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Shikku y Saya caminaron por las calles de Konoha una al lado de la otra, a pesar de lo tarde que iban ninguna estaba en lo más mínimo preocupada.

Disfrutaban de ver a las personas ir de un lado a otro, todas las emociones que mostraban eran suficientes para alegrarlas.

Al llegar a la academia, notaron qué todos hablaban entre sí, sobre que tipo de invocación querían hacer.

Sarada al ver a su amiga y hermana, dejo a las chicas con las que hablaba y se acerco a ellas, abrazando a Saya.

—Llegas tarde, hermana— Dijo. —Creí que no vendrian hoy.

—Tristemente no puedo faltar o tendré que escuchar a mi madre durante una hora completa— Respondió Shikku con molestia.

—Solo estaba esperando a que alguien terminara de arreglarse— Dijo Saya con un suspiro. —Por cierto ¿qué hacen?— Cuestiono señalando a los demás.

—Hoy Konohamaru-Sensei nos enseñó como hacer el jutsu de invocación— Respondió Sarada, con gran alegría. —Y ahora todos están hablando sobre que invocación quieren.

—Ohhh.

—¿Qué tipo de invocación te interesa a ti, Saya?— Cuestiono Boruto acercándose a la nombrada y paso su brazo alrededor de su cuello con familiaridad.

—No lo había pensado, pero creo que me llaman la atención los cuervos— Respondió Saya después de pensarlo un momento. —¿Y tú?

—Una serpiente, son grandes y fuertes— Respondió Boruto sin dudarlo.

—Bah, es más interesante una ballena o hipopótamo— Dijo Shikku cruzando sus brazos, en su rostro se podía ver que solo quería llevarle la contraria a Boruto.

—¿En qué te puede ayudar un animal tan gigante y pesado?

—¿Eres idiota? Claramente para aplastar al enemigo— Explico Shikku con ironía.

Saya se escapó de aquel campo de batalla en el que los demás chicos y chicas se habían involucrado, cada uno dando razones por la cual el otro sexo era más molesto.

—No puede ser— Saya suspiro con cansancio y frotó su cien.

...

En la cafetería de la academia.

—Una cajita de leche achocolatada y un yogur de fresa, por favor—  Pidió Saya a la señora que atendía.

La mujer de expresión amable le entregó lo que la oji verde pidió. —Aquí tienes.

Saya le agradeció, pagó y le dio paso a las siguientes personas.

—Un pan de yakisoba, por favor— Dijeron Sarada y Boruto a la vez, para luego mirarse a los ojos con notoria sorpresa, pues ninguno de los dos se lo esperaba. —Señora, un pan de yakisoba— volvieron a hablar al unisono.

Lo que causó que se enojaran un poco, pensando que el otro los estaba copiando a propósito.

—Lo siento, solo me queda uno— Se disculpo amablemente la señora, señalando el único pan que quedaba en la vitrina.

—Compró este pan de yakisoba desde que lo pusieron a la venta— Explico Boruto de inmediato a la Uchiha.

—Lo se, siempre hueles a yakisoba— Respondió Sarada de manera antipática.

—Así que ese pan es....

—¡Es para mi!— Lo interrumpió Sarada de inmediato, posando su mano en su cintura.

—¿Y eso por qué?

Saya suspiro mientras miraba como se desarrollaba el drama desde lejos.

—¿Y a esos que les pasa?— Cuestiono Shikku confundida al verlos discutir por un simple pan, mientras en sus brazos sostenía una bolsa llena de chocolates.

Hilo rojo [Uzumaki Boruto] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora