Cassandra López, la hermana del futbolista Fermín López, conoce al amigo de su hermano. Experimentan sentimientos desde la primera mirada, él sólo mira el reflejo de sus ojos.
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Cassandra López.
Me encontraba en mi oficina, hace aproximadamente quince minutos le dije a Alexa que pusiera Baby, de Justin Bieber, con Ludacris. Hoy era un muy buen día, y eso lo quería hacer notar.
Un llamado a mi puerta, hizo parar mi concierto. Sólo era una empleada diciendo que era un "socio", me quería ver, pero él no había dicho nada, y consultado si yo tenía el debido tiempo para atenderlo.
De igual manera le dije que no había problema, y que lo dejara pasar, algún negocio importante habría de traer, que posiblemente haga más finanzas de alguna u otra manera.
A los minutos de haber dicho que lo dejara pasar, paré a Alexa con mi concierto, puse el aire acondicionado a un nivel más alto, y a los segundos oí un toque en la puerta, que dejé pasar. A pesar que estuviera de espaldas, configurando algo.
—Buenos días—
En mi cuerpo un escalofrío recorrió, y me quedé dura y helada, no estaba completamente segura de si era lo que yo pensaba.
—Buenos...¿días?—dije, sin querer darme la vuelta.
—¿Por qué no te das la vuelta?—preguntó.
Yo sé que esto no es algo que quiero enfrentar ahora mismo.
—¿Quién.. quién es usted?—pregunté, mientras mis manos temblaban.
—¿Por qué has de preguntarme? Si tú me conoces mejor que nadie, y sabes todo sobre mí, vamos, date la vuelta—habló.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo, me puse nerviosa. No quería sentirme débil, pero sentía la necesidad, aunque no me podía poner así.
—No te quiero obligar a darte la vuelta, Cassandra. Eh—expresa.
—Y...y no me vas a obligar—dije firmemente.
—¿Por qué te tienes miedo? Yo nunca he hecho nada malo, ¿o sí?—dijo.
—Déjame..vete, no tienes nada que estar haciendo aquí, deberías de irte—exclamé.
—He cambiado...Cassandra, ya no soy la misma persona, no soy al que tú conociste—tocó mi hombro y lo apretó levemente.
—Tú nunca has cambiado, sigues siendo la persona que yo conocí. Deberías de irte, no quiero armar un acto—exclamé.
—No armarás ningún acto, Cassandra. Sólo quiero hablar—dijo con inocencia.
—No...al menos que hablemos de negocios. "Un socio", venía a hablar, supongo que es algo de negocios—dije.
—Date la vuelta, Cassandra—pidió, con un tono. Que incluso parecía que estaba rogando.
Me vi decidida, así que me di la vuelta, y lo miré.. ¿Cómo es que sigue idéntico?
