CAPÍTULO 11

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🩷 MINI MARATÓN 2/5 🩷

YUJI POV

Un rato más tarde Suguru entra con algunas prendas en las manos. Las conozco bien, es la ropa con la que vine hoy.

- ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo? - sube a la cama y me revisa. Nota las marcas que el tipo dejó en mi piel y sonríe.

- La cadera un poco, pero por lo demás estoy bien. Fue mejor de los que esperaba. - admito con cierto sonrojo y una carcajada de Suguru me obliga hacer un puchero. - Suguru - bufo molesto.

- Lo siento, lo siento. No quise burlarme. Es solo que también estaba nervioso, pero si todo está bien, no tengo de que preocuparme. - baja de la cama y va al baño. Escucho como abre la ducha y regresa en seguida. - Bien puse el agua un poco más caliente para que te ayude con el dolor de cadera. Toma una ducha y vístete. Debes ir a la oficina de Satoru. - me entrega una toalla y me ayuda a ponerme de pie.

Chasqueo la lengua ante de la idea de ver de nuevo a ese imbécil, pero debo terminar el trato e ir por el dinero. Luego de eso Satoru Gojo pasará a la historia como la mayor decepción de mi vida.

Me apresuro a la ducha y dejó que el agua caliente haga su trabajo. Mierda estoy muriendo de sueño, pero no quiero quedarme aquí. Demoro un rato en salir y en la cama me espera Suguru con mi ropa. Me apresuro a cambiarme mientras continuamos hablando de nimiedades.

- Esto ayudará con la incomodidad. - me entrega unas pastillas y un vaso con agua.

- En serio eres un ángel, Suguru. - sonrío aliviado - No sé cómo diablos terminaste con Satoru en esta pocilga. - dejo el vaso en la mesa y salimos de la habitación.

- Todos tenemos una historia. - es lo único que dice mientras tomamos el elevador. Al llegar a la oficina de Satoru, este se encuentra recostado en un sofá enorme.

- Satoru, Yuji está aquí. - me anuncia Suguru y guiñándome el ojo se retira, dejándonos solos.

Satoru se levanta de mala gana y va a su escritorio. - Pareces agotado - intento aliviar la tensión del ambiente.

- Siempre es así para estos eventos. Hay muchos detalles que cuidar. - dice como si no fuera nada.

- Toma asiento. - señala la silla frente a su escritorio. A paso lento llego y me siento. - Bien, todo fue un éxito. Saca un cheque, un maletín y otros documentos.

- ¿Cuánto? - pregunto sin rodeos al ver todo aquello.

Satoru sonríe satisfecho. - Voy a eso. - acomoda algunos papeles para despejar su escritorio. - La transacción se cerró en 20 millones. - dice con una leve sonrisa.

- ¿20 qué? - exclamó incrédulo.

Esto tiene que ser una maldita broma.

- En 20 millones de dólares. - repite y comienza por entregarme un cheque. - Este cheque es por la cantidad exacta de la deuda de tu casa, puedes llevarlo mañana mismo si así lo quieres. A tu cuenta se transfirieron 15 millones como concesión de herencia para evitar que se apliquen impuestos o el gobierno decida investigar la procedencia de esos fondos, y en este maletín está lo restante 3.6 millones. - decir que estoy boquiabierto es un chiste, mi mandíbula está en el piso. ¿Cómo diablos alguien terminó pagando tanto por mí si del resto escuché como las cifras no superaban ni los 5 millones?

- ¿Estás bromeando, verdad? ¿Y tu ganancia? Se supone que solo debo recibir el 70%. - cuestiono mientras analizo como esa cifra va a resolver el resto de mi vida.

- No pienso tocar ni un centavo de tu dinero, así que todo se te entregará de forma íntegra. Puedes disponer de los fondos como te mencioné de inmediato. Si sabes administrar bien el dinero, no necesitarás preocuparte por nada el resto de tu vida. - deja todo a mi disposición y remueve un par de papeles. - Si decides seguir trabajando en la tienda de lencería solo habla con Mei Mei, ella se encargará de todo. - esboza una muy leve sonrisa que se asoma por la comisura derecha.

AST - INOCENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora