Jujutsu Stories

Bad game

✫ Naoya Zenin/Suguru Geto ✫

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—200— dijo el azabache al lado de ella —Rompiste tu récord.

—Gracias— bajó de la barra.

—Bien, ya fue mucho entrenamiento por hoy— volteo a ver los demás los cuales dejaron de hacer sus respectivos ejercicios.

—Ya es hora de ir a comer algo.

—No tengo hambre— Suguru la miró, antes de decir algo más la televisión fue encendida en el canal de noticias.

"Encuentran los restos de 4 sujetos en la calle ******, todos ellos estaban desmem****** formando un círculo. En el medio de ellos había una "z" trazada con sangre. Se presume está relacionado con el clan Zenin"

__________ miró el televisor y apretó los puños con fuerza, Suguru le arrebató el control remoto a un sujeto y apagó el televisor.

—Dije que era hora de desayunar, ¡muévanse!...

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—_________— decía Geto detrás de ella —Te estoy hablando.

—Vaya, por fin llegan— dijo el albino al verlos —¿Y esas caras largas?

—Iré a mi habitación, no me molesten— paso de largo al albino el cual miró a Suguru extrañado.

—¿Qué le dijiste?

—¿Viste las noticias de esta mañana?

—Así que eso la puso de mal humor— ambos se acercaron al sofá y tomaron asiento. —______ no desistirá hasta lograrlo.

—Dijimos que la apoyaríamos, ¿lo recuerdas?

—Yo siempre cumplo mis promesas.

__________ estaba dentro de la bañera desde hacía media hora, el agua ya se estaba enfriando pero no parecía importarle. Solo miraba al techo recordando lo de aquella noche, hace ya 6 años.

Flashback

—¡Suéltame!— pataleaba tratando de golpear a los sujetos que la llevaban a una habitación —¡Les dije que me soltaran!

Aquellos hombres la arrojaron a una habitación en la cual solo había una cama.

—¡Déjenme ir!— intentó huir una vez los hombres se marcharon, al intentar abrir la puerta un hombre de cabellera rubia entró a la habitación.

—¿Qué pasa? La diversión apenas está por empezar...

Recordaba esa escena tan vivida, los gritos y sollozos retumbaban en sus oídos. Aún podía sentir su aliento en su cuerpo.

Las lágrimas salían de sus ojos —Maldita sea— salió de la bañera colocándose una toalla dirigiéndose al lavabo.

—Eres fuerte, muy fuerte y capaz— se decía así misma al espejo —No te rindas _______, no ahora— limpio sus lágrimas y salió del baño.

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—Dijeron que querías verme— entró a la oficina del jefe del clan. —¿Qué necesitas, Toji?