JASON SMITH [Nada Es Lo Que Parece]

05

Escuché la alarma y la apague, me levanté de muy buen humor, presiento que esta vez será un buen día. Al terminar de tomar una ducha, fui a mi armario y me puse un suéter negro con mangas largas y lo metí dentro del pantalón, me puse unas botas negras con tacón, me recogí el cabello, me maquille un poco y por último me puse un labial rosa con un poco de brillo. Salí de mi habitación y baje las escaleras, papá y mamá ya se encontraban en el comedor a punto de comer.

—¡Vaya! Te levantaste temprano querida —noté sorpresa por parte de mamá.

—Lo sé, es extraño viniendo de mí, pero presiento que será un buen día. Además —agarré un panecito y le di un mordisco—. Saldré a desayunar con Rachel y Jhonny.

—Antes de que te vayas tenemos que hablar, jovencita —ay no. Papá solo me llama "jovencita" cuando se entera de algo que no le he dicho.

—Está bien —me senté en el comedor junto a ellos.

—Ya supe lo de tu viaje a Canadá con los Miller —tragué saliva. Se lo iba a decir hoy en la noche, más bien, debí de decírselo ayer ya que el vuelo es mañana—. No voy a decirte que no vayas, me parece buena idea, solo espero que realmente vayas por trabajo.

—Claro papá, acepté su invitación por dos razones. La primera, porque quiero conocer Canadá y la segunda, porque quiero conocer más a Jack y mantener la amistad entre nosotros, así como tú y el señor Miller.

—Bueno, saber eso me alegra —sonrió—. Pero sé que hay otra razón. Jason, es tu otra razón, ¿verdad?

Lo miré sorprendida. 

—Solo te pido que tengas cuidado con Jason, desde que sucedió lo de tu —mamá tosió un poco.

—Patrick, ¿no tienes una reunión? —dijo con una sonrisa.

—Eh, sí, se me había olvidado. Gracias querida —dijo papá algo nervioso—. Nos vemos hija.

—Te veo en la noche papá —dije y agarró su abrigo para así luego irse.

Miré a mamá con una ceja levantada y tomó un sorbo de café.

—¿Por qué hiciste eso? —pregunté.

—¿Hacer qué?

—Interrumpirlo. Papá iba a decir algo y lo interrumpiste.

—No sé de qué hablas —dijo con una sonrisa que ni yo me la creo.

—Permiso —dijo la ama de llaves—. Señorita, el joven Jhonny la está esperando afuera.

—Gracias por avisar —me levante de la silla y le di un beso en la mejilla a mamá—. Nos vemos.

—Adiós querida —dijo y fui hacia la puerta, la abrí y lo primero que vi fue a un Jhonny afuera recostado de su auto.

—Buenos días su alteza —dijo y reí.

—Tontito —dije al acercarme y abrió la puerta de adelante—. Que caballeroso.

—Siempre, su alteza —volví a reír y entré. Cerró la puerta y dio la vuelta para así entrar y pisar el acelerador—. A donde Rachel, ¿verdad?

Asentí con la cabeza y él sonrió. Jhonny es muy alegre, eso es lo que más me gusta de él. Luego de un rato llegamos a la casa de Rachel, ella ya se encontraba afuera esperándonos, asi que a penas llegamos entró al auto. Estuvimos charlando y cantando canciones en todo el trayecto hasta que llegamos a nuestro destino, The Marshall.

Bajamos del auto y entramos al restaurante, las miradas posaron en nosotros y una señorita se acerco con una amable sonrisa aunque podía notar un poco de nervios.