CAPÍTULO 14

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🩷 MINI MARATÓN 5/5 🩷

SATORU POV

Solucionar los problemas de forma medianamente amigable es un arte en este negocio, las guerras y los as3s!nat0s son para las mafias y las pandillas, o eso creí hasta ahora porque por primera vez en mi maldita existencia, mi deseo por tomar una vida con mis propias manos es incontrolable. Si pueda comparar la intensidad con la que mi sangre está hirviendo en este momento, definitivamente seria con magma.

Mantuve lejos al pequeño zorrito tanto como pude, me las arreglé para mantenerlo en el anonimato tanto como me fue posible, y este bastardo infeliz no solo se las arregló para colarse en mis negocios, sino que atrevió a ir por él, intentó propasarse de la forma más vulgar y vil y peor aún se atrevió a poner sus asquerosos manos sobre él para lastimarlo.

¿Quién carajos se cree que es?

Contrato o no con Yuji, ese bastardo me las va a pagar.

Mis hombres ya se encuentran buscándolo, pero hay algo más que me inquieta. ¿Cómo sabe de él? ¿Desde cuándo y por qué ahora?

Una llamada interrumpe mi martirio interno. Es Yuuta.

- Más vale que tengas lo que te pedí. - siseo mientras continúo merodeando las calles rumbo a la casa de Yuji. Por supuesto que no le confiaré su seguridad a nadie, preciso de verificar todo por mi cuenta cuando se trata de él. No por nada me colé en ese restaurante.

- Si, señor. - hace una breve pausa que me exaspera un poco, pero rápidamente comienza a hablar. - Solo tenemos un nombre, Mahito. Según los datos recolectados de los diversos lugares en los que pudimos rastrearlo y seguirle el paso, es la persona que estuvo merodeando hace meses al joven Itadori. - mis manos aprietan con fuerza el timón y me detengo en un semáforo.

Eso no es lo que quiero saber ahora. Necesito saber donde carajos se esconde.

- Entiendo perfectamente esa parte, pero eso no es lo que me interesa ahora. - espeto desesperado. - Necesito su ubicación, o una forma de encontrarlo cuanto antes. Él bastardo fue directo por Yuji. - elevo mi voz sin querer.

- Sobre eso... - mentiene su temple y continua con calma - No tenemos una dirección porque se las ha arreglado para mantenerse en movimiento desde hace poco más de seis meses. Sus pagos son siempre en efectivo por lo que no es tan fácil conseguir sus ubicaciones previas, sé que no es algo que vaya a ayudar muicho en este momento, pero normalmente se queda en moteles de mala muerte una o dos noches. Aparte de que se ha relacionado con algunos de sus socios como acompañante, pero no en el sentido elegante. - enfatiza lo último.

- Mierda, es como si no tuviéramos nada. - golpeo el timón con ambas manos. - Envía todo lo que tienes en este momento a mi oficina, quiero los nombres de los tipos que lo ayudaron a filtrarse a mi negocio. Y no me importa lo que tengas que hacer o los métodos que tengas que emplear, pero quiero saber dónde está escondiéndose ese infeliz. - grito mi orden antes de terminar la llamada.

Piso el acelerador a fondo con la intención de hacer mi estadía fuera de la oficina más corta. Ni de chiste pienso dejarlo solo sabiendo que ese imbécil esta atrás de él.

Me toma unos 20 minutos más llegar a su casa y por fortuna un grupo de mis hombres ya está inspeccionando el lugar. Al parecer no ha habido intromisiones a la casa de ningún tipo, por lo tanto debo aprovechar para llevarme el dinero que le di a Yuji en efectivo, y asegurar el lugar.

Habiéndolo observado por tanto tiempo, no me es difícil encontrar "su famoso escondite secreto". Yuji suele esconder las cosas más valiosas e importantes en su habitación, para ser exacto en su armario, bajo la cuarta tabla del piso. Por primera vez entro a su habitación y tal como esperaba todo es perfecto, tiene un toque delicado sin dejar de ser masculino, además su aroma está fuertemente impregnado en el lugar. Me apresuro a su armario y todo está en su lugar. Busco con rapidez el maletín del dinero y algunas otras cosas ocultas ahí, sería descortés no llevar sus pequeños tesoros sabiendo que no podrá volver a su casa por un tiempo.

AST - INOCENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora