Capítulo 7.

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CAPÍTULO 7. PEQUEÑOS ASUNTOS DEL PASADO.

"¡Ah-choo!"

Sobre la calle imperial de la capital, Gu Qingtang estornudó, se frotó la nariz, levantó la cabeza para mirar al cielo y sonrió mientras se decía a sí misma: "Los vientos y las nubes están cambiando de colores (1), si vuelvo demasiado pronto seguramente no habrá algo bueno para mí, será mejor si voy a dar una vuelta".

El chico a su lado preguntó con una sonrisa: "Fuma, ¿Por qué no vamos a la Torre Chufeng (2) a escuchar algo de música?".

Gu Qingtang lo pensó un momento, luego sacó una pieza de plata de su monedero y se lo entregó al chico. "Bien, ve tú y escucha en mi nombre, si hay alguna chica que tenga buen aspecto y cante bien, anota su nombre y dímelo".

El chico se quedó estupefacto: "Fuma, ¿No vas a ir?".

Gu Qingtang sonrió: "Si busco a una mujer fuera a tres días de mi boda, ¿Acaso no estaría buscando que la princesa corte mi cabeza y la use como pelota? Así que, por ahora, la mejor manera de obtener lo mejor de ambos mundos es que vayas tú en mi nombre". Después de decir eso, no pudo evitar insistir: "Rápido ve, pasearé aquí un rato y volveré cuando se ponga el sol".

"¡Sí, gracias, Fuma!" El chico hizo una gran reverencia, se dio la vuelta y echó a correr sin dejar rastro.

Gu Qingtang guardó su monedero, miró hacia la entrada del callejón de la izquierda con una sonrisa en la cara, y entró directamente hacia el callejón de la derecha.

Un escurridizo recolector de verduras también lo siguió.

Gu Qingtang miró ligeramente de reojo a la distancia al misterioso hombre detrás de ella. Sonrió en silencio y fingió no saber que alguien la seguía. Después, guío al recolector de verduras de izquierda y derecha durante mucho tiempo, y finalmente se detuvo frente a un callejón sin salida.

El callejón estaba muy tranquilo, la esquina de la pared estaba cubierta de musgo. Sólo había una pequeña puerta trasera abierta de alguien desconocido.

"¡Oficial perro!" El hombre de repente tiró su carga de verduras y sacó la daga que llevaba en la manga. "¡Tú mismo te lo has buscado, a ver quién puede salvarte todavía!".

"Tsk, tsk" Gu Qingtang se dio la vuelta y sonrió, "No lo digas tan duramente, ¿Qué quieres decir con que yo mismo me lo he buscado? En mi ciudad natal, no significa algo bueno escuchar esta frase".

"¡Vete al infierno!"

"¡Uy!"

Gu Qingtang se tambaleó y esquivó la daga, su espalda se golpeó fuertemente contra la pequeña puerta, "Hoy te traje personalmente a esta puerta y aun así quieres matarme. ¡No me culpes si luego te regaña Tu Señora! ¡General Qin!"

"¿Qué has dicho?" El hombre se quedó atónito por un momento, "¿Mi Señora?"

Gu Qingtang sonrió levemente, se alisó la ropa y llamó a la pequeña puerta. "Quería ocultarte esto durante un tiempo más, pero llevas aquí tres años, persiguiéndome todo este tiempo, sin embargo, anoche casi lastimas a la pequeña princesa, así que no tuve más remedio que idear este plan."

«Crujido---»

La pequeña puerta se abrió de repente, y una gentil y amable dama vestida de verde apareció a la vista, asintió ligeramente a Gu Qingtang con una sonrisa, "Señor Shaofu, ¡Está usted aquí!"

Gu Qingtang dejó escapar una sonrisa amarga y señaló detrás de ella: "Pero no soy el único que ha venido, mira, ¿A quién más he traído?".

"Mi seño... Mi seño...", la voz del hombre tembló de repente, y fue incapaz de pronunciar ese "Mi señora" completo.

Ejecución a los Aduladores / Zhu Ning (BAIHE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora