CAPÍTULO 22

53 3 0
                                    

SATORU POV

La subasta fue todo un éxito, como siempre. No hubo contratiempos, ni interrupciones no deseadas y eso es más que suficiente en muchos sentidos, me ha quitado un peso de encima, por lo que ahora me puedo concentrar de lleno en la búsqueda de Mahito y en la protección de Yuji.

He construido mi vida y mi imperio a base de control y disciplina, pero pierdo todo eso cuando estoy con él y eso es peligroso, incluso fui tan atrevido para hacerme un tatuaje en la p0lla de sus labios, admito que fue en un momento de irracionalidad y emoción, pero no me arrepiento de ello. Agradezco que llegara a pedir trabajo a la tienda, aunque si hubiese trabajado en algún otro lugar, lo habría comprado sólo para tenerlo cerca. Él me hace sentir vivo, amo el calor que siento al tenerlo cada noche entre mis brazos, la dulce voz que usa al llamarme, la luz y amor que transmiten sus ojos al verme es lo más hermoso que he visto en mi vida y haría de esta ciudad un infierno si alguien se atreviera a tocarlo o lastimarlo, es por eso que estoy buscando a ese imbécil de Mahito.

– Satoru, la fiesta está por comenzar. – Yuji entra a mi oficina vistiendo un hermoso traje blanco a juego con el mío, la única diferencia es que los detalles de su traje son de un tono celeste pálido, mientras que los de mi traje son de un tono similar a los de mis ojos.

– Iré en un momento. – levanto mi mano invitándolo a acercarse. – Ven, cielo. – su dulce sonrisa es lo único que necesito para sentirme como en casa, en cualquier lugar.

Yuji cierra la puerta con llave y avanza hacia mí con un elegante y sensual andar, su cadera se balancea de forma rítmica buscando provocarme. Giro un poco mi silla para recibirlo, Yuji extiende su mano para tomar la mía y haciendo unos delicados movimientos, se acomoda sobre mi regazo.

– ¿Pasa algo, amor? – pregunta antes de besar mi mejilla, al mismo tiempo, desliza sus manos por mis hombros dándome un suave masaje que hace que mi estrés se esfume por un instante.

– Para nada, sólo quería admirarte de cerca porque esta noche luces más hermoso que de costumbre y pensar que alguien se enamore de mi hermoso zorrito me pone mal, así que necesito una dosis extra de amor para soportar el resto de la velada. – susurro contra sus labios mientras rozo nuestras narices compartiendo un beso esquimal.

Yuji sonríe y un delicado sonrojo cubre sus tersas mejillas haciéndolo lucir espectacularmente adorable, logrando incluso que la imagen frente a mí sea angelical, lo que me hace sentir indigno de tener a alguien tan dulce y puro como él a mi lado, sin embargo, jamás lo dejaría escapar.

Mi lindo zorrito acomoda su mentón en mi hombro y, en silencio, nos quedamos en aquella posición por unos minutos. Amo la sensación de paz que me transmite algo tan simple como esto, realmente nunca pensé que llegaría a valorar este tipo de cosas, pero con Yuji todo parece especial. Puedo sentir como su calmada respiración choca con mi cuello, su pecho subiendo y bajando perfectamente sincronizado con el mío y la forma delicada en la que sus pequeñas manos recorren mi cuerpo es un deleite que quiero vivir por siempre.

Un toque en la puerta rompe la tranquilidad de nuestro momento, es Suguru pidiéndonos que bajemos, ya que la fiesta está por comenzar.

– ¿Suficiente amor para el resto de la velada? – pregunta Yuji al compás de una suave risa.

– Casi, aunque puede que necesite un poco más estando allá abajo. – beso su cuello y le ayudo a ponerse de pie y le sigo. Él acomoda su traje rápidamente y luego acomoda el mío, asegurándose de que todo esté en su lugar.

– Cobraré extra por eso. – se pone de puntillas y compartimos un corto beso, sus labios son mi más dulce placer.

Extiendo mi mano y hago una exagerada reverencia para pedirle que me acompañe y no tarda mucho en reír ante mi gesto al mismo tiempo que toma mi mano. – Tenga por seguro que le pagaré con intereses, señor Itadori. – bromeo.

AST - INOCENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora