ALIEN / Minsung

Parte 12

7:00 am

— Señor Minho, no intente levantarse, se va a lastimar — regañó el menor.

— Solo quería un vaso de agua; además, la herida es superficial, puedo manejarlo — aseguró Minho.

— Usted pídalo y yo lo traeré — ordenó — tenemos que cuidar su vendaje.

— Está bien — suspiró resignado.

Jisung mostró una sonrisa satisfecha y partió a la cocina antes de regresar con la bandeja del almuerzo en sus manos, recostándose al lado de Minho para mayor comodidad.

— Muy bien, ahora abra la boca — pidió amablemente mientras recogía una buena porción con un utensilio.

Minho se mostró extrañado y sujetó las manos de Jisung para detener la dirección de la cuchara.

— Sung, la lesión fue en la pierna; puedo comer con las manos — aseguró con gracia.

— Lo sé, pero usted se lesionó por culpa mía, así que yo le debo mi completa atención hasta que recupere su pierna — sentenció, retomando la dirección de su cuchara hacia los labios del mayor con una expresión decidida.

Minho observó a Jisung con anhelo, tomando su declaración con total aprecio y recibiendo el bocado que él le ofrecía.

— Y no olvidemos el agua — sugirió, acercando el vaso con líquido hacia Minho.

— A este paso me voy a convertir en un vago — inquirió.

— También puedo ir a la tienda, sé contar — garantizó con decisión.

— Claro que no, Sung, está haciendo mucho frío.

— Solo quiero ser útil mientras usted se recupera — hizo un mohín con los labios.

Minho sonrió nuevamente, conmovido por la inmensa dulzura que el castaño emanaba constantemente.

— Ven aquí — llamó de repente. Jisung mostró confusión al no comprender a qué se refería cuando él ya estaba bastante cerca. Entonces, Minho arrastró al castaño, sentándolo en una de sus piernas para rodearlo con sus brazos en un cálido abrazo — Tengo algo de frío, sé útil y caliéntame.

Jisung acató la orden con un sonrojo, aferrando su cabeza al pecho del mayor mientras sus brazos se sostenían de sus hombros.

6:00 am

Al despertar, Minho se encontró con un exquisito desayuno acompañado de una pequeña nota que decía "disfrútame" en el centro de la bandeja. Su primera reacción fue presionar suavemente las mejillas del menor antes de expresar su gratitud por el gesto.

Durante la noche, Jisung entró en la habitación con su guitarra y comenzó a tocar una canción, aunque ejecutada de manera un tanto torpe, su pasión ardiente era palpable. Minho no pudo evitar soltar unas risas entre la actuación, lo que le valió una regañina por parte del castaño.

Al siguiente amanecer, Minho se encontró con Jisung aferrado a él como un koala, buscando calor en la fresca mañana. La tarde transcurrió de manera similar, compartiendo una hermosa puesta de sol junto al castaño, mientras se permitía tocar algunas canciones de su infancia en la guitarra.

Para el sexto día, Minho apenas sentía molestias en su pierna, excepto por una leve comezón que intentaba ignorar. Una sensación de inquietud comenzó a surgir en su pecho al considerar la posibilidad de perder la atención de Jisung.

Entonces fingió malestar cuando ya era inexistente, Jisung disfrutaba merodear por su alrededor como una garrapata andante.

— Puedo hacerlo solo, no te preocupes — aseguro Minho, refiriéndose a su vendaje.

— Entonces, iré a tomar una ducha — sonrió Jisung, retirándose de la habitación.

Aprovechando su ausencia, Minho se aventuró a la sala en busca de algo para picar. Sin previo aviso, Jisung irrumpió en la misma habitación con solo unos pantalones cubriendo su cuerpo, sorprendiendo a ambos.

— S-señor Minho — tartamudeó el menor con perplejidad, ocultando su torso desnudo con los brazos.

El más alto emitió un quejido de dolor que Jisung, creyendo de inmediato, corrió a socorrer sin importar lo ocurrido anteriormente.

Minho aprovechó la proximidad del sillón para atrapar al castaño y caer sobre él en la suavidad del mueble. Ambos se observaron con anhelo, convirtiendo el silencio de la noche en un momento de tensión.

Minho contempló los labios del castaño con vehemencia, recordando la escena en el bosque que rondaba en su mente cada noche.

— Jisung, hay algo importante que debemos hablar — soltó en medio del silencio.

— ¿Sobre que? — pregunto el menor con nerviosismo.

— El beso en el bosque — agrego el tema, observando como las mejillas del pelinegro se teñian de rojo y las decoraciones de la sala comenzaban a moverse.

— Debes aprender a controlar eso — sugirió, acercándose peligrosamente al rostro de Jisung — se que puedes hacerlo — susurro con suavidad, guiando sus labios hacia las mejillas del menor.

Con delicadeza, comenzó a distribuir besos por su cálida piel, llegando a rozar la zona sensible de su oreja.

— Lo está haciendo bien — susurro al notar que las cosas dejaban de moverse.

— S..eñor Minho — interrumpió pelinegro y el mencionado murmuro un ligero "¿Mm?" — Está tocandome con su...

Minho bajo la mirada y se sorprendio al notar que había estado restregandose sobre Jisung todo ese tiempo, entonces regreso la mirada al menor y percibió su respiración más profunda y el brillo lujurioso en sus ojos.

— Lo siento, no quise hacerlo — se alejó rápidamente — ¡quiero decir!, ¡si!...¡No!... Solo olvídalo ¿okey? — Jisung dejo escapar una pequeña risa y se sento en el sofá en forma de indio para observar al mayor.

— Entonces ya se siente mejor — agrego.

Minho cayó en cuenta de que se había levantado olímpicamente del sofá para alejarse de Jisung, demostrando estar completamente sano.

— Lo estoy — confesó con un suspiro — hace tres días de hecho.

— Me alegra que ya no le duela, me tenía muy preocupado — admitió el pelinegro con una sonrisa en el rostro — Si quería mi atención solo tenía que pedirlo — agrego observando sus dedos con algo de pena.

— Lo siento, déjame compensartelo — aseguro Minho con decisión — A partir de ahora, yo cuidare de ti, ¿Te parece?.

Jisung observo al mayor con asombro y asintió una par de veces ante la propuesta.

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Dos caps por qué... ¿Por qué no?