No pienso dejarte nunca mi vida... contestó él.

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