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Sena apenas consiguió persuadir a Astria, que insistió en seguirle. Aunque su determinación se debilitó cuando ella se mostró enfurruñada, salir con Astria era sencillamente imposible.

'Entonces no puedo escapar'.

El único propósito de esta salida era encontrar una vía de escape. Con Astria alrededor, nada podría ser más problemático.

Sin embargo, Astria no era fácil de convencer y no le permitiría irse sin un escándalo.

"¿Qué es esto?"

"Guardias."

"Ya lo veo".

Los guardias estaban alineados en filas. Cuatro filas de siete cada una, rodeando un imponente carruaje.

Aparte de los Caballeros Teutónicos, eran la única fuerza intacta de la familia real.

"Mi pueblo teme más a los guardias. Tal vez porque los sienten directamente. Serán eficaces".

"No, no. No voy a la guerra".

Sena agitó la mano con una sonrisa torpe, intentando hacerse valer.

"Sólo voy a buscar algunas hierbas durante unas tres horas y luego a comer algo. Creo que estaré bien sin escolta".

Astria miró a Sena.

No era de las que asignaban escoltas a nadie.

Si alguien era débil, era natural que lo eliminaran, ¿no?

Pero Sena era diferente. No sabía por qué, pero estaba preocupada.

"No está permitido."

"...¿Su Majestad?"

Sena miró directamente a Astria y razonó suavemente con ella.

"Me prometiste tiempo libre, ¿no? Si voy por ahí con tanta gente, en realidad no es tiempo libre, ¿no?".

"Gilipollas".

Sena se dio cuenta de que Astria utilizaba "capullo" siempre que se quedaba sin palabras.

"Este es mi mejor compromiso. Llévate a Sylvia contigo. El Caballero Teutónico debería poder protegerte de los asesinos".

"Palabras de miedo. Nadie intenta asesinarme".

"Sena".

Astria le miró con rostro severo y habló con firmeza.

"Llévatela".

"..."

'Es realmente testaruda'.

Sena pensó que era una suerte que Astria se convirtiera en emperadora. Su tendencia natural a suprimir a los demás con el poder la convertía en una gobernante nata.

-'¡Su Majestad! ¡Es hora de la reunión! ¡Llegas tarde!

Justo entonces, la voz de Rafiel se oyó desde lejos. Aprovechando el momento, Sena habló rápidamente.

"Deberías irte. Estás ocupado, ¿no?".

"..."

Astria miró a Sena con la cara llena de cosas sin decir. Ella quería posponer la reunión, pero la agenda de hoy era crucial.

"Muchos guardias. Un Caballero Teutónico".

Astria habló brevemente. Sena asintió con una sonrisa brillante.

"Si llego tarde, iré a buscarte yo misma".

"Entendido, entonces ve a la reunión".

Astria le miró con cara reacia antes de alejarse finalmente. Sena la saludó por detrás.

Me Convertí En El Médico De La Tirana Enferma TerminalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora