Tiempo y Destino. [Katsuki Bakugou AU Medieval X Male Reader]

Capitulo 15. La llegada

La rueda de madera pasa sobre una roca haciendo que el carruaje entero de un salto que termina por despertarte