〃Cualquiera se puede enamorar de un cantante pero, ¿un joven boxeador? Tal vez solo logre descifrar por que aquel cantante saco un álbum con una portada peculiar.
❝Eres un boxeador... ¿Y que? Quiero sentir esos labios.❞
〃 La portada es de mi autorí...
Después de todas esas semanas de conocer más al cobalto, reír, bailar y una que otra vez besarlo ahora tenía la inspiración para crear su nuevo álbum.
Desde un inicio, había empezado a escribir las canciones de su segundo álbum gracias a las experiencias de aquel erizo azul.
Es una gran inspiración... Es una increíble boxeador, pensó el azabache.
El azabache fue llamado a una reunión que había organizado su manager.
—queremos que hagas tu mv en un lugar diferente, en un lugar donde quieras expresar las vibras de tus canciones.
—de acuerdo. —acepto el azabache. —¿a donde iré?
—tu decidirás.
—oh. —el mayor se quedo pensando un poco, habían algunos lugares que quería conocer pero solo debía escoger uno. —me gustaría ir a California.
—esta bien, prepararemos todo para tu viaje y te avisaremos cuando tengamos la fecha.
El azabache asintió y sin más que discutir salió de la sala, mientras caminaba su celular sonó.
"¿listo para la cena?"
Sonrió, después de haberlo querido un largo tiempo, por fin tendría una cena con ese boxeador, pues el azabache empezaba a hacerse adicto a la compañía del menor.
Aunque eso le asustaba.
୭ ✧. ᵎᵎ 🎀
Ambos llegaron a un pequeño y no tan lujoso restaurante ya que querían ser los más discretos posibles.
—¿alguien sospecho? —pregunto el azabache. —te ves tan raro con esa ropa.
—no, nadie. —contestó. —Hey...
—¿por que vienes de traje? Siempre te veo con ropa deportiva.
—es una ocasión especial.
El azabache río ante eso.
¿Especial? Repitió esa palabra en su mente.
Se sentaron en la mesa qué habían reservado y empezaron a hablar de su día, el lugar era agradable y un poco de música jazz sonaba de fondo.
—¿te iras de viaje?
—si.
—¿cuanto tiempo?
—aun no lo se.
—así qué... Vas a abandonarme. —dijo en tono burlón.
—no digas eso... Es cosa de trabajo, no por que quiera.
—lo se pero... No lo se... Estoy seguro que no te veré por un largo tiempo.
—¿un largo tiempo? Puedes ver mi rostro en cada póster, cada promoción y en cada video de mis performance.
El cobalto le dio una leve sonrisa, mientras entrelazaba una mano con la del azabache.
—no es lo mismo... Dime, ¿un pedazo de papel me recordará el dulce de tus labios?
El azabache lo miro, tenía razón.
—no...
—¿lo ves?
—pero regresaré solo es por un tiempo, mi última canción se grabara aquí.
—más te vale...
—siempre puedes mandarme un mensaje si te sientes solo.
—lo haré, todos los días probablemente.
Ambos siguieron hablando, sus corazón sentían la misma melodía pues latían al mismo tiempo, reflejaba algo en común: amor.
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