Jujutsu Stories

Teardrop

Ryomen Sukuna

Yuji estaba exhausto, la pelea con Sukuna no terminaba, más bien, no le veía fin. A pesar de haberle causado mucho daño, él seguía luchando con mucha intensidad.

—¡Sukuna!— gritó Yuji con desesperación mientras se acercaba a él para golpearlo.

—Eres una molestia mocoso— evitaba sus golpes —¿¡Por qué no solo te rindes?!— lo tomó del cuello y lo arrojó contra un edificio.

Yuji se puso de pie con dificultad, sus heridas importaron poco. Se lanzó de nuevo a la lucha, Sukuna lo golpeaba en incontables veces, comenzaba a hartarse, sabía que nuevamente llegarían los demás a ayudar.

—¿Por qué no solo te rindes?— se colocó frente a él —Debes aceptar que no hay ser más fuerte que yo.

—¿Por qué no te rindes tú?— lo miró —Eres un ser despreciable, no mereces seguir aquí.

—¿Sabes cuál es tu problema?— comenzó a preparar su siguiente movimiento —Te preocupas mucho por los demás— lanzó su golpe.

—¡Todos aquí me importan!

—El que te importen los demás te hace débil.

—No lo soy, ayudare a cuantos pueda hasta que muera. No tendrías porque juzgar mi actuar, eres alguien repulsivo sin sentimiento alguno.

Soltó una ligera risa —También fui débil, y eso me costó la derrota.

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Entre sus brazos, tenía a la única mujer que ha amado. Le encantaba tenerla en su regazo mientras acariciaba su cabello y ella dormía.

__________ se caracterizaba por ser alguien seria y amable a la vez, era muy buena cocinando y también tejiendo. Se encargaba de confeccionar toda la ropa que Ryomen usaba.

Se enamoró de ella por el simple hecho de ser la primer y única persona que vio más allá de su fachada. Él no demostraba su amor con palabras, sus acciones lo decían todo.

—Ryomen— entró a su habitación —No has comido nada en todo el día, te traje fruta— dejó el tazón con la fruta sobre la mesa —¿está todo bien?— se acercó a él.

Suspiro —Todo bien— volteo a verla —No tengo hambre— tomó su mano y la colocó en su rostro.

—No, algo no está bien— Al tomarla de la mano la acercó a él para tenerla enfrente y sentarla en su regazo. —¿Qué es lo que sucede?

Ryomen la abrazaba por detrás, recordando las palabras de los hechiceros que juraban hacerlo llorar lágrimas de sangre —Voy a cuidarte, siempre voy a cuidarte— la pegaba más a ella.

—Lo sé cariño, sé que así será— acaricio sus brazos.

—No quiero que salgas de esta habitación, ni de esta casa— __________ volteo a verlo. —Si algo malo te pasara, destruirá el mundo sin dudarlo.

—¿Por qué me dices eso cariño?— lo miró extrañada.

—Porque eres lo único que me importa en este mundo miserable— besó sus manos —Solo quiero un mundo para ti y para mi.

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Ryomen había entrenado por mucho tiempo, estaba seguro que atacarían sin previo aviso. __________ obedeció y se mantuvo encerrada en una habitación especial, Ryomen haría hasta lo imposible por convertirse en el rey de los hechiceros.