Una canción (Shadows House)

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–~Si limpiamos,~
~el hollín se acumula mañana.~
~Si el hollín se acumula,~
~podemos limpiar de nuevo~

La canción es la misma que todos conocen, pero los labios de Suzie le dan una entonación especial. Así, hace saber el café más dulce, los invita a seguir demostrando su gratitud a la mansión Shadows.

Claro, es opacada por el grito de asco incontenible que Emilyko suelta después, sin haber resistido al café no-especial con el que reemplazó al café especial. Pero Shaun no puede evitar darse cuenta de que la tonada era casi igual a un canción de cuna.

[🎶🎶✿🎶🎶]

Bajo el manto de la noche, no se veía nada. Daba miedo. Por eso, una niña pequeña, recién despierta de una pesadilla, había subido a la cama de su hermano, igual de asustado que ella. Sin embargo, había una voz que guiaba a esos pequeños hermanitos. Esa voz melodiosa cantaba una canción de cuna, y unas manos amables acariciaban las cabezas de los niños pequeños, invitándolos a dormir, a abrazar el sueño sin temer a las pesadillas.

Cualquiera asociaría esta escena con la labor de una madre, pero quien consolaba a los niños tenía un cuerpecito mucho más menudo; era su hermana mayor. 

–¿Dónde está papá? – Preguntó la joven Victoria, de 6 años.

–Tenía una cena con un par de socios –. Contestó la niña mayor, interrumpiendo su canción. Su padre, un boticario de clase media, solía concurrir a muchas reuniones con la esperanza de expandir su negocio.

–¿Crees que volverá tarde otra vez? – Se unió Alexander, que cursaba ya los 8.

–Seguramente. Ahora vengan, que acomodaré sus sábanas. Están muy dispersas.

Los niños se acurrucaron para dormir, mientras la chica ordenaba las sábanas y mantas que hubieran removido de encima suyo antes. Victoria, criatura de pensar y sentir mucho, pero de expresarse poco, rompió en lágrimas de repente.

–Oh, Vicky... ¿Quieres decirme qué te ocurre? – Su hermana se sentó en el borde de la cama, y posó su hacendosa mano en el regazo de la niña.

–Ha tenido miedo toda la semana porque mañana es tu selección –. Informó Alexander en su lugar –. La verdad... Yo también tengo dudas, Suzanna. Si te llevan a la casa sombra, ¿quién nos contará cuentos, o nos llevará a casa tras el colegio, o nos hará la comida?

–Si eso pasara, es cierto que sería un gran cambio, pero sé que se acostumbrarían con el tiempo. Papá sabrá cuidarlos.

–P-pero... – Sollozó Vicky –. ¡Yo no quiero acostumbrarme a vivir sin mi hermana! ¡Yo quiero que ella esté ahí conmigo!

Suzanna atrajo a Victoria en un fuerte abrazo, e invitó a Alexander con la mirada. El niño quiso negarse, pero inevitablemente se unió. Los abrazos de su hermana eran experiencias demasiado buenas como para desperdiciarlas sabiendo que quizás ya no las tendría de nuevo.

–Si me invitaran a la casa sombra, no podría hacer nada para denegarlo, es un honor demasiado grande –. Murmuró Suzanna –. Pero puedo hacer algo para que me recuerden; ¿Les gustaría que les enseñe la canción de cuna que solía cantar mamá cuando era pequeña?

–¿En serio? – Vicky se entusiasmó. Ella realmente nunca había escuchado esa nana, más allá de que Suzanna tarareaba el ritmo de vez en cuando.

–¿De verdad harías eso, Suzie? – Los ojos de Alex brillaron. Él apenas recordaba la canción, ya que tenía como 3 años cuando su madre falleció, pero siempre había deseado escucharla completa y recuperar ese pedazo de él mismo.

–¡Por supuesto! – Suzanna sonrió, y carraspeó antes de empezar a cantar.

El tiempo pareció detenerse cuando, después de 5 años, aquella vieja nana volvió a inundar de ternura las paredes de la casa. Tras un par de repeticiones, Alexander empezó a cantar junto a su hermana, aunque su voz fuera mucho más torpe. Victoria se les unió poco después, aunque no pasó mucho antes de que cayera dormida.

Tomando a Victoria entre sus brazos, y sin parar su canción, Suzanna la llevó de vuelta a su camita y la arropó entre las sábanas con bordados de flores rosadas.

Alexander, por otra parte, ya había dejado de cantar en voz alta, pero repasaba mentalmente su letra. No quería olvidarla más. Antes de dormirse, susurró a su hermana:

–Si te eligen... ¿Nos saludarás antes de subir al tren?

–Claro que lo haré.

–¿Lo prometes?

–Lo prometo –. Suzanna depositó un beso en la frente de Alexander, y volvió a su habitación.

Sin embargo, al día siguiente, Alexander y Victoria vieron a su hermana irse sin decir ni un "adiós" a pesar de lo mucho que la llamaban. El padre no pudo evitar reflexionar sobre lo mucho que se parecía ella a un ángel, con su flamante vestido blanco; casi sintió que la niña iba sino a reunirse con su madre.

Esa noche, en su casa, los tres cantaron al unísono la canción de cuna.

[🎶🎶✿🎶🎶]

Y ahora, sin darse cuenta siquiera, Suzie entonaba la canción de su querida madre al intentar calmar a los muñecos. Le había conferido una letra distinta, un ritmo distinto, pero si Victoria y Alexander estuvieran ahí, habrían sabido enseguida que era la misma.

[🎶🎶✿N/A✿🎶🎶]

Palabras utilizadas (sin contar N/A): 858

Hubiera querido escribir la canción que cantó Suzie, pero no encontré nada que pudiera utilizar 😞

En fin, hacía ya un tiempo que fantaseaba con fanarts de los personajes de Shadows House durante su selección, pero como no tengo idea de dibujo se me ocurrió hacer un pequeño texto ¯⁠\⁠_⁠(⁠ツ⁠)⁠_⁠/⁠¯

El cuartito del fondoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora