Aunque terminé ignorándolo, entré a la cama y no pudo sacarme de ella, por lo que me vi cómodamente refugiado con las sábanas abrigando mi piel ligeramente desnuda debajo de las mismas, sin saber si Taehyung había entrado a la cama ya, seguramente iba a desvelarse, para mañana manipularme y decirme que no durmió por mi culpa. Sus manipulaciones eran mínimamente ridículas, sólo para llamar mi atención.
Me removí, sonando las cadenas que impidió que moviera mi mano izquierda, alzada sobre mí cabeza. Confundido, abrí mis ojos, encontrándome no más que oscuridad, y por el parpadeo y el roce de mis pestañas, apenas pude notar que era una tela prohibiendo mi vista.
Jalé mi diestra para quitármelo, y por supuesto, debía estar atado de ambas manos contra la cama. —Carajo… ¡Taehyung!
Mi voz sonó meramente fuerte para impactar y obligarlo a sacarme de esta ridícula situación que no me gustaba para nada, odio estar indefenso.
—Maldita sea, Kim, por la puta madre que te parió, juro que si no me sueltas ahora, voy a…
— ¿A nalguearme? —Le escuché, con ese tono provocativo, en algún punto de la habitación, antes de reír como si fuese a salvarse de lo que más odiaba, él podía ser muy masoquista, pero los azotes no eran lo suyo y yo lo sabía.
—Suéltame… Ahora. —Estaba tan enojado, que sólo pude hablar entre mis dientes, apretados entre sí.
— ¿O qué, Gigi?
— ¡Ahora, Kim! —Las cadenas se tensaron, lastimando mis muñecas por el impacto y ridículo intento de zafarme.
—Relájate un poco ¿Sí? —Se burló de mí, y volteé hacía su dirección, donde oía la voz de mi novio venir, sintiéndolo cada vez más cerca de mi rostro, aunque a su vez lo sentía un poco más lejos. No estaba seguro. —Amor… todo lo que quiero, lo obtengo, te lo demostré cuando te vi y te quise para mí por sobre tú prometida ¿O no?
Exhalé, chasqueando entre mis dientes, disgustado con el repentino tema de conversación. —No me harás decir que sí a tú puto trío con Jeon, Taehyung. —Volví a dejarlo en claro, completamente ciego en ese instante, pero el nuevo peso en los pies de la cama me confundieron rotundamente. Si la tela me lo hubiese permitido, mis cejas hubieran sido notadas, frunciéndolas completamente confundido.
La risa de Taehyung me hizo saber que había algo más.
—Ya no tienes por qué decidir, Gigi… yo me encargué, como siempre. —Sentí su aliento golpear contra mi mejilla, antes de recibir un casto beso a la par que otro movimiento ajeno sobre mis piernas que continuaba acercándose a mí. —Sólo te quitaré la venda cuando aceptes y así haremos todo lo que tú quieras… —El peso que conocía bien se posó sobre mí abdomen, sabiendo completamente que era Taehyung además de su voz, por la forma en que acariciaba mis mejillas y besaba cada punto en mi rostro, helado apenas captando la situación en que no tenía más que aceptar, o dejarme hacer.
Cualquier otro hombre estaría fascinado con la situación, emocionado sin duda, pero yo, no, a mí sí me importaba nuestra relación.
—Me las vas a pagar, Kim Taehyung, y me la pagarás el doble, en triple, y en cuádruple. —Amenacé, bajo la dureza de mi voz, sin dejar de oír su divertida risa contra mi cara, sintiendo nuevamente un beso, esta vez sobre mí cuello. — ¿Quién es…? —Murmuré, queriendo saber quién se posaba entre mis piernas y sus manos en cada muslo.
—Ya lo sabrás… lo importante es que estás conmigo. —Susurró, quitándome del rostro algunos cabellos fuera de su lugar tras los intentos en vano para salir de allí, viéndome sin más opción que abrir mi boca y besar a la par a los labios que conocía mejor que los míos.
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¿De quién fue la idea? • YM - TG
Hayran KurguLe propuse una vez a Taehyung, mi novio, ver porno y conocer nuestras preferencias, y de ello, se le había ocurrido una pésima idea que yo no estaba dispuesto a cumplir. Había oído muy malos finales cuando dentro de una relación se lograba un trío...