Tic, tac. El tiempo pasó lentamente, en aquel frío y solitario pasillo, solo las manecillas del reloj les recordaba que todo lo que había sucedido era real.
Shikku los atacó, aquella chica, quien valoraba la amistad sobre todo lo demás, quien había jurado proteger a su hermano y mejor amiga, los había atacado sin piedad.
Decidida a acabar con ellos.
—¿Puedes decirme qué sucedió?
Pidió el Yamanaka al levantar su vista hacia Saya, quien estaba apoyada contra la pared con sus brazos cruzados sobre su pecho.
Su rostro estaba bastante tranquilo a pesar de todo.
La Uchiha frunció su ceño, su amiga estaba en urgencias, había pasado alrededor de dos horas y todavía no les daban noticias.
Cosa que la irritaba y no poco.
–Según Boruto un tipo de sombra los posee— Explicó Saya, golpeando con la punta de sus sandalias el suelo. —Lo cuál significa qué algo o alguien está detrás de esto.
Saya dirigió su vista a la puerta que no daba señales de abrirse, luego soltó sus brazos, cubriendo sus manos en sus bolsillo, lista para irse.
Inojin se levantó de la silla en la que estaba, interponiendose en su camino. —¿Qué harás?
—Casi amanece, debo volver o Sarada se preocupara— Explico Saya con simpleza.
—¿Segura que solo harás eso?
—Si— La Uchiha le dio un última mirada a aquella puerta antes de alejarse.
Inojin suspiro, sabía que Saya estaba igual de afectada a él aunque no lo demostrará y necesitaba estar sola para calmar sus emociones.
...
La luz del sol iluminó cada rincón de la habitación de Saya, era bastante tarde, en un día cualquiera la joven Uchiha ya estaría esperando a que Sarada bajara para desayunar.
Pero, ese día ni siquiera se había movido de su cama, llevaba alrededor de dos horas, observando en un tipo de trance el techo sobre ella.
Todo daba vueltas en su cabeza y al mismo tiempo nada.
Sarada quien se había levantando más temprano de lo habitual, terminó de preparar el desayuno, y algo extrañada de que su hermana mayor aun no despertará camino hacia su habitación.
Luego de dar ligeros golpes a la puerta y que no hubiera respuesta decidió entrar.
Allí vio a su querida hermana, cubierta de polvo y su ropa bastante andrajosa.
—¿En donde estabas?— Cuestionó con notoria sorpresa.
Saya dirigió su vista hacia ella, antes de sentarse. —¿Qué hora es?
—Alrededor de las 6.
—Ya veo— La Uchiha de ojos color jade, se dirigió hacia el baño, sin decir otra palabra.
Aquello no le preocupo a Sarada en lo más mínimo, supuso qué había llegado de entrenar bastante tarde y no tuvo energías de bañarse antes de dormir.
Justo cuando iba a salir de la habitación, una camisa cubierta de sangre llamo su atención, junto al algodón y alcohol.
—Sigue siendo tan descuidada como siempre— Murmuró, un tanto en desacuerdo, pero sabía que sin importar cuanto le pidiera que fuera mas cuidadosa, su hermana haría oídos sordos, con eso en mente suspiro antes de salir.
...
Inojin y Saya caminaban uno al lado del otro, cada uno sumido en sus propios pensamientos, Sumire y su equipo había sido atacado por un hombre que perdió sus estribos de repente.
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Hilo rojo [Uzumaki Boruto]
Fiksi PenggemarSaya es todo lo contrario que se puede esperar de una Uchiha, en términos de fuerza, determinación y personalidad. No tiene una gran ambición, su sueño puede ser incluso inferior al de los demás. Sólo hay algo de lo que si esta segura. No va a se...