La Melliza Potter y El Príncipe de Slytherin

El cumpleaños de Dudley

T/N y Harry Potter, los mellizos Potter, ellos físicamente eran muy parecidos. Harry Potter era un niño de diez años, alto pero no tan gigante, de rostro delgado, ojos azules, cabello negro y corto y rodillas huesudas. Era atractivo, pero no tanto como su hermana o eso era lo que le decían los niños del colegio que se habían enamorado de su hermana. También Harry llevaba gafas redondas y lo único que le gustaba de su apariencia era la fina cicatriz en forma de rayo en su frente.
T/N Potter, sin embargo, también era muy parecida a Harry, pero ella era más atractiva que Harry, o al menos eso era lo que le decían los niños del colegio que se habían enamorado de ella y los que molestaban a Harry. Ella al igual que su hermano, también tenía diez años, tenía cabello negro y largo, era alta pero no tan gigante, de rostro delgado y ojos avellana. Muy parecida a Harry, solo que ella no llevaba gafas y no tenía rodillas huesudas. Y obviamente al igual que su hermano, tenía la cicatriz en forma de rayo, que su discreto fleco tapaba.

Los tíos de ellos, eran muy alcahuetes, rudos, malcriados, malos y más con ellos. Su tío Vernon era un hombre corpulento y rollizo, casi sin cuello, pero con un bigote muy largo. Su tía por otro lado era una mujer castaña, con manos huesudas, cara de caballo y un cuello muy largo y delgado, que usa para espiar a sus vecinos. Y por último su primo Dudley era rudo, gordinflón, glotón, y malcriado. Era el típico chico con pandilla para golpear a los más pequeños. Y los mellizos Potter, por otro lado, eran muy valientes, listos y buenos, pero tristemente, sus tíos Vernon y Petunia, los hacían creer que eran lo contrario a lo que eran. Así durante diez años, sin embargo, Harry y T/N, como eran unos "simples" niños o eso era lo que les hacían creer sus tíos; no podían hacer ni decir nada y lo peor de todo era que tenían que dejarse molestar por su malcriado y molesto primo Dudley. A menudo que crecían, Dudley siempre los molestaba y los hacía quedar mal con las personas. Pero a Harry y a T/N no les afectaba ya que Dudley también lo hacía con sus tíos. Sus tíos y Dudley, cada que les daban de comer, siempre les dejaban las sobras o ni siquiera les daban de comer. Por cierta razón Harry tenia rodillas huesudas, T/N no las tenía gracias a qué ella era muy astuta, ella ha escondidas de sus tíos se filtraba a la cocina para agarrar comida y comérsela.

Ella depende de cuanta comida encontrará, le dejaba a Harry (que mayormente era muy poca gracias a que Dudley siempre se la comía). Sus tíos eran muy diferentes a ellos, aveces los mellizos creían que eran adoptados o que los que los dejaron en la puerta de sus tíos; se habían equivocado. Y para colmo ni siquiera les daban una habitación para dormir, ambos se tenían que dormir debajo de la escalera. No podían dormir bien, ya que dormían apretados y amontonados. A veces uno de ellos se tenía que dormir sentado para que el otro se pudiera acomodar bien (mayormente, T/N era la que tenía que dormir sentada).

Y aquí están los dos, durmiendo, incómodamente, pero está vez, Harry se sacrificó y el durmió sentado, porque notó que T/N ya tenía algunos dolores de espalda por dormir sentada. Los dos ahí estaban ahora, dormidos, pero no por mucho, gracias a qué su tía Petunia, les tocaba y tocaba la puerta para que ya despertarán.

—¡Arriba, levanténse los dos! —decia la tía Petunia, mientras tocaba la puerta y los mellizos abrían los ojos—. Buen día, T/N —dijo Harry mientras se frotaba los ojos—. Buen día, Harry —decia T/N mientras hacia lo mismo que su hermano—. Aquí están tus lentes —dijo T/N mientras le entregaba los lentes a Harry—. Gracias T/N —respondió Harry.

—Otro día, otro día aburrido en casa de nuestros tios —dijo T/N mientras sacudía su cabello—. Lo se —dijo Harry mientras ponía sus lentes—. Ellos estaban tranquilos hasta que escucharon como su molesto primo Dudley saltaba arriba de las escaleras; haciendo que les callera toda la tierra.
Ellos ya se habían acostumbrado, gracias a qué Dudley siempre los molestaba despertándolos así, pero aún así les parecía molesto. T/N que estaba cerca de la puerta la abrió y salió de debajo de las escaleras, pero cuando Harry iba a salir, Dudley lo empujó adentro.

—¡DUDLEY MALCRIADO! ¿¡QUÉ TE PASA, PORQUE LO EMPUJAS!? —T/N le gritó a Dudley, pero este pareció ignorarla y siguió corriendo hacia la cocina—. ¡Harry, estás bien! Dime que te hizo ese niño —dijo T/N girándose hacia Harry preocupada—. No me hizo nada, no te preocupes, gracias por preocuparte por mi —dijo Harry sobándose la cabeza por el golpe—. No hay de que, Harry, solo... Me preocupo por ti —dijo T/N abrazándo a Harry—. Gracias, pero mejor hay que ir a la cocina, antes de que nos lleven a rastras —sugirió Harry—. Si, es mejor —respondió T/N.

Harry y T/N caminaron hacia la cocina y cuando llegaron vieron a Dursley recibiendo comentarios de: <<Feliz cumpleaños, hijo>> <<Ya llegó el niño del cumpleaños>> Ellos al escuchar esos comentarios hicieron muecas; les daba pena ajena. Ahí fue cuando se dieron cuenta que Dudley cumplía años. La tía Petunia dejo de halagar a Dudley por su cumpleaños y se giró hacia Harry y T/N.

—¿Porque no intentan hacer el desayuno sin quemar la cocina? —les sugirió la tía Petunia sarcástica y al mismo feliz por el cumpleaños de su hijo—. Si tía Petunia —contestaron Harry y T/N—. La tía Petunia le tapaba los ojos a Dudley para entregarle sus regalos, mientras que Harry y T/N se morían de la pena ajena. —Odio hacer el desayuno —dijo T/N—. También yo, T/N —dijo Harry mientras ponía el pedazo de carne en el plato de tío Vernon—. ¡Rápido, mi café, muchachos! —dijo tío Vernon—. Si tío Vernon —dijo Harry y se giró hacia T/N.

—Tú ve por el café, yo por el desayuno —dijo Harry e inmediatamente T/N se fue por la cafetera para el café de tío Vernon—. Harry y T/N ya con el desayuno listo, lo dejaron en la mesa de tío Vernon. La tía Petunia le destapó los ojos a Dudley para que viera sus regalos. Ellos querían ver esa escena, para ver qué berrinches hacia Dudley, pero no pudieron porque su tía los mando a: a T/N a servir el café y a Harry a limpiar la mesa.

—¡DIME CUANTOS SON! —le gritó Dudley a tío Vernon; su padre—. treinta y seis, los conté yo mismo —dijo tío Vernon orgulloso por qué había hecho—. ¡TREINTA Y SEIS! ¿PORQUE? EL AÑO PASADO FUERON TREINTA Y SIETE —todo eso le gritó Dudley a su padre, mientras que Harry y T/N se morían de la pena—. No, haremos una cosa, cuando salgamos te compraremos dos regalos más, ¿que tal, terroncito? —dijo la tía Petunia intentando calmarlo—. Oh, está bien, entonces tendré.... —el intentaba contar con los dedos—. Treinta y nueve, cielo —dijo la tía Petunia.

Esa escena Harry y T/N la veían con pena ajena, porque tristemente lo que veían sus ojos no era nada nuevo que solía pasar en el cumpleaños de Dudley.

Harry y T/N en lugar de comer el desayuno, limpiaban la casa y hacían el quehacer de la casa mientras veían como Dudley se burlaba de ellos. Al finalizar, ambos se vistieron con su "mejor ropa" y salieron hacia la calle para subirse al auto.

Ellos ya se iban a subir al auto, pero tío Vernon los detuvo y les dijo:
—Se los advierto, muchachos, no me provoquen —dijo tío Vernon—. No intenten nada más, o se quedarán sin comer durante una semana —les advirtió tío Vernon—. Entren —les indico tío Vernon.

Ambos entraron al auto y ustedes cómo siempre se fueron atrás junto con Dudley.

Todo en el auto era comentarios de Dudley que hacía que ustedes se aburrieran hasta que Harry y T/N, hicieron un comentario:
—Harry y yo tuvimos un sueño —dijo T/N y todo se quedó en silencio—. Sabes que, no nos lo digan, porque si no, nos darán ganas de dormir —dijo tío Vernon y el y Dudley soltaron una carcajada y tía Petunia solo soltó una risita, ligera pero muy audible.

—Bueno, pero de todos modos se lo diremos —dijo Harry—. Mi sueño y el de T/N se trababa de un auto que volaba... —tú asentiste con la cabeza y todo volvió a quedar en silencio—. ¡LOS AUTOS NO VUELAN! —dijo tío Vernon y está vez solo el soltó una carcajada—. Ya sabemos que no vuelan, solo lo queríamos compartir —dijo T/N y ya ni ella ni Harry volvieron a hablar.

El resto del camino estuvo lleno de comentarios, tonterías y anécdotas de Dudley. Llegaron al zoológico y tío Vernon, tía Petunia, y Dudley bajaron de el y como siempre Harry y T/N al final, bajaron del auto y entraron al zoológico.