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El azabache sentó al cobalto en sus piernas, mientras que el se sentaba en el pequeño sillón de aquel club.

Mientras seguían su beso las luces del lugar resplandecían en todo el lugar, incluso en sus atuendos y sus rostros lo que hacía al lugar único.

El mayor coloco sus manos en la espalda del contrario para que no se moviera o se cayera, el contario al sentir ese tacto lo hacía sentir nervioso.

Cuando ambos se separaron de tal beso lo único que los unía era el pequeño hilo de saliva que se había hecho, el azabache lo corto cuando relamió sus propios labios.

—eso fue increíble. —soltó el cobalto pero se avergonzó al saber que no lo había pensado.

—bien, ya cumplí.

—Dios... ¿No puedo tener otro?

—no lo creo, es uno por una victoria qué tuviste.

El cobalto desvío la mirada, inconforme con la respuesta de aquel cantante.

—¿como se llama tu nueva canción?

—seven. —contestó aunque algo confundido por el repentino cambio de tema.

—¿y de que trata?

—de que los siete días de la semana... Tu sabes... —hizo una pequeña pausa para aclarar su garganta. —I'll be fuckin' you right. —continuó, cantando esa parte mientras le sonreía.

—oh mierda... —contestó mientras sentía sus mejillas arder.

—pero eso será para otra ocasión.

—¿¡qué!?

El azabache soltó una carcajada.

—estoy bromeando sigo pensando... Que sería increíble una cena. —contestó. —¿aceptarías?

—bueno... Yo estoy libre ahora, ¿cuando sería?

—antes de sacar mi nueva canción, después de todo esto tendré una agenda apretada.

—¿y cuando descansas?

—yo no descanso a menudo. —confesó. —pero cuando tenga un largo descanso lo sabrás.

—de acuerdo.

Ambos chicos volvieron a unirse en otro beso, antes de que fuera más tarde y tuvieran que irse.

"uno por solo una victoria", el azabache habia olvidado sus propias palabras.

୭ ✧. ᵎᵎ 🎀 

Pasaron días donde ambos erizos se juntaban para sentir la electricidad cuando sus cuerpos se pegaban al igual que el dulce sabor que sentían cuando se funcionaban en un beso.

Pero una noche fue diferente, ambos chicos estaban sentados en aquel sillón, uno alado de otro.

—y dime... ¿Por que decidiste ser cantante?

—una amiga un día me dijo... Que cantaba muy lindo... Después de un mes, me dieron una oportunidad.

—¿y que le paso a tu amiga?

—ya no esta aquí conmigo...

El cobalto se sorprendió y se sintió un completo idiota al preguntar.

—shadow... Lo lamento yo... No lo sabía... No quería recordártelo.

—esta bien sonic, no debes preocuparte... Para mi es una costumbre.

—¿costumbre...?

—si, cada persona que conozco y que llego a querer demasiado... Llega a abandonarme. —confesó mientras desviaba la mirada por si sus ojos se humedecían al recordar su 'maldición'. —así que... No suelo hablar mucho con algunos artistas o deportistas... O lo que sea.

—oh shadow... No lo sabía.

—da igual. —contestó al instante.

El cobalto lo miro y después se quedo pensando un poco, después de unos segundos se levantó y busco una canción en su celular, conecto su celular a una bocina del lugar y subió un poco el volumen.

La orejita del azabache se movió al escuchar la canción y sus ojos buscaron la mirada del cobalto.

—¿enserio? ¿Dancing queen? —dijo con una leve sonrisa.

—¿que? Me gusta esa canción. —contestó.

El cobalto le ofreció su mano y el azabache la miró por unos instantes para tomarla, el menor hizo que se levantará para que pudieran bailar.

—hay que bailar esta noche, ¿que te parece? —dijo mientras trataba de bailar, pues el no sabía del todo.

—eres pésimo.

—soy boxeador no bailarín. —dijo en tono burlón y recibió un pequeño beso en sus labios por eso.

—ya lo se... —dijo para obtener el control del baile.

Las luces se movían por todo el techo y la pared, como si de una fiesta de los años 70 se tratara.

Solo eran dos chicos, dos chicos que disfrutaban de escuchar esa canción mientras reían y se demostraban el cariño que estaba surgiendo.

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𝐏𝐑𝐈𝐕𝐀𝐓𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐖〃 ShadonicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora