Un sueño posible

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Una vez llegué a la sala me estaban esperando los doctores, para hacerme las pruebas médicas antes de la carrera. Las pruebas salieron muy bien, porque solo tenía un poco de estrés, pero me dijeron que era normal con tanta expectativa que la gente ponía hacia mi sobre mi nivel, Nada especial la verdad.

Después de tantas pruebas que no sirven para nada, me dejaron ir a prepararme:

-Lo tienes todo preparado en el vestuario, ves a cambiarte- me dijo Mario desde lejos

-De acuerdo- le respondí rápido. Me cambié y me fui al garaje donde estaba preparado el mejor coche de la F2 para muchos, el carricoche, así es como llamaba a mi coche. Me subí al monoplaza y Maro me dio el casco y el volante, antes de empezar repasamos un poco lo más básico del circuito y porfín salí a pista.

Antes de empezar la carrera dimos una vuelta de formación y nos colocamos en nuestra posición, yo salía 6º, y Marcos 1º la verdad que él había tenido bastante suerte en la clasificación, pero yo no me iba a rendir.

La carrera iba a empezar y yo ya estaba en el monoplaza preparado para la salida, Mario estaba intentando animarme y mentalizarme, pero yo ya lo estaba. Me avisaron por radio interna que la carrera empezaba en 1 minuto, y entonces sentí como un escalofrío, me subía de los pies a la cabeza mientras pensaba, esta va por ti hermano.

Normalmente, cuando entraba en el coche me sentía poderoso porque la gente me animaba y me decía cosas que me ayudaban a seguir conduciendo.

La carrera estaba a punto de empezar, el primer semáforo se encendió, el segundo, el tercero, el cuarto...

Todos los semáforos se pusieron en verde y mi salida no fue la mejor, veía como el piloto de detrás poco a poco se iba acercando más a mí. Intente acelerar el coche y llevarlo al límite y al final conseguí despegarme de él e ir a por el 5º puesto.

Tras dos vueltas, conseguí pasar al 5º piloto y arrebatarle el puesto, Mario me decía que el coche iba a mejorar durante la carrera y que tuviera paciencia. Cada vez estaba más cerca del 4º puesto y notaba como el piloto de delante se ponía nervioso y cometía fallos, y yo seguía apretando.

- Sigue así- repitió Mario eufórico.

Al fin conseguía pasar al 4º piloto, y tuve la suerte de que el 3º también estaba muy cerca.

Intente pasarle en la recta de meta, pero mi intento fue en vano,

lo volví a intentar en la siguiente curva y conseguí pasarle. Pero los otros dos pilotos estaban muy lejos de mí, pero yo no me iba a rendir.

Lo tenía que lograr por mí, por Mario y sobre todo por mi hermano...

A partir de la vuelta 20 empecé a notar que los neumáticos patinaba un poco, pero no le di importancia. Seguí mi carrera, asta que Mario me aviso que el neumático trasero estaba a punto de pinchar, así que entre a boxes a cambiar el neumático. Entrar a boxes significa perder muchas posiciones, ya que mientras tú estás parado los otros pilotos siguen con la carrera.

Pero eso no me importaba porque sabía que lo iba a lograr. Salí de boxes en 10 posición, pero rápidamente me puse en 5ª posición con el 4º piloto muy cerca

-¡Sigue así Jose lo estás haciendo genial!- Me dijo Mario aumentándome la autoestima

Entonces empecé a acelerar como nunca y noté como mi cuerpo se fusionaba con el coche y mis manos con el volante.

Adelanté al 4º, al 3º y me quedé muy cerca del 2º puesto que era el de Marcos, el cual me intento frenar para luego acelerar y dejarme atrás,

lo intento varias veces asta que lo consiguió y me dejo atrás. En ese momento sentí como que algo dejo de creer y pensar que lo iba a lograr.

Pero mi corazón era más fuerte que ese sentimiento y conseguí pasar a Marcos, pero en la siguiente curva me consiguió adelantar y Mario me motivó para conseguirlo. En ese momento Sentí como alguien me tocaba la mano y me acariciaba el braco, pensé que era una alucinación producida por los nervios, pero de repente me hablo y me dijo

-Tú puedes, no me necesitas para ganar, lo tienes todo, pero solo te falta creer, creer de verdad...

Tras esa aparición conseguí concentrarme en la carrera y volví a adelantar a Marcos, me mantenía delante de él una vuelta y otra y otra. Asta que llegue a las últimas diez vueltas, Marcos ya había amenazado más de una vez con sacarme de la pista, pero conseguí evitarlo, Mario me daba consejos durante toda la carrera, los cuales eran muy útiles como solo utilizar la batería del coche cuando Marcos me estaba atacando, no en recta cuando estaba lejos de él.

Quedaban solo cinco vueltas para acabar la carrera, pero Marcos no paraba ni iba a parar de intentar adelantarme, así que decidí llevar el coche al límite. Mario me aconsejo que era mejor asegurar y no estrellar el coche, pero yo solo quería acabar la carrera y cumplir mi sueño. Así que no le hice caso, marcos seguía intentando sacarme del circuito, pero mi fuerza de voluntad lo impedía.

Hasta que Marcos consiguió lo que quería, me chocó en la parte de atrás del coche en la entrada de una curva, lo cual me desvío e hizo que impactara con el coche en el muro

-Tu tranquilo Jose, sal del coche y espera a que lleguen los comisarios- Me dijo Mario dándome órdenes

En el momento del impacto volví a sentir esa presencia a mi alrededor-Tranquilo, lo Importante es que lo has intentado y por poco lo logras- me dijo una voz que me resulto familiar.

Cuando llegue a boxes me senté y me quede inmóvil con la mirada perdida, sintiendo como algo se apagaba dentro de mí como si fuera una pequeña barca en un tsunami. 

Dentro de mí sentía como si le hubiera fallado a mi hermano, como si hubiera fracasado en el plan que teníamos de pequeños, el de triunfar juntos y disfrutar con nuestros seres queridos, pero me tuve que conformar con la frustración de haberse quedado en la mitad del camino

- Estoy contigo para lo que necesites, eres muy joven y tienes mucha vida por delante y seguro que tendrás muchas más oportunidades de conseguir tu objetivo- dijo Mario intentando consolarme.

- O no y si no tengo más oportunidades - dije frustrado con los ojos llorosos.

Mario se quedó inmóvil durante un buen rato asta que se fue diciendo

- veo que necesitas asimilar y procesar todo. 

UN SUEÑO BORRADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora