19. ¿Segura de que solo amigos?

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Cassandra López

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Cassandra López.

Entré a mi oficina con normalidad, pero en el escritorio noté algo, eran unas flores, flores rosadas y amarillas, un ramo bastante lindo. Me fijé que traía una tarjeta de dedicatoria; "para mi 'amiga' tan linda"

Me sonrojé al leer la nota, sé perfectamente quién es, y por qué lo mandó.

En eso, oí que la puerta de mi oficina se abrió, volteé a ver.

—¿Te gustan?—preguntó un portugués de sonrisa coqueta adentrándose más a mi oficina.

—Que atrevido eres al mandarme flores, eh—sonreí, y me acerqué a él, él puso sus manos en mi cintura y me sonrió.

—Es un pequeño detalle, ni se compara con el resto de cosas que pienso darte más adelante—habló con un tono de orgullo.

Yo lo estaba mirando a los ojos y después, nuestros ojos se conectaron.

—Eres preciosa, ¿lo sabes?—dijo, mientras acariciaba mi cintura.

«Dioos...»

—Quieres tentarme, ¿no es así?—dije, mientras mordía mi labio y lo miraba traviesamente.

—Solo necesito un beso, de una rubia que me vuelve loco—se acercó un poco más.

«No... no me voy a poner nerviosa»

—Bien, ¿entonces qué estás esperando?—sonreí, y mi voz estaba ligeramente nerviosa, él lo notó y se rió suavemente.

—No sabía que podía ponerte nerviosa—susurró victoriosamente. —No lo sabía.

—No me pones nerviosa, tonto—respondí susurrando.

Él se acercó más, y finalmente me besó, un beso tan suave y tan lindo, que sentí que solo éramos él y yo por un momento. 

—Admito que extrañaba sentir tus labios—dijo con una sonrisa, mientras atrás de mi oreja, ponía un mechón de mi cabello.

Sólo sonreí suavemente, João tiene el don de ser tan romántico, ¿qué más puedes hacer?

—¿Enserio?—pregunté viéndolo a los ojos.

—Amo tus ojos, son mi perdición—comentó, mientras acariciaba mi mejilla. Cambió de tema, pero no importa en este momento.

—Deja de ser tan empalagoso—reí suavemente, mientras tomaba su mano, y la unía con la mía.

—¿Ves?—miró nuestras manos juntas—. Ya vas aceptando que podemos ser algo—dijo sonriente.

—Jamás lo negué.

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Puedo decir que João me hizo sentir la mejor mañana, pero cuando se fue, la mañana empezó a tomar su tono gris, ¿por qué lo digo? Se quebró mi celular.

El reflejo de tus ojos || João Félix.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora