N.A: Hola, esto nació en un momento de tristeza y quizás algunas pudieron leerlo...pero decidí que merecía más, así que aquí esta, los leo en comentarios, saludos!
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Se sentía perdida, vacía, completamente fuera de su cuerpo, cómo si todo lo estuviera viendo desde una gran ventana sin poder hacer nada, una pesadilla recurrente que no dejaba de repetirse, no podía gritar, no podía tomar su mano, no podía evitar que se fuera. No sabía porque le había pedido verse, tampoco sabía exactamente porque aceptó, pero una vez una frente a la otra el pasado, el dolor, el enojo todo afloró sin control.
- ¿Qué querías que hiciera? – su mirada reflejaba tanto dolor y enojo a la vez - ¿Qué esperara toda la vida?
- Dijiste que me amabas – se acercó sin saber si podía tomando su rostro – que lo harías toda la vida ¿fue mentira?
- También dijiste que me amabas, eso no te libro de romperme el corazón – tomó sus manos con delicadeza a pesar del enojo para alejarlas de su rostro – no tienes ningún derecho a recriminarme como hice las cosas
- Puedo, porque te pedí tiempo – negó sintiendo como la lluvia acompañaba a sus lágrimas – tiempo para poder acomodar todo, para poder decirle al mundo sobre nosotras
- ¡Cuatro años! – sintió que su garganta se desgarraba – esperé cuatro años – no quería dejar caer sus lágrimas – tuve que verte con tantos chicos que perdí la cuenta, ni siquiera recuerdo sus nombres
- Por favor, amor – intentó acercarse, pero el dolor en sus ojos la hizo retroceder – ya no hay esperanza para nosotras ¿verdad?
- Hace mucho tiempo que no hay un nosotras – negó y de haber podido ambas hubieran escuchado sus corazones rompiéndose
Sin saber que más decir se giró para alejarse, tenía que poner distancia ahí en medio de la tormenta, aterrada de volver a perderla, de sentir que no le quedaba nada no pudo evitar gritar, hasta que el aire abandono sus pulmones, estos se negaban a recibir otra cosa que presión, que ardor, su garganta se desgarró acompañada de un trueno y, aunque por un segundo la vio girándose hacia ella supo con seguridad que no regresaría, porque ya no había esperanza para ninguna.
Sin poder evitarlo, cómo si se tratara de una película, los últimos minutos de vida los recuerdos comenzaron a golpear su mente como rayos, tan fuertes y ruidosos que atravesaban su pecho rasgándolo sin consuelo alguno ¿había sido su culpa? ¿no había hecho suficiente? ¿tendría que haber sido más valiente? ¿no habían luchado lo suficiente para amarse?
Flashback.
- No debería tardar tanto en parar – observó por la ventana de aquel apartamento cómo la lluvia caía sin parar – gracias por dejarme quedar aquí
- Sabes que siempre eres bienvenida – se colocó en su espalda acercándola a su cuerpo por la cintura – deje ropa seca en la cama, por si quieres ducharte
- Tengo que regresar a casa – se giró acariciando su rostro con suavidad – sabes que no puedo quedarme
- No creo que el diluvio pare pronto – deslizo sus manos dentro de su camiseta mojada, acercando su boca a su cuello – quédate conmigo está noche
- Eres un peligro para mí – llevó sus manos a su cabello sujetándolo con fuerza para atraerla a su boca – un pecado que disfruto comer
- Si estamos jugando con fuego, sabes que no tengo miedo de quemarme contigo – tiro de su camiseta mojada hasta quitarla de su torso dejando un camino de besos – mi infierno personal
