CAPÍTULO 21

49 2 0
                                    

YUJI POV

Me hace un poco de gracia recordar todos los gritos e insultos que Megumi y Nobara me soltaron cuando les confesé que estaba saliendo con Satoru, luego de que me advirtieron un sinfín de veces que era una mala idea. Nobara juró darle una paliza cuando lo viera y Megumi solo se limitó a decir que si me lastimaba lo mataría, así que más que una pijamada fue una noche de regaños.

No sé qué decir al respecto porque sé que tienen razón en muchas cosas y que no pueden evitar preocuparse, pero sé que los sentimientos de Satoru hacia mí son sinceros y que no dejará que nadie me lastime, él siempre cumple sus promesas. Ellos no lo comprenden, pero mientras lo respeten, todos estaremos bien.

Con Gumi y Nobara profundamente dormidos, voy a mi cuarto donde pido al guardaespaldas que me dé un momento de privacidad para tomar una ducha. En mi breve caminata al baño reflexiono sobre este día, lo emocionante que fueron mis clases y lo divertido que fue pasar la noche con mis amigos como siempre, extrañaba las trivialidades y momentos de paz que una vida cotidiana y normal puede dar.

Al llegar al baño, cierro la puerta con seguro y rápidamente me deshago de mi ropa para tomar un baño tibio. Lavo mi cuerpo con una esponja suave, al cerrar mis ojos solo imagino las manos de Satoru recorriendo mi cuerpo y no puedo evitar soltar uno que otro sonido obsceno al caer v!ct!m4 de mi imaginación. Termino de limpiar mi cuerpo y al llegar al tocador tomo unos aceites esenciales que Suguru me recomendó, es la primera vez que uso algo así, así que espero hacerlo bien.

Unto un poco detrás de mis orejas, en la parte posterior de mi cuello, en mis clavículas, en mis muñecas y en mi vientre. Después de esto, seco un poco mi cabello y me pongo un pijama holgado que consiste en una camiseta de Satoru, y un pantalón suelto.

Al abrir la puerta del baño, me sobresalto al ver a Satoru acomodado en mi cama.

– Limpio y listo para volverte a ensuciar. Qué lindo gesto, mi amor. – se incorpora con rapidez tomando asiento y extiende su mano, a lo que obediente me acerco y tiendo mi mano en respuesta.

Mi corazón se acelera al primer contacto, la forma en la que me mira en este momento hace que mis piernas tiemblen de emoción. Es increíble lo cómodo que puedo sentirme con él aun cuando siento que está por devorarme. Mi vientre cosquillea y siento la temperatura de mi cuerpo subir ante la idea de sentirlo dentro de mí otra vez.

– El postre es después de la cena. – bromeo mientras me siento sobre sus piernas y con mis brazos rodeo su cuello para forzarlo a acercarse más, dejando nuestros rostros a centímetros de distancia.

– Hay momentos en los que se me debería permitir ir directo por el postre. – se agacha un poco y hunde su nariz en el espacio entre mi cuello y mi hombro, el calor de su respiración hace que una corriente recorra toda mi columna, deseando más. – Hueles muy bien. – pasa su lengua por mi cuello y suelto un chillido acompañado de un fuerte jadeo.

Puedo escuchar su risilla de victoria. – La cena... Satoru. – susurro rogando que me diga que podemos saltárnosla.

Se aleja un poco y puedo ver una sonrisa traviesa formarse en sus labios, como si planeara algo más, se está conteniendo y no sé por qué.

– Estaré encantado de probar lo que tan habilidosas manos han preparado para mí. – lleva su mano a la parte trasera de su cuello para tomar una de mis manos y traerla al frente donde entrelaza nuestros dedos y deja un beso en cada dedo. – ¿Vamos? – pasa su lengua por mi muñeca y siento mis mejillas arder.

Con cierta decepción me pongo de pie y tomando su mano lo jalo hacia mí, abrazo su cintura y hundo mi nariz en su pecho, buscando la fragancia que tanto me encanta. Satoru no tarda en acunarme entre sus brazos y dejar un par de besos en mi cabeza.

AST - INOCENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora