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Desde su primera cita, Max ha estado levantándose un poco más temprano para tocar la puerta del café a primera hora en la mañana y recibir su beso de buenos días, tiene aunque sea un antojo "espontáneo" de café al día y no se resiste a saciarlo, también a la hora de cerrar se asegura de acompañar a Charles a casa y una vez que llega a la suya, espera recibir el mensaje de buenas noches antes de cerrar sus ojos, totalmente perdido por el mayor.
Entonces cuando por primera vez se asoma temprano al local y está allí Yuki en lugar de Charles, su ser completo se desanima y sus hombros caen decepcionados. Se concentra en su trabajo como en una mañana cualquiera hasta que el monegasco responde a su mensaje de buenos días y le informa que es su día libre.
—Supongo que tendré que sobrevivir sin besarte hoy :( —Max responde con evidente dramatismo.
—Tal vez, o tal vez podrías venir después de tu turno y podemos tener una pequeña cita improvisada en mi sofá...
—¿Estás seguro? No quiero forzarte a pasar tu día libre junto a mí.
—¿Bromeas? Estoy muriendo sin ti.
—Entonces es una cita —Max deja el teléfono a un lado con una nueva sonrisa en su rostro, y mágicamente, su día comienza a verse mejor y mejor con el paso de las horas.
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"¿Otra vez? ¿Le estás coqueteando o llenando su jardín?" Su madre ataca tan pronto Max le entrega el dinero, pagando por el ramo de tulipanes blancos que lleva en la mano.
"Las adora, mamá, no sabes lo bonito que sonríe cada vez que le llevo flores." Suspira el rubio atontado y observa a su madre negar con una sonrisa.
"Me alegra mucho verte tan enamorado, hijo. Deberías invitarlo a cenar con nosotros."
"No estoy enamorado, mamá, es muy pronto aún." Chilla Max, su madre ríe bajito concentrada en la caja registradora.
"Eso dices, pero eres exactamente igual que tu padre cuando empezamos a salir y seis meses después estaba esperando un pequeño Max. Si charles cae tan fácil como yo, pronto estarán felizmente casados."
Y Max no dijo mucho, solo bufó y se despidió de su madre, pero claro que su corazón latía diferente mientras dejaba la tienda para dirigirse al apartamento de charles, con esperanza, estaría mintiendo si digiera que no amaría que su madre tuviera la razón como siempre.
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Charles se sienta nervioso en su sofá, sabe que Max está en camino y los nervios lo consumen por completo, nunca ha permitido a nadie adentrarse tanto en su vida y en su espacio personal como lo está haciendo con el neerlandés. Y le asusta, sí, pero también sabe que no está cometiendo un error, entonces respira profundo cuando llaman a la puerta y segundos después se asoma por esta, solo para encontrarse con bonitos ojos azules y la más bonita sonrisa que sus ojos han visto.
"Hola, Maxie" Saluda dulcemente y el rubio frente suyo responde con la acción más adorable que derrite su corazón, levantando sonriente la bolsa plástica en su mano y el ramo con sus flores favoritas en la otra.
"Hola, Charlie. Traje helado y flores para ti, ¿me dejas pasar?"
Charles duda un segundo, "Bueno, pero no me mires demasiado, no me veo muy bien hoy." Murmura apenado y finalmente abre la puerta.
Max ingresa sin decir una palabra, Charles cierra la puerta nuevamente y cuando voltea para ver al rubio se da cuenta que ya las flores y el helado han sido dejados en una mesa cercana y Max camina lentamente hasta estar en frente suyo.
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Vainilla latte y Un ramo de tulipanes - Lestappen
FanfictionA Charles le gustan los tulipanes, que también le guste el chico que los vende es solo un bonus....