En aquella habitación de paredes blancas no pasaba el tiempo, ya que habían notado que allí no había reloj, ni calendario que marcara el día.
Para lo que Cheonsa fueron interminables horas, para Scoups fueron solo un par de horas.
Apenas habían hablado, ya que no había tema de conversación que pudiera existir dentro de esa habitación, por lo que cada uno estaba sumido en sus pensamientos.
Hasta que un pitido sonó en la habitación y repentinamente, de la puerta que no habían podido abrir, se abrió una trampilla de la parte baja y una bandeja con dos cuencos se asomó, hasta que la trampilla se volvió a cerrar y todo se volvió a quedar en silencio.
Scoups fue el primero en levantarse de la cama para inspeccionar la comida, pero el contrario se limitó a observarle desde lo lejos. El contrario finalmente dejo la vendeja sobre la mesa y le indico que se acercara.
-No pienso comer eso.- aseguro.
-¿Por qué? ¿No te gusta el arroz blanco?- pregunto.- Únicamente recuerdo que no me desagrada.
-No es eso.- negó, dudoso, ya que sí que tenía algo de hambre.- A saber que es lo que le han puesto eso, o como lo han preparado y sus objetivos.
-En eso no te puedo llevar la contraria, pero no creo que morir de hambre sea un buen plan.- respondió, sentándose y comenzando a comer e ignorando a Cheonsa.
Cuando termino de comer, volvió a mirar a su compañero, y al notar que se mantenía firme en su decisión de no comer, volvió a dejar la bandeja frente a la puerta.
Después de comer, las horas pasaron mucho más lentas. Mientras que Scoups durmió horas y horas seguidas después de la comida, Cheonsa se decantó por recorrer toda la habitación buscando puntos débiles, pero aquello era peor que una armadura.
Primero movió la mesa y las sillas y busco micrófonos y algo, pero no había nada. Tampoco había nada en el suelo, ni en las paredes y tampoco en el techo, aunque supuso que en algún lugar tenía que haber cámaras.
El baño era igual de aburrido e insípido, el espejo estaba bien protegido, el retrete estaba bien pegado al suelo al igual que el lava manos. La ducha estaba hecha con el objetivo de no poder romper nada.
Volvió a su cama un rato más tarde y decidió leer uno de los muchos libros que había allí, que podría considerarse lo único "peligroso" del lugar.
-"1984".- leyó. Agarro otro libro de la pila.- "El cuento de la criada", "Fahrenheit 451", "Un mundo feliz"... Tiene que ser una broma.
별명
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Nickname // Jeongcheol
FanficYoon Jeonghan se despertó en una habitación blanca sin poder recordar nada, ni tan solo su propio nombre. Allí, conoció a Scoups, un chico callado que parecía haber aceptado con rapidez el hecho de que los secuestraron. Pero cuando Seungcheol desapa...