Parte 11

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— Ya dígame, Señor Minho, ¿Que pensó que haría? — exigió el más bajo.

— No te lo voy a decir — aseguro Minho con la vista centrada en la carretera — Y no intentes preguntarselo a Changbin.

— El señor Bin solo quería ayudar, ¿Está molesto con el?.

— ¿Ayudar? — bufo — es un idiota.

— Usted tiene que agradecer su ayuda, le compro el pastel — regañó.

— Yo no pienso agradecerle nada — exclamo con molestia.

— Cuando lo vea le va a decir gracias y le dara un abrazo — ordeno el más bajo con una expresión molesta.

— ¿Debería sentirme intimidado? — pregunto con una sonrisa enternecida, pues más que molestia, su rostro expresaba ternura absoluta.

— ¿Está burlándose de mi? — se quejo ahora con un puchero en el rostro.

Minho sonrió a través del espejo retrovisor, fue entonces cuando se percato del vehículo que venía detrás de ellos.

— Ese auto lleva siguiéndonos desde el inicio de la carretera — notificó con preocupación, Jisung volteo para observar más detalladamente y la armonía del viaje se torno inquietante.

— Son tres vehículos, señor Minho — alerto.

— Jisung, será mejor que llames a Chan — El mencionado acato la orden con prisa, utilizando un radar que solo ellos dos compartían.

— Este camino no nos lleva al laboratorio — advirtió el menor.

— Lo se, llevarlos allá sería arriesgado. — Piso el acelerador hacia un rumbo desconocido.

Los árboles comenzaron a mostrarse en el camino, las calles y el transito se reducieron a bosques, dejando un panorama ligeramente solitario.
Los vehículos detrás continuaban siguiendo sus pasos, mostrando su perseverancia.

— Chan pide que no vayamos demasiado lejos, el está en camino — advirtió Jisung.

— Lo se, trato de ganar más tiempo — declaró con la adrenalina comenzando a circular por su sangre.

A la par que la persecución continuaba, un vehículo desconocido que iba adelante de Minho freno inesperadamente, provocando que todo el tráfico presente imitara su acción.

— ¿Estás bien? — pregunto Minho, preocupado por el fuerte impulso del auto al detenerse tan de repente.

— Estoy bien — aseguro Jisung ligeramente mareado.

De los vehículos evacuaron un grupo de hombres armados, llevaban unos tatuajes extraños en los brazos y una expresión confiada.
Minho analizo las posibilidades de escape, pues estaban completamente acorralados en medio de una carretera rodeada de un bosque profundo.

— Jisung — llamo — tendrás que correr — entonces el menor reaccionó.

— ¿Y usted? — pregunto con pánico.

— Iré tras de ti, quiero que corras sin parar y te escondas detrás de los árboles — ordeno con prisa.

Jisung se inclino y abrió la puerta del vehículo con agilidad, sumergiendose entre las ramas e impurezas de la foresta.
Minho, contrario a este, llamo la atención del enemigo elevando las manos con rendición, y señaló la manija de la puerta antes de abrirla.
Uno de los hombres se acercó con advertencia hacia el, y le indico que bajara del vehículo.
Minho apunto su cuerpo con necedad, fingiendo confusión.
El hombre, irritado, echo un vistazo al  interior del vehículo, descubriendo así, que su principal objetivo había escapado. Con celeridad, indico a todos sus hombres seguir a Jisung mientras el se encargaba del cautivó en el auto.

Minho espero paciente la desaparición de los sujetos y cuando encontró la oportunidad, abrió la puerta con un gran impulso, arrojando al enemigo sobre el suelo.
Antes de que esté siquiera logrará reaccionar, consumo su conciencia con un golpe certero en la nuca.

Rápidamente salió disparado hacia el bosque, filtrándose entre los escombros por dónde había perdido de vista a Jisung. La profundidad de la foresta lo abrazo con una helada bienvenida, consumando su energía de forma progresiva. Entonces una voz dulce y familiar se escuchó entre los árboles.

