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"¿De verdad estás tranquilo ahora?"

Sena dejó el té sobre la mesa y tomó asiento.

"Pareces distante".

Al ver a Cloe después de tanto tiempo, Sena notó su palidez. Su pelo, antes brillante, había perdido el lustre, y su característico porte severo parecía apagado.

"Sí".

"Pensé que estarías enfadada".

"No puedo estarlo. No puedo convocar ninguna ira. Al verte, al alegrarme, no se me ocurre nada más. Mi mente está en blanco".

Sena esbozó una sonrisa amarga.

Yo también me alegro de verte, Chloe.

Pero no deberíamos vernos.

Al fin y al cabo, pronto me iré. Tienes más días por delante sin mí.

"¿Por qué te fuiste? ¿Me odiabas? Sea lo que sea, debo haberlo hecho mal. No lo volveré a hacer. Me he portado mal".

A Sena se le hizo un nudo en la garganta.

Chloe no había hecho nada malo.

Claro que sí.

Pero no podía decírselo.

"No has hecho nada malo".

"Entonces, ¿por qué...? ¿Por qué de repente te fuiste así?"

"Eso es..."

"Elige tus palabras con cuidado, Sena".

Sena cerró los ojos.

Mucho dependía de estas pocas palabras.

Él debe jugar al villano.

Ser amado en tiempo prestado es demasiado.

No dejemos ningún remordimiento.

"No fue divertido."

"..."

"Me fui porque no era divertido. No es como si tuviéramos recuerdos preciosos, ¿verdad? Honestamente, no entiendo por qué Chloe le da tanta importancia a esto."

"Esto está bien.

Era simplemente una vida que no duraría más de dos meses. Aunque acabara de aparecer, se iría de este lugar mañana mismo.

Sena miró fijamente a Cloe. Sus palabras tenían el peso de la verdad absoluta.

Pero, ¿engañar a una amiga de tanto tiempo era demasiado?

"Eso es... mentira, Sena".

"..."

"Menos mal. Debía haber otra razón".

Atrapado in fraganti. ¿Cómo pudo darse cuenta de su mentira tan fácilmente? ¿Tan mal se le daba fingir?

Sena forzó una risa amarga.

"Sí, era mentira. Todos eran recuerdos preciosos para mí. Pero eso no cambiará, Chloe. Me marcho. De aquí también".

"...!"

Las pupilas de Cloe se agrandaron.

Sena bajó la mirada.

"Espero que no vengas a buscarme. Sería incómodo que aparecieras así de repente".

La tensión contenida alrededor de los ojos de Cloe se disipó en un instante.

Se levantó de su asiento y se arrodilló a los pies de Sena.

Me Convertí En El Médico De La Tirana Enferma TerminalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora