Plataforma 9¾

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Salieron del motel y se fueron a una estación de tren muggle, iban caminando en un puente y cuando pasaban mucha gente se le quedaba mirando a Hagrid por su altura.

—¿Ustedes qué me ven? —preguntó Hagrid, frustrado—. ¡Miren la hora que hora es! Tengo que dejarlos, Dumbledore seguro querrá ver su... seguro querrá verme.

—Ahora eh, su tren sale en diez minutos, tomen sus boletos, no los pierdan, son muy importantes. Guárdenlos, Harry y T/N —dijo Hagrid, entregándoles a los Mellizos los boletos, que ambos tenían en él la palabra Plataforma 9¾.

A los Mellizos les extraño que en ambos boletos dijera eso, gracias a qué la Plataforma 9¾ para ellos no existía, así que decidieron preguntarle a Hagrid.

—¿Plataforma 9¾? —dijeron los Mellizos, confundidos y extrañados—. Pero, Hagrid, debe haber un error, dice Plataforma 9¾, eso no existe, ¿o si?

Cuando los Mellizos se voltearon hacia Hagrid, él ya no estaba; los había dejado solos, ahí, en la nada. Los Mellizos no tuvieron de otra más que empezar a caminar hacia delante y encontrar la Plataforma 9¾.

—¿A dónde se habría ido Hagrid? —preguntó T/N, confundida—. No creo que nos haya dejado solos, ¿o si, Harry?

—T/N, no quiero desanimarte pero, yo creo que si, no lo veo por ningún lado —dijo Harry, melancólico.

—Bueno, es cierto. Creo que lo mejor que debemos de hacer en este tipo de situaciones, es caminar hacia adelante y haber que nos encontramos, o si no, deberíamos preguntarle a un gerente o trabajador de aquí —sugirió T/N, mientras ella y Harry caminaban.

—Tienes razón, T/N —coincidió Harry.

Los Mellizos comenzaron a caminar en lo que faltaba del puente.

—Y dime Harry, ¿qué nombre le pondrás a tu lechuza? Yo a mi murciélago... resultó ser hembra y, creo que la llamaré Bella —dijo T/N, gozosa—. ¿Tu lechuza como se llama?

—La mía, al igual que la tuya, resultó ser hembra y, la llamaré Hedwig —dijo Harry, gozoso—. Bueno, sabes, no me gustaría arruinar la conversación, pero, tenemos que enfocarnos en esta parte, porque en un abrir y cerrar de ojos... ya cruzamos el puente y nos tenemos que fijar bien en las estaciones.

—Tienes razón, Harry —respondió T/N.

Los Mellizos dejaron la conversación para poner atención en las estaciones para ver si en alguna decía plataforma 9¾.

Pasaban y veían plataforma 2, 3, 4, entre muchas otras, pero nunca la 9¾, los Mellizos ya estaban planeando regresarse, pero mejor descartaron la idea, no querían volver con los Dursley, así que mejor decidieron preguntarle a un guardia.

—Disculpe, ¿sabe dónde está la Plataforma 9¾? —le preguntaron los Mellizos al guardia.

—¿9¾? ¿Es una broma, niños? Mejor lárgense de aquí —les dijo el guardia, aturdido y fastidiado.

Los Mellizos decidieron darse por vencidos, pero... oh, oh, encontraron a una familia de seis personas, con su mismo equipaje, y que estaban hablando de «Muggles» y lo que les sorprendió más fue «La Plataforma 9¾, es por aquí». A los Mellizos les sorprendió eso porque según les había dicho Hagrid, las personas de Londres, no sabían nada de magia ni del mundo mágico, mucho menos de Hogwarts y los que sabían, a fuerzas tenían que ser personas del mundo mágico en Londres. Y los Mellizos entonces no tuvieron de otra que seguirlos, tal vez esa familia les pudiera ayudar un poco.

Los Mellizos lo siguieron y se dieron cuenta de algo, todos en esa familia eran pelirrojos, super pelirrojos, como una manzana o naranja y se dieron cuenta que todos tenían pecas abundantes. Los Mellizos los siguieron y vieron que se detuvieron en las plataformas nueve y diez.
—¡Rápido, Percy! Tú primero —una bruja baja y regordeta le dijo a ese chico alto y pelirrojo, y él rápidamente obedeció.

La Melliza Potter y El Príncipe de Slytherin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora