Con tranquilidad, dio varias vueltas en la cama y restregó su rostro perezosamente por el cojín, notando que era extremadamente blando y suave.
Sonrió, feliz de que aquella mañana no debía madrugar. Pero de inmediato, se cuestionó el porqué aquella mañana no madrugaba, y porque el resto de mañanas sí lo hacía.
Un fuerte dolor de cabeza le ataco y decidió abrir los ojos, los cuales chocaron directamente con una pared completamente blanca y pulcra.
Dio un salto en la cama y enseguida el miedo le recorrió todo el cuerpo, las náuseas le atacaron al no poder controlar sus emociones y casi pega un grito de histeria al notar, que aquella no era su habitación, ni nada que pudiera reconocer.
-Has despertado.- comento otra voz.
Espantado, llevo su mirada hacia el otro lado de la habitación. Justo frente a su cama, había otra cama exactamente igual, en ella estaba sentado un chico de cabellos negros y cortos, mirada oscura y brazos anchos.
No lo reconoció, lo que le asusto más.
-¿Quién eres? ¿Por qué no estoy en mi habitación? ¿Acaso tuve un accidente de tráfico y esto es el hospital?
-¿Tienes coche?
-No lo sé, ¿puede?
El chico contrario bufo, divertido.- Esto es absurdo...- murmuro.- No, no es un hospital. O no sé hasta qué punto, porque aquí no hay máquinas para medir la tensión o el azúcar.
-¿Dónde estamos?
-Tampoco lo sé.- admitió, encogiéndose de hombros.- Solo hace algunos minutos que desperté también.
-¿Vas a decirme al menos quién eres?- siguió preguntando, espantado.
-Pues... eso tampoco lo sé.- admitió el otro chico, con algo de pena e impotencia en sus ojos.- ¿Tampoco recuerdas tu nombre?
Se paró algunos segundos a pensarlo, y se dio cuenta de que no se acordaba de su nombre. Ni de su edad, ni de donde vivía, tampoco de sí tenía familia, amigos o que estudiaba, si es que lo estaba haciendo.
El pánico se extendió por su cuerpo, pero antes de poder entrar en pánico, el contrario volvió a hablar.
-Tranquilízate.- ordeno, suspirando.- Tampoco recuerdo nada, así que estamos igual.
-Esto... está todo mal.- murmuro, mirándose las manos, y después su alrededor.- No deberíamos estar aquí...
-Tenemos etiquetas.- anuncio el otro, llamando nuevamente su atención.
-¿Qué... de que hablas?
El chico de anchos brazos se señaló su propio pecho. Se fijó en que ambos traían puesta ropa blanca con unas letras negras bordadas cerca del cuello.
-En la mía pone "Scoups".
Se fijó en la suya.- En la mía... Cheonsa.
-Ángel.- comento el otro, curioso.
-Esto... no me puede estar pasando.
별명
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Nickname // Jeongcheol
FanfictionYoon Jeonghan se despertó en una habitación blanca sin poder recordar nada, ni tan solo su propio nombre. Allí, conoció a Scoups, un chico callado que parecía haber aceptado con rapidez el hecho de que los secuestraron. Pero cuando Seungcheol desapa...