Tiempo y Destino. [Katsuki Bakugou AU Medieval X Male Reader]

Capitulo 2

Los días han pasado más rápido de lo que desearías, mañana finalmente se celebrará el esperado banquete, los sirvientes y mayordomos corren de un lado hacia otro terminando los últimos preparativos, algunos llevan cajas otros los platillos, limpiando de aquí para allá y alistando los carruajes para dejar todo listo, el lugar del banquete será en un hermoso lago que encontraron los caballeros de Valois en una de sus expediciones, aún no has tenido el placer de verlo pero por las palabras de tus guardias sabes que es el lugar con un paisaje más hermoso de lo que cualquier humano o criatura podría imaginar.
Te encuentras en tus aposentos tomando el té mientras terminas de leer las cartas de algunos de los invitados, como el príncipe menor es parte de tus deberes organizar los banquetes y encuentros sociales del palacio, así como ajustar presupuestos y enviar y recibir las cartas de los nobles, lo común entre las tareas reales.
Ya has hablado con tu dama Uraraka para que te ayudara a perfeccionar tu plan de escape, anunciarás ante todos tu maná sanador al finalizar el banquete antes de que parta tu carruaje hacia el reino del Rey Peter, y dado que los sacerdotes son parte de los nobles invitados es seguro que te lleven al templo a pesar de las posibles protestas de la reina.
Sonríes al ver la carta que confirma la asistencia del sumo sacerdote, todo está saliendo de acuerdo a lo planeado, pones la carta en la mesita frente a ti y tomas delicadamente tu taza de té, la acercas a tus labios y el vapor que emerge de ella llena tus fosas nasales de un dulce aroma a manzanilla, inhalas el aroma con gustocidad y te acomodas mejor en tu sillón, todo está saliendo de acuerdo al plan y nada te tranquiliza más que eso, Hatanaka no se saldrá con la suya está vez, aunque eso signifique sacrificar tu vida como noble, pero es el único modo de escapar de la garras del rey pervertido que te compró por una simple mina de amatistas, volteas a ver la pila de regalos acumulada a un lado de la puerta, cortesía del Rey Peter, debes admitir que son todas joyas y trajes muy finos para tratarse del rey de un reino humano cualquiera, entre ellos está un traje blanco y lujoso junto a una nota que dice:

"Mi querido príncipe Ren Valois, es un gusto para mí el hacerte envío de estos regalos, ni la más fina de las gemas se compara con los hermosos orbes dorados que posees en tus ojos, aún así espero que los obsequios sean de tu agrado estoy seguro que se verán excepcionales en una figura tan espléndida como la tuya.
Recibe este conjunto como regalo de bodas de mi parte, está confeccionado con hilos de oro y la seda más blanca y costosa del reino, sé que sabrás complacerme llevándolo puesto el día de tu llegada a mi reino, te estará esperando una grandiosa fiesta de bodas, nos casaremos apenas llegues pues no puedo esperar más tiempo para desposar al príncipe más hermoso que mis ojos hayan visto alguna vez, y por supuesto sabes lo que viene después de la boda, no veo la hora de que llegues, hasta entonces mi precioso príncipe y futuro esposo.
Siempre tuyo
Peter Kenedith"
Sientes un escalofrío recorrerte la espalda tan solo de recordar las palabras que había en la carta, la leíste hace unos días cuando te entregaron los regalos pero aún no puedes sacar esas palabras de tu mente, y pensar que el rey pervertido no tuvo ni siquiera la vergüenza de ocultar sus sucias intenciones escribiendo "y por supuesto sabes lo que viene después de la boda", te dan ganas de vomitar solo de imaginarlo, fuera de eso piensas que ese rey realmente tiene mucha labia, es de esperarse después de todo ha conseguido casarse más de cinco veces.
Estás perdido en todos estos pensamientos cuando escuchas a alguien tocando a tu puerta.
"Príncipe Ren, el príncipe heredero está aquí para visitarlo"
- ¿Kaminari?¿Tan de repente? No me avisó de su visita- susurras para ti mismo- Eh-em , dile que pase.
El mayordomo abre las puertas y se deja ver a un rubio de ojos dorados que tiene un rayo negro en el cabello, es su marca de nacimiento así como sus ojos tan dorados como los tuyos, entra elegantemente en la habitación vistiendo sus botas y pantalones negros junto a su camisa blanca y un chaleco grisáceo, una capa dorada y negra ondeando tras de él, así como sus típicas joyas, anillos y collares, se abre paso hasta donde estás sentado mientras resuenan las partes metálicas de su espada que golpean contra su cuerpo al caminar, el mismo sonido que hacen al caminar los caballeros que lo escoltan desde atrás.
Lleva un aura oscura y jamás habías visto su semblante tan serio como justo ahora, te levantas y haces una reverencia como lo marca la etiqueta real.
-Saludo a la luz de este reino, príncipe Kaminari, no me avisó que vendría así que no tengo bocadillos preparados pero puedo ofrecerle un poco de té de manzanilla, tome asiento por favor, ¿a qué debo su visita majestad?
-Príncipe Ren sabes que las formalidades no son necesarias conmigo- dice mientras toma asiento en el sillón frente a ti del otro lado de la mesita, haces lo mismo y le pides a Jirou que preparé un poco más de té para el príncipe.
-Lo sé príncipe Kaminari pero prefiero evitar malentendidos con la reina así que mantengamoslo así.
-Como desees, disculpa mi rudeza debí haber programado mi visita con antelación, pero acabo de enterarme de algo que me tiene muy inquieto- Kaminari tiene la vista perdida en la ventana y finalmente voltea a verte a los ojos, por lo general es una persona muy alegre y sus pláticas siempre son sobre como es el mejor en el campo de entrenamiento, ciertamente es un maestro espadachín como hace cientos de años no se ha visto uno en el reino, y su gran sueño es enfrentarse alguna bestia demoníaca un día y ser el héroe del reino, sueños que te parecen muy disparatados si te lo preguntan, pero siempre apoyas a tu hermanastro con una gran sonrisa y pueden hablar por horas sobre esos sueños y tácticas de combate, por eso mismo es que te extraña que tenga un semblante tan frío en su rostro, se nota que está preocupado por algo, tanto que no muestra su típica sonrisa calida de siempre, y contrario a eso mantiene el seño fruncido mientras te mira.
-Te noto preocupado, dime ¿de qué se trata?
-Como sabes la reina ha arreglado un matrimonio para mí con la princesa del Imperio pixie, la princesa Nejire Hado.
Así que se trataba de eso, piensas, está preocupado por asuntos románticos.
-¡Oh es verdad! Me he enterado hace unos días, mis felicitaciones hermano, es usted un príncipe muy afortunado la raza pixie es considerada una de las más hermosas después de las sirenas, estoy seguro que la princesa Nejire debe ser preciosa, y al ser un Imperio consolidado los acuerdos diplomáticos traerán muchos beneficios al reino y tambi- no terminas la frase porque Kaminari te interrumpe
-¡Lo sé pero no es por mí que estoy aquí!- Kaminari ha levantado un poco la voz y no decifras si está molesto o triste, te mantienes en silencio mirándolo tratando de decifrar que quiere decirte cuando finalmente habla
-¿Por qué no me lo dijiste, Ren?
- ¿Príncipe, de qué hablas? No estoy entendiendo que tratas de decir- la actitud de Kaminari empieza a preocuparte, no es el mismo de siempre
- ¿Por qué no me dijiste que te casarás con el príncipe Peter? ¿Realmente lo amas? ¿No sabes todos los rumores que hay sobre él y sobre todos sus amantes?
Así que era eso, por eso Kaminari se veía tan apagado, en realidad estaba preocupado por ti pensando que tuviste un flechazo con Peter, a veces la inocencia del príncipe heredero supera tus espectativas, ¿de verdad pensó que te gustaría ese rey gordo y pervertido? Hasta tú, un hijo ilegítimo, tiene sus estándares, y hasta ahora solo te han gustado mujeres así que Kaminari tampoco debería asumir que te gusta ese rey por ser un hombre experimentado, de nuevo vuelves a sentir escalofríos solo de pensarlo.
-Mas despacio, yo no amo a Peter, ni siquiera podría gustarme alguien como él- dices mientras cierras los ojos irritado de seguir hablando de ese idiota
-¿Qué? Pero las sirvientas de mi madre dijeron que te casarás con él y han estado intercambiando correspondencia y regalos, y al ver esa pila de cajas a lado de la puerta asumí que era verdad
-¡¿Qué?! ¡¿Están locas?! ¿Por qué dirían algo así?- suspiras molesto, no es novedad que la servidumbre no te respete y que chismeen libremente sobre ti, ¿pero incluso inventarle cosas sobre tu vida amorosa al príncipe heredero? Eso molestaría a cualquiera- Ah, ese idiota sigue mandándome regalos "de bodas" según él, pero no tengo sentimientos por él más que repugnancia, fue un matrimonio arreglado por la reina Hatanaka, y a cambio recibirán una mina de amatistas del reino de Kenedith- quisieras decirle a Kaminari que no piensas casarte con Peter Kenedith y en su lugar vivirás una vida tranquila en los templos, pero hay demasiados ojos y oídos cerca, y los caballeros de Kaminari también se encuentran en la habitación, con seguridad todo lo que hablen llegará a oídos de la reina y ya estás muy cerca de cumplir con tus planes como para arruinarlo ahora, así que sigues con tu papel.
-Oh por Dios, ¿este matrimonio fue arreglado por mi madre?- la voz de Kaminari de es de molestia pura, aunque sea hijo de la reina el es mucho más inocente y puro que ella, y tiene una convicción de la justicia muy marcada, por lo que sabes que estará molesto por esta situación.
-Si así es príncipe, pero no tiene de que preocuparse, estoy feliz de poder cumplir mi deber con el reino- te duele mentirle a Kaminari pero es la única forma
-¡No! Debe haber otra forma, ¡Lo sé! Yo aún no tengo intenciones de casarme, quiero cumplir mis sueños de ser un héroe de guerra antes de casarme, ¿Por qué no arreglamos el matrimonio con la princesa Nejire para ti? De esa manera no tendrás que casarte con ese rey perverso- Kaminari se levanta de su asiento mientras te habla, te levantas de tu asiento también y este te toma de las manos - Si no te gusta ese plan podemos idear otro y y- algunas lágrimas brotan de sus ojos dorados, está genuinamente preocupado por ti
-Kaminari... Agradezco tu preocupación... Hermano- solo le hablas así cuando están a solas para evitar problemas con la reina, pero viéndolo en ese estado sabes que es necesario- Pero la boda es mañana, partiré después del banquete, no podemos hacer nada queda muy poco tiempo, además la princesa Nejire no aceptará cambiar al príncipe heredero por el príncipe ilegítimo, no te preocupes por mí, estaré bien, te lo prometo, se cuidarme solo, y tú me enseñaste todo lo que sé en el arte de la espada, eres el mejor espadachín de todo el reino, no pude tener mejor maestro, te prometo que me protegeré a mi mismo y podemos estar en contacto con cartas, y puedes venir a visitarme siempre que quieras- limpias sus lágrimas con tu mano.
-Lamento no poder hacer nada por ti Ren... Si tan solo... Si tan solo me hubiera enterado de esto antes, pero te prometo que si las cosas se complican iré y te sacaré de ahí sin importar qué, no me importa si se inicia una guerra por mi culpa, te protegeré a toda costa.
No puedes evitar sentir una calidez en tu corazón, Kaminari Valois es el mejor hermano mayor que podrías tener, es todo lo contrario de su madre y desde niños te protege tanto como le es posible, aunque no puedes revelarle tus planes esperas con todo tu corazón que vea mañana lo que tienes planeado, seguro se pondrá muy feliz por ti cuando te lleven al templo en lugar de casarte.
-Gracias Kaminari, sé que puedo contar contigo, te quiero hermano, estaré bien.
Kaminari abre los ojos como platos y seguido de esto te abraza fuertemente mientras más lágrimas brotan de sus ojos.
-Yo también te quiero hermanito.
Algunos de los soldados de Kaminari y también tus damas de honor moquean y limpian lagrimitas de sus ojos ante tal emotiva escena que acaban de presenciar, no es secreto para nadie el aprecio que se tienen como hermanos, pero siempre son muy cuidadosos en no demostrarlo esencialmente para evitarte problemas a ti, pero lo de recién dejó conmovidos a todos en la habitación.
Abrazas a tu hermano mientras le pides al universo que todo salga bien mañana conforme a lo planeado y cierras los ojos con este firme deseo.