JASON SMITH [Nada Es Lo Que Parece]

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1 mes después.

-¿Te sientes segura de empezar a trabajar en la empresa? -preguntó papá seriamente.

-Muy segura -respondí.

-Bien, entonces... Bienvenida a la empresa, Nora.

-Ay, mi pequeña hija ya es toda una adulta -dijo mamá mientras me abrazaba.

-Mamá, estás haciendo que me dé vergüenza -dije, mirando hacia otro lado.

-¡Que vergüenza ni que nada! No importa si tienes 30 o 40, siempre serás nuestra pequeña.

Sonreí.

-Los amo.

-Nosotros también, hija -dijo papá, uniéndose al abrazo-. Tengo que ir a terminar un negocio, acompáñame, hija.

Fuimos a la sala de juntas y al entrar, había un hombre de unos cuarenta y pico de años. Papá se sentó y yo a su lado.

-Le daré 50 millones de dólares para que me dé esa información que obtuvo de la empresa Moonlight -dijo con expresión seria.

El hombre se quedó mirando fijamente un punto antes de volver la vista hacia mi padre y luego hacia mí.

-Yo... Acepto.

-¡Bien! Fue un gusto hacer negocios contigo. Mi secretaria se encargará de todo, no se preocupe -se levantó del asiento, y yo hice lo mismo. Luego, salimos de la sala de juntas.

-50 millones es mucho -comenté y él solo se rió.

-No te preocupes, ese dinero regresará rápido. Tienes mucho que aprender sobre los negocios... Por suerte me tienes a mí.

-Sí, papá -sonreí. No sé por qué, pero el señor Carlos apareció en mi mente-. ¿Estás consciente de las cosas sucias que hace el señor Carlos?

-Sí, siempre ha sido así, pero no todo es malo. Tiene buenos negocios, al igual que yo. Además... Yo también tuve mis negocios sucios -sonrió un poco.

-¡Vaya! No me esperaba eso de ti, papá. ¿Mamá lo sabe?

-No, así que no se lo digas.

Nos empezamos a reír, llegamos al auto, entramos y luego arrancó el motor.

-¿Puedes dejarme en el hospital? Quiero verlo.

-Claro.

Al llegar me despedí de papá y entré. Fui hacia el ascensor y apreté el botón para que bajara, tuve que esperar un poco. Las puertas se abrieron y las personas se hicieron a un lado. Entré, las puertas se cerraron y apreté el botón número diez.

-Espero que su novio se recupere -comentó una señora.

-Gracias, yo también lo espero... -después de parar en pisos anteriores, finalmente llegué al piso diez.

Salí y me dirigí a la habitación de Jason, abrí la puerta y me sorprendí al ver a esa persona junto a él. Al fin y al cabo, es su tía y tiene derecho a verlo.

-Lo siento, esperaré afuera -comenté.

-No -me detuve-. Ya me iba, así que no te vayas -se acercó a mí y me miró directamente a los ojos-. Ya ha pasado un mes... ¿Harás lo que me dijiste ese día? ¿La acusarás de esos crímenes?

No niego que sería bueno que la acusara de esos crímenes, así no tendría que preocuparme de que algún día sospechen de él, pero... No lo haré. De igual forma, ya quedó advertida. Si se atreve a acercarse a Jason nuevamente... La mataré. No me importa si no es correcto, lo haré.