Me Convertí En El Médico De La Tirana Enferma Terminal

30

Encaramado a la rama de un gran árbol, Sena contemplaba distraídamente el cielo mientras se sujetaba las rodillas.

Se decía que Londres, cuna de la era medieval, era una ciudad brumosa como la niebla, pero aquí las estaciones estaban bien diferenciadas y el aire era claro, lo que hacía muy visibles las estrellas.

De vez en cuando se preguntaba de qué sistema planetario se trataba. Probablemente no sería nuestro sistema solar. Aunque no le interesaba la astronomía, sabía lo suficiente para reconocer constelaciones como Leo y Polaris.

'Quizá lo que veía de vez en cuando gracias al algoritmo de Y*uTube era un ovni de verdad'.

Se preguntó si aquí también habría protoss. ¿Y Zerg?

No lo sabía, pero una cosa era segura: él era solo una diminuta mota de polvo. Puf, desapareciendo en el aire. Así es como se desvanecerá. Volando lejos, muy lejos de aquí.

Pero negar la realidad no cambiaba la situación.

"Podrías decir algo, por favor..."

Justo a su lado, se oyó la voz temblorosa de Sylvia. Sena mantuvo los labios sellados.

No podía hablar. Si lo hacía, le descubrirían.

Quizá la mejor forma de vivir en este mundo no sea como médico, sino como actor. Fingir ser un estafador como en esa película que protagonizó DiCaprio podría ser una mejor manera de vivir'.

Hoy, la insatisfacción de Sena con sus conocimientos fundacionales no tenía parangón. ¿Por qué tenía que ser en la facultad de medicina? Si al menos supiera cómo ser atropellado por un camión de reencarnación, incluso optaría por la ingeniería.

Por supuesto, si le dieran la oportunidad de elegir de nuevo, elegiría la facultad de medicina. Esta vez, buscaría más información sobre enfermedades raras. Ah, y aprender información química para hacer medicina sería más útil...

"¡Pero evitar la realidad no cambiará nada...!"

'Bueno, eso es verdad'.

Sena enterró la cara más profundamente entre las rodillas.

Su estado mental estaba tan seco como las hojas de otoño.

¿Por qué sus mentiras se descubren tan fácilmente? Es fascinante a estas alturas.

Todo el mundo parece ser un lector de mentes o estar equipado con algún tipo de sensor. Dicen que los caballeros pueden mover montañas con sus espadas, así que tener superpoderes no es descabellado.

"Estuve a punto de morir, pero me curaste. Su Majestad también está curada ahora. ¿Qué hay de ti? ¿Por qué no tú, Senior?"

"Siempre parecías confiado cuando tratabas con pacientes. Pero, ¿por qué ahora parece que te has rendido? ¿Por qué esta cara de resignación?"

¿De verdad tenía esa cara?

No era resignación; era aceptación.

"Di algo. ¿Desde cuándo eres así? ¿Cuál es la razón? Se puede arreglar. ¿Por qué no hablas como un Senior normal...?"

'Ni siquiera sé la causa de mi enfermedad'.

¿Quién quiere morir?

Sena era uno de los que quería vivir más que nadie.

Pero se dio cuenta de que no estaba permitido.

Era mejor vivir protegiendo el tiempo que quedaba que malgastarlo en lo que no podía ser.

Tras un largo silencio, Sena habló.

"Ahora que lo pienso, no te lo he preguntado últimamente. ¿Cómo está tu salud?"