— Señor Minho — llamo con voz baja — por aquí — indico Jisung.

Minho recorrió el paisaje con la vista, encontrando al castaño a unos metros de su ubicación, escondido detrás de una gran roca.
Sin espera alguna, atravesó la distancia con pasos veloces, fue entonces cuando el disparo de un láser se escuchó por todo el bosque, incluso espantando a algunos pájaros.
Minho cayó indefenso sobre la tierra, quejidos de dolor brotaron de sus labios mientras sus manos se aferraban a su pierna lesionada con sufrimiento.

— ¡Señor Minho! — grito Jisung, revelando su localización.

— ¡Corre! — ordeno el mayor con dolor.

Contrario a lo demandado, Jisung se precipito hacia Minho y lo ayudo a levantarse, varios disparos comenzaron a escucharse luego de que ambos se escondieran debajo de los brotes.

— Tengo que sacarlo de aquí — afirmó Jisung con decisión.

— No puedo mantenerme en pie, voy a estorbarte.

— ¡No lo voy a dejar aquí señor Minho! — aseguro imponente y algunas lágrimas comenzaron a escapar de sus ojos.

— De acuerdo — decidió Minho, haciendo el esfuerzo de ponerse en pie.
Jisung le pidió apoyarse en su hombro y juntos comenzaron a correr sin parar.

En medio de la persecución, Minho freno sus pasos al obtener una idea arriesgada y con muy poco porcentaje de funcionalidad.

— ¿Qué hace?, No se detenga señor Minho — alerto el más bajo con inquietud.

Entonces Minho sujeto su muñeca con suavidad y tiro de ella para tenerlo en frente, Jisung se mostro confuso ante la repentina acción y sus ojos acuosos mostraron preocupación al escuchar los pasos del enemigo más cerca de lo normal.

— Jisung...¿En verdad me quieres con vida? — pregunto antes de realizar su hazaña.

— Claro que sí Señor Minho — declaró el castaño con vehemencia.

El enemigo se mostró a la vista, y se escucharon los lásers prepararse para ser liberados en busca de su víctima.

Minho se apresuro a tomar las mejillas del castaño y sin meditarlo mucho, junto sus labios en un beso fugaz que Jisung recibió con sorpresa.
El piso se removió como si una tormenta de viento se atravesará en zonas polvosas. Las hojas, piedras, y hasta la tierra comenzaron a elevarse formando un capullo seguro en medio de la pareja. El fuego de las armas fue incapaz de rebasar aquella fuerza y sin resistencia se elevo por los aires perdiendo su peligrosidad.

La magia del momento logro amenizar la situación, sumergiendo a la pareja en un mundo ficticio donde solo existian ellos dos junto al panorámico bosque.
Minho dió un paso más, sosteniendo la cintura de Jisung con anhelo para profundizar el beso y sentir al menor con todo su esplendor.
Entonces todo regreso a la normalidad cuando ambos se separaron, las rocas y polvo reanudaron a su sitio y el enemigo volvió a tener vista de su objetivo.
De pronto, un par de disparos se escucharon a pocos metros y los hombres cayeron inconscientes previo a esto.
De entre los árboles se mostró Chan, con un láser en sus manos y una preocupación notoria en su rostro.

— ¡Cielos! ¿Estás bien Joe? — pregunto con inquietud.

— Si, gracias por llegar Chan.

— Crei que ellos te habían atrapado cuando ví el auto vacío en la carretera — declaro.

— Minho me ayudo a escapar y está herido — señaló con la tristeza regresando a su cuerpo.

— Tranquilo, estoy bien, la herida no es tan profunda — aseguro Minho.

— Te ayudaremos a regresar a casa — afirmo Chan.



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¿Qué tal su noche?
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ALIEN / Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora