34 (Final)

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Al encontrarme frente al hospital, sentí una ansiedad abrumadora, mezclada con un profundo miedo que no lograba comprender del todo. ¿Por qué tenía miedo? Ni siquiera yo misma sabía la respuesta, pero algo en mi interior me hacía temblar.

Me paré frente a la puerta de la habitación, solo separada de él por una delgada barrera. Quería verlo, abrazarlo, besarlo. Con cuidado, giré la perilla y entré en la habitación. Vi a los padres de Jason a un lado de la cama, al doctor revisándolo minuciosamente y a él con la cabeza baja. Me acerqué, sintiendo un nudo en la garganta. Los padres de Jason me sonrieron.

-¿Jason? -logré decir. Su cabeza se movió lentamente hasta que nuestros ojos se encontraron. No pude contener las lágrimas al ver sus ojos.

-¿Por qué te quedas ahí parada, conejita? Ven, dame un abrazo -dijo, extendiendo sus brazos. No dudé ni un segundo y lo abracé.

-Te he extrañado tanto -susurré.

-Y yo a ti, Nora -respondió él.

Nos separamos y miré al doctor.

-¿Está todo bien con él? -pregunté.

-Sí, aunque sugiero que se quede unos días más. Ha estado un año en coma y necesitamos hacer más exámenes para asegurarnos de que todo está bien.

-No es necesario, me siento bien. Quiero irme -dijo Jason, frunciendo el ceño.

-Doctor, no le haga caso. Él se quedará -dije con una sonrisa.

-Bueno, volveré más tarde -dijo el doctor, saliendo de la habitación.

-Nora, ¿qué crees que estás haciendo? -preguntó Jason.

-Amor, estuviste en coma durante un año. Necesitas más exámenes para asegurarnos de que estás bien. Tu cuerpo debe de estar rígido y débil por estar en cama durante tanto tiempo. Necesitas descansar, alimentarte bien. Te quedarás, el doctor hará lo que tenga que hacer y si todo sale bien, te irás a casa, ¿de acuerdo?

-Vaya, te has vuelto autoritaria -sonrió y me atrajo hacia él, depositando un beso en mis labios.

Escuchamos un carraspeo y nos dimos cuenta de que los padres de Jason estaban ahí.

-Chicos, sabemos que se extrañaron mucho, pero ya tendrán tiempo para estar juntos -dijo la señora Rebecca-. Nora, ¿podrías dejarnos a solas? Hay cosas que necesitamos hablar.

-Claro que sí, volveré más tarde, ¿sí? -le di un beso en la mejilla y salí de la habitación.

Al salir del hospital, fui hacia mi auto, arranqué el motor y conduje hasta la casa de Rachel. Al llegar, estacioné el auto en la entrada, bajé y toqué el timbre. La tía abrió la puerta.

-¡Hola tía! -dije, llena de felicidad.

-Hola, querida. ¿A qué se debe esa alegría?

-Mi novio despertó -respondí mientras entraba a la casa.

-¿En serio? Ay, me alegro mucho por ti, cariño -me abrazó.

-Gracias, tía -nos separamos-. ¿Dónde está Rachel?

-Está en la terraza con Jack.

Sonreí y me dirigí hacia la terraza. Al verlos juntos, quise asustarlos y lo logré.

-Dios mío, casi me da un infarto -comentó Rachel y empecé a reír.

-Te noto muy feliz, Nora. ¿Pasó algo? -preguntó Jack.

-¿Qué crees? -dije, mirándolo a los ojos. Su expresión cambió y unas lágrimas brotaron.

-¿De verdad? ¿Jason despertó? -asentí con la cabeza y nos abrazamos.

JASON SMITH [Nada Es Lo Que Parece]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora