Epílogo. A un Millón de Años Luz

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En la vastedad del cosmos siempre se habían ocultado fuerzas impredecibles que nunca habíamos sido capaces de comprender del todo

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En la vastedad del cosmos siempre se habían ocultado fuerzas impredecibles que nunca habíamos sido capaces de comprender del todo. Fuerzas extrañas que se ocultaban en el interior de uno de los fenómenos más misteriosos del universo.

Los agujeros negros estaban llenos de secretos que ni siquiera la raza humana había podido desvelar del todo. ¿Qué eran?

La definición más aceptada era que constituían estrellas colapsadas bajo una gravedad tan inmensa que incluso eran capaces de deformar el tejido del espacio y del tiempo a su alrededor. Monstruos oscuros que eran capaces de impedir que incluso la luz llegara a escapar de sus interiores.

El remanente de una estrella masiva que en su día ardió con fiereza, tanta que incluso desde el primer instante de su nacimiento ya estaba condenada a vivir una vida corta, demasiado corta a ojos de los enormes años estelares que poseían las demás.

Sin embargo, en medio de todo ese misterio había un hecho que definitivamente era cierto.

Ellos lo habían descubierto después de cientos de años de vagar por el espacio luego de aquella precipitada huida de su mundo madre, mientras buscaban un nuevo mundo que se adaptara a sus estándares ideales.

Y al final lo habían encontrado, sí, pero no del modo por el cual lo habían imaginado en un principio.

Después de todo, ¿Cómo iban a saber que el agujero negro más cercano terminaría convirtiéndose en una especie de portal interdimensional hacia una galaxia lejana?

Fue en un momento de pura alarma por un salto mal ejecutado cuando la corriente de gas y polvo que arrastraba el horizonte de sucesos del monstruo los atrapó con una fuerza sin precedentes. No pudieron hacer nada, aún no tenían la tecnología suficiente para hacerle frente a tan inmensa gravedad.

Y al final, en un instante de pura desesperación, descubrieron lo que nunca pensaron que hubiera sido posible.

Se había formado una grieta en el tejido del espacio-tiempo. Una anomalía que no parecía haber sido más grande que la cabeza de un alfiler. Realmente se habían equivocado mucho por esa parte.

La ranura había sido lo suficientemente grande como para que incluso una nave de semejante tamaño hubiera podido traspasar esa barrera. Sin embargo, al principio no fueron del todo conscientes de ello.

Al principio pensaron que de algún modo extraño habían logrado escapar del potente tirón gravitatorio y habían aparecido en el espacio abierto sin tener ninguna idea de cómo lo habían hecho. Eso fue lo primero que pensaron.

Sin embargo, la situación cambiaría drásticamente cuando encontraron el primer atisbo de un mundo muy parecido al que habían dejado atrás. En ese instante fue como si la suerte al fin les hubiera sonreído.

Mucha sorpresa tuvieron después cuando se dieron cuenta de que aquel agujero los había llevado más lejos de lo que nunca pensaron que llegarían. Porque ni siquiera habían terminado en la misma galaxia.

A pesar de todo, tuvieron que adaptarse a ello.

Pero lo que vino después fue un largo, muy largo camino que tuvieron que atravesar hasta llegar a donde se encontraban en ese momento.

Un camino lleno de altibajos.

Eso fue lo que había pensado aquel viajero mientras su nave se alejaba cada vez más de aquel sistema solar que muy en el fondo siempre había soñado con visitar. De tan sólo recordar aquellas historias...

Muchos en su lugar de origen le habían dicho que eso era una simple pérdida de tiempo. ¿Por qué alguien arriesgaría la vida en una misión casi suicida sólo para ver un mundo que debería estar muerto? Muchos pensaron que sólo eran los sueños de un niño que se habían convertido en el delirio de un adulto.

Sin embargo, ese sueño al fin se había terminado cumpliendo. Al fin había logrado visitar el planeta que le había dado la vida a la raza humana.

En ese momento él no había querido pensar en los errores del pasado, pero inevitablemente había acabado haciéndolo. Aún no podía concebir como en el pasado su especie había sido tan egoísta. Pero por suerte eso se había quedado en el pasado.

Y su hogar ancestral no volvería a sufrir el mismo daño.

Por ahora, a aquel intrépido viajero sólo le quedaba admirar la pequeña flor que había traído consigo. Pero hasta él sabía que su tiempo para hacerlo era limitado.

Sólo por precaución, esta vez su nave tomó rumbo hacia un espacio en el que las leyes de la física no se cumplían del todo para objetos más grandes que un átomo. Eso estaba bien, tan sólo necesitaba alinearse al punto de calibración perfecto para ejecutar lo que tenía planeado.

Se deseó suerte en su propio viaje, deseando que las estrellas lo guiaran a casa. Sin olvidar que sólo había una estrella en la cual orbitaba el mundo que los había visto nacer en un pasado.

El único mundo, el único lugar al que realmente podían llamar Tierra.

***

Nunca se supo cual fue el resultado de aquella misión.

La memoria de a bordo de la computadora de la nave había sido borrada, todos los datos se habían perdido y fue imposible despertar al astronauta que la hizo, quién había caído en un coma profundo apenas reapareció con su nave a ojos de los habitantes de aquella mega estructura.

Habían trabajado arduamente para recuperar esos datos, pero al final no hubo nada que hacer.

El secreto mejor guardado del universo seguiría siendo eso, un secreto.

Mientras tanto, ellos sólo podían preguntarse si había tenido éxito en el enigma para encontrar el mundo cero, para saber si había valido la pena ese momento de obsesión. De todas formas no importó.

Al final sólo pudieron mirar hacia el eterno vacío del espacio exterior y preguntarse.

Sin saber que, a un millón de años luz, un planeta antiguo, perdido en el tiempo, tenía todas las respuestas.

Sin saber que, a un millón de años luz, un planeta antiguo, perdido en el tiempo, tenía todas las respuestas

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¡Ahhhh! Este viaje ha llegado a su fin.

Les agradezco mucho a todos los que hayan llegado hasta aquí. A los que leyeron, a los que votaron y en especial a los que comentaron. De corazón, muchas gracias.❤️

Sinceramente esta es la primera historia que tengo terminada, a pesar de que haya sido la última publicada. •́ ‿ ,•̀

Tengo otras dos, pero son del fandom de My Little Pony.😗

Bueno, hasta aquí llega mi reporte.

PD: No tengo idea de si haré otra historia de Solarballs o quizá de Countryhumans, estén atentos por si acaso.

Bye.

En un lugar llamado Tierra [Solarballs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora