CAPÍTULO 9

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GOJO POV

No pude resistir la forma en la que Yuji se veía. ¡Mierda! Un minuto más y me habría lanzado sobre él. Lo peor de todo es que todos lo vieron con ese maldito conjunto. ¿Cómo carajos no imaginé que se vería así de majestuoso?

- ¡Dios quiero matar a todos en ese estudio! - gruño mientras camino de regreso a mi oficina. Mi corazón late frenético, deseoso, necesitado. - ¿Cómo carajos se le ocurre venir con eso? - lanzó un vaso contra uno de los espejos de la pared.

Debería haber aceptado mi trato y ser solo mío.

Joder. Si tan solo Yuji hubiera aceptado mi oferta, no tendríamos que hacer esto. Además, ¿cómo se atreve a verse tan malditamente sexy cuando llevo semanas soportando mi deseo por tenerlo? Su inocencia debería ser un maldito pecado. Las imagenes de su sesión se repiten en mi cabeza una y otra vez haciendo que mi entrepierna reaccione a la fantasía de tenerlo debajo de mi, y arrancarle esas prendas.

Rápidamente tomo mi móvil y le envío un mensaje al fotógrafo.

.

Envíame las fotos de Yuji, yo elegiré cuales se usarán. Del resto, escojan las que quieran.
Satoru

.

Sobre mi pvt0 cadáver pienso dejar que usen esa última foto.

Tengo una maldita montaña de trabajo, pero concentración es algo de lo que ciertamente carezco en este momento. No puedo sacar de mi mente la forma en la que Yuji se veía, su aperlada piel, sus delicadas curvas, la forma en que ese conjunto resaltaba cada centímetro de su cuerpo. Mierda, eso es lo más cerca a la intimidad que lo he tenido.

- Ugh. - me quejo al sentir el problema en mi entrepierna. - Maldición, lo voy hacer pagar por esto. - un toque en la puerta capta mi atención. - ¿Ahora qué? - grito de mala gana.

La puerta se abre un sonriente Suguru entra. - Mira como estas - parece divertido al verme caminar fúrico de un lado a otro.

- Un chiste estúpido y juro que te voy a patear el trasero, Suguru. - advierto mientras me sirvo otro trago de whisky y lo bebo de golpe. - ¿Vinieron por él? - pregunto antes de sentarme.

- Usualmente aprovecharía el momento para reírme en tu cara, pero lo cierto es que estoy preocupado. - admite mientras se tumba en el sofá. - Y no, no vinieron por él, yo le pedí un taxi de la compañía, así estaremos seguros de que si fue a su casa. - suspira y se sienta.

Un silencio incomodo invade la habitación. Hay muchas cosas que quiero preguntar, que rondan mi mente sin descanso, pero al mismo tiempo implica que Suguru sepa más de lo que ha pasado con Yuji.

- Satoru, ¿sabías que Yuji es virgen? - la pregunta me cae como un balde de agua fría, esperaba se mantuviera callado un rato más, pero si quiero detener al pequeño zorrito de hacer esta estupidez supongo que tendré que darle un poco más de información a Suguru.

- No, no lo sabía. Me enteré hace una semana. - sirvo otro trago.

- ¿El día que saliste corriendo de la oficina, no? - se levanta y se sirve un trago - No sé que diablos pasó entre ustedes, pero no puedes dejar que Yuji haga esto. - hace una pausa y bebe - Él es el tipo de niños que espera que su primera vez sea lo más romántico del mundo, que sea algo especial. No que se lo coja un desconocido que pago por él. - a diferencia de otras ocasiones la expresión de Suguru es bastante seria y cada una de sus palabras se siente como un maldito puñal en el pecho.

- Le ofrecí un acuerdo de exclusividad y lo rechazó. - chasqueo la lengua y aparto mi trago - Y hoy viene con esto. Ya firmó un contrato para la subasta, así que no hay nada que pueda hacer. - suspiro enojado.

AST - INOCENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora