Capítulo diez: Broken lips

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Domingo.

Limpiaba la barra con la mirada perdida y la mente igualmente en otro lado. Pese a estar rodeado de personas se sentía solo en aquel conflicto interno en el que la respuesta era clara y a la vez confusa.

"Es raro el amor."

Pensó para sí mismo, divagando una y otra vez en aquel tema que desde el viernes lo atormentaba.

¿Sus sentimientos hacia Alastor eran verdaderos o solo era cuestión de afecto especial de amigos y nostalgia?

Sabía bien que no era normal que su corazón latiera de la emoción al mirarlo a los ojos, que al verlo sonreír sus manos temblaran y se le contagiara la sonrisa. Sabía bastante bien que sus pensamientos intrusivos de abrazarlo casi todo el tiempo o besarlo era incorrecto. ¡Debía sentirse así por una mujer! ¡No con su amigo! Pero es que... Desde su adolescencia no tuvo ninguna otra novia. Todas fueron simples polvos para pasar una borrachera pero con Alastor todo siempre era diferente.

Su peculiar manera de ser, lo dulce de sus gestos y la confianza que se tenían era un factor demasiado influyente en él. Pero no todo era color de rosa, también sabía que tal vez su amigo no llegue a sentir lo mismo, ni mucho menos es merecedor de él, de que le dedique sus sonrisas más brillantes.

No quería decepcionarlo.

Quería ayudarlo.

Sabía que los fantasmas del pasado los atormentaban a los dos. Sobretodo a Alastor, que aunque quiera verse como alguien fuerte frente a los demás era en realidad más frágil de lo que quisiera. Lo sabía por algunas actitudes que adaptaba cuándo hablaban de temas específicos como el tema de la familia. Para ambos el amor o las emociones eran unos temas completamente tabú. Los dos tenían problemas con eso.

Quería curar las heridas del pasado que le tocó vivir, quería reconfortarlo y hacerle saber que nunca más se iría de su lado, que pase lo que pase o sientan lo que sientan seguirán estando el uno para el otro.

Hace unos días atrás notó que el castaño tenía labios algo contraproducentes. Se veían suaves a la vista pero también estaban ligeramente magullados por quien sabe qué cosa. Trató de preguntarle al respecto pero él simplemente alegó que a veces solía comerse la piel de los labios por los nervios. Y en cierta parte le creía pero no del todo.

Demonios.

Quería besar esos labios rotos aunque fuera una primera y última vez. Quería experimentar su tacto y saber si en verdad eran tan tersos como creía. Quería hacer muchas cosas y no podía hacer nada porque él mismo se limitaba.

Detestaba estar en desacuerdo consigo mismo, queriendo algo que muy en el fondo siente que no merece. Queriendo a alguien a su lado sabiendo que no lo merece.

Oh, mierda ¡Estaba desperdiciando su tiempo! Pero tampoco podía borrar la culpa que sentía. Otra vez aquí, este callejón sin salida de pensamientos confusos. Husk suspiró con cansancio, saliendo de aquel letargo de pensamientos que cada día lo engullían aún más, arrastrándolo a las temibles fauces del miedo.

Tenía miedo.

Pero si era verdadero amor, se propondría conquistar en secreto al castaño, sin que este lo supiera, solamente para saber si sus sentimientos eran correspondidos. ¡Era absurdo! Pero a veces Jack podía llegar a ser motivador.

Y si, fue Jack quien lo ayudó a confirmar sus sentimientos.

«Si lo amas tanto, ¡Demuéstraselo!» le había dicho «Si es tan inteligente como dices que es, se dará cuenta de tus intenciones con él. Regálale cosas que sepas que significan mucho para él, llévalo a lugares especiales, habla entre líneas ¡Hay muchas maneras!»

★ 𝅄 𝆬  BUTCH 4 BUTCH【 𝗛𝘂𝘀𝗸𝗲𝗿𝗥𝗮𝗱𝗶𝗼 】  𝆬 𝅄 ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora