Capítulo 18: Mi última noche

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Thiago.

Me molestaba tener que dejarla sola para solucionar algo que yo mismo había provocado, pero ella me insistió en que la dejara hablar a solas con él.

Su hermano no parecía enojado pero si decepcionado de ella, yo estaba decepcionado de mí mismo, ella era tan fuerte y valiente, determinada a cumplir con lo que se proponía, yo la admiraba y más que eso la amaba.

Lo que sucedería en mi casa sería otra cosa, tenía que regresar ahora, más que por el grupo y el examen era para suavizar el terreno en casa, a papá no le gustará nada de esto cuando se lo cuente. Si era tal como había dicho ella y John era el presidente del "Cerrad vuestros corazones" Club, mi papá era el segundo al mando.

Yo quería contar con ellos para regresar a pedir su mano, ella no lo demostraba, pero amaba este tipo de cosas, cada libro en su pequeña biblioteca hablaban de caballeros de armadura brillante, a veces no tan caballeros, a veces no tan brillantes, pero eran personajes que amaban profundamente a su protagonista; ella era mi protagonista, yo debía convertirme en su caballero.

Entré en la habitación y cerré la puerta tras de mí, no podía estar tranquilo, caminé alrededor del pequeño espacio varias veces, si el piso fuera de arena ya estaría enterrado unos 4 o 5 metros; pero eso no ayudó a tranquilizar mis nervios, ¿estaría en problemas? ¿Qué tan grandes? Si tenía que irme esta noche lo haría para no hacerla pasar un mal rato.

Ya habían pasado casi treinta minutos desde que llegamos y nadie había subido como para tener un poco de esperanzas, ¿habrá podido convencerla de que yo era malo para ella? Su hermano era muy inteligente, y tenía razón, si un extranjero habría ido a buscar a mi hermana de la noche a la mañana, yo también lo echaría; el problema era que yo estaba magnéticamente adherido a ella, era como la gravedad, todo en mí giraba en torno a ella, era física básica.

40 minutos, esto era demasiado. No debí permitir que hablara a solas con él, debería bajar y explicarle... debería haber insistido en conversar juntos de esto... pero es que cuando me mira con esos ojos, no tengo voluntad propia.

Me acerqué a la puerta, y tomé el pomo con mis manos.

Calma Thiago, si las cosas fueran tan mal él ya me hubiera pedido que me fuera... Yo no quería causarle problemas con su hermano, era su familia.

Cuando escuché sus pequeños pasos por el pasillo me sentí tranquilo, mi mano aun sostenía la perilla, así que abrí la puerta antes de que tocara, y la abracé fuerte, esa sensación de que podría perderla era bochornosa, nunca había sido tan posesivo, la abracé y no me preocupaba si alguien nos veía, yo quería tenerla así siempre.

—¿Qué sucedió? ¿Estás bien?... eh... ¿Estamos bien? —No podía quitar ese miedo de que tal vez John pudiera haberla hecho entrar en razón; y yo era demasiado egoísta como para dejarla ir, aunque sabía que esto nos iba a traer uno que otro problema.

—Sí —dijo con voz suave, levantó la mirada y sostuvo mi cara, pero yo no aflojé mi abrazo— sólo tenemos que cumplir con una condición.

—¿Cuál? —Si no me alejaban de ella estaba dispuesto a cualquier cosa.

—Hoy tengo que dormir con mi hermana. —dijo sonriendo. Su sonrisa me hizo sonreír, su sonrisa siempre será el motivo de la mía.

—¿Pero que dijo?

—Me preguntó si estaba segura de lo que estaba haciendo, si era consciente de las consecuencias de mis acciones, si confiaba en ti, si era esto lo que yo quería...

—¿Y qué respondiste?

Yo también quería conocer las respuestas a esas preguntas, yo no podía creer la suerte que tenia de que alguien como ella se haya fijado en mí, aunque no me amara con la misma fuerza, me había dado la oportunidad de demostrárselo.

A Mormon Love StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora