❝𝐇𝐎𝐔𝐒𝐄 𝐓𝐀𝐑𝐆𝐀𝐑𝐘𝐄𝐍❞ ── Velaryon, Blackwood & Valyrian's...

❝ 𝙻𝚘𝚜𝚜𝚎𝚜 2.0 ❞

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Capitulo VII: 120 d. C.

Según Champiñon relata sobre los actos que cometió el príncipe Aegon fue con toda la conciencia de la princesa Daerys, según "la hija de Laenor" no se quejo en absoluto y de hecho la niña sedujo a su tío, aunque el enano no estuvo en Drifmark. Comenzaron a darse lecciones de besos, de ahí el hijo mayor de la reina consorte pasó a enseñarle a su sobrina como tocar a un hombre para provocarle placer, además ambos príncipes se tocaban el uno a otro mientras disfrutaban el momento. Ese bufon seguía con sus historias sucias y locas mientras les decía a las masas lo que el supone que sucedió, incluso varios se lo creían y otros decían que solamente el decía eso para atraer la atención del público.

Por otro lado el segundo vástago del rey estaba observando a lo lejos al dragón de Visenya Targaryen, Vhagar, admiraba con sus ojos violetas las escamas del dragón de un verde oscuro, su cuero de un color dorado casi brillante y esos cuernos inmensos que le salían alrededor de su cráneo. El niño de diez onomásticos no podía creer que estaba solo a unos cuantos metros de "la reina de todos los dragones". Y sin más se acerco a ella, utilizo la forma de domar aún dragón y eso lo aprendió cuando su sobrino Jacaerys domo a su pequeño dragón Vermax. Ellos inmediatamente conectaron, el mentalmente le daba las gracias a su sobrina Daerys por alentar a domar un dragón que este había soñado por años, jinete y dragón sobrevolaron por todo Drifmark, Vhagar rugia cuando Aemond gritaba de la emoción al sentir el viento golpear su cara.

El niño platinado al aterrizar en Marea Alta la voz de un infante escuchó «¡Aléjate de ella!», el mitad Hightower giro su cabeza para ver quien le hablaba y quién se encontraba a la hora del búho era su sobrino menor, Joffrey de tan solo tres años. El pequeño castaño era madrugador, este se había escapado de sus aposentos y porque había escuchado un rugido proveniente del dragon de su hermana mayor y a la vez el quería pasar un poco de tiempo con su diminuto dragón, Tyraxes. El Targaryen le aconsejo mientras susurraba «guarda silencio», obviamente el pequeño no se calló y Aemond lo tuvo que callar con un empujón hacia la arena, de inmediato Joffrey se puso de pie y se fue llorando.

El hijo de menor de la delicia del reino corrió a los aposentos de sus hermanos para advertir les lo que su tercer tío le hizo. Los Velaryon se pararon de sus camas para ponerse su ropa e irse a Marea Alta. Estos al llegar se aventaron contra su tío, apesar de que eran menores que Aemond de todas formas los castaños eran tres, aunque los dos más grandes les soltaron golpes a Aemond y aquel sin dejarse que se deje golpear por unos simples niños les proporciono a cada quién uno, a Lucerys le rompió la nariz, a Joffrey le quito su espada de madera que traía en su diminuta mano y se la quebró en la cabeza a Jacaerys, ellos dos estaban heridos mientras el menor lloraba por sus hermanos, el platinado se burlo de ellos con insultos repugnantes «¡Van a morir gritando como su padre, bastardos!». El hermano mayor de Daerys ya tenía edad para entender lo que sucedía a su alrededor y este herido de la cabeza no podía hacer nada por lo tanto se dejó dar más golpes provenientes de Aemond, el heredero de Drifmark acudió al rescate de su hermano mayor sacando una daga de sus pantalones dándole una apuñalada provocando que le sacara su ojo derecho, el Targaryen se retorcía en la arena mientras gritaba y su dragón Vhagar hacia lo mismo que él sintiendo el dolor de su jinete.

Los guardias reales que tenían su turno por la noche se dirigieron a Marea Alta a saber que era lo ocurría, «¡Por los dioses!» exclamó Ser Harrold Westerling, entre tanto miraba a lo que le ocurrió al joven príncipe, estos se llevaron a todos los príncipes que estaban ahí hacia la sala del trono de los Velaryon e igualmente llamaron a traer a los familiares de los príncipes.