❛ meeting ❜

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Adán se levantó de su asiento, acomodando sus imágenes ilustrativas (que eran sólo sus dibujos) y se posicionó en frente de la larga mesa de conferencias. Aclaró su garganta y dirigió su atención a la única serafín en la habitación, mientras que en una de las sillas estaba su mejor amiga y mano derecha Lute, que le mostraba sus pulgares arriba para animarlo. Sí, era una reunión de tres personas, pero ya se van a enterar por qué.

──Gran serafín del cielo, la he llamado a esta reunión porque tengo una idea que creo que podría beneficiar a nosotros las almas en el cielo. ──comenzó a hablar mientras colocaba con un alfiler el primer dibujo en la pizarra de corcho detrás suyo.

──Puedes llamarme Sera, Adán. No es necesario la formalidad, nos conocemos desdetu creación. ──dijo la serafín de cabello ondulado, mientras entrelazaba sus dedos sobre la mesa, incitándolo a continuar.

──Claro, bien. Sera, la idea que propongo aquí podría ser la solución que estamos buscando al problema de superpoblación del infierno. ──reveló, sonriendo al ver cómo Sera abría sus ojos con sorpresa, ahora mucho más interesada en esta junta de lo que había estado al principio. Cambió el dibujo en la pizarra y continuó. ──Déjame explicarte; lo que propongo es bajar al infierno por lo menos una vez al año y exterminar las sucias almas de los pecadores. ──explicó con orgullo su idea, cambiando nuevamente el dibujo a uno donde se veía un ángel atravesando una lanza en la espalda de un demonio con "X" en vez de ojos, todo dibujado como palitos.

Sera hizo una mueca ante la imagen, procesando la propuesta del primer hombre, ahora ángel. ──Adán, entiendo que quieras encontrar una solución al problema, pero ¿exterminar almas? Eso suena extremo, y no creo que ningún ángel aceptaría eso. Además, ¿cómo planeas hacerlo? ──cuestionó la serafín con curiosidad, pero aún sin confiar en que funcionaría.

Adán se desanimó un poco al oír lo primero, pero se compuso ante la pregunta. ──Bueno, de hecho yo y mis chicas hemos estado trabajando en algo que pudiera servirnos, y me refiero no sólo a matar el cuerpo, sino también el alma. ──explicó mientras ponía otro dibujo en la pizarra, al lado del anterior. ──Lo llamamos acero angelical; ya hicimos armas con este material, lo único que nos falta es comprobar si funciona, y ahí es donde entrarías tú, Sera. ──dijo mientras apoyaba sus manos en la mesa de la junta, observando a la serafín. ──Lo único que necesitamos es tu permiso, mi ejército está entrenado y listo para la batalla.

La serafín negó con su cabeza mientras desviaba la miraba, la idea no la convencía en absoluto, ¿qué derecho tenían de exterminar almas así como así? Pero por otro lado, habían surgido rumores de que Lilith estaba preparando a sus demonios para rebelarse ante la autoridad del cielo. No quería... Realmente no quería, pero no tenía otra opción; si debían sacrificar unos miles de almas de pecadores para proteger a las almas virtuosas en el cielo, entonces Sera tendría que aceptar la propuesta.

Sera soltó un pesado suspiro y pensó en silencio por unos minutos, ante la atenta mirada de Adán y Lute. El castaño se acercó a la joven sentada con los brazos cruzados. ──No creo que mi increíble demostración la haya convencido, Lute. ──se agachó y susurró en su oído, rascando su propia mejilla con un dedo.

La peliblanco negó con la cabeza mientras se inclinaba cerca de su oído para responder igualmente en voz baja. ──No, no, señor. Estoy segura de que está pensando en cómo responder ante tan buena propuesta. ──le aseguró la joven.

꒰ aftermath﹔hazbin hotel ꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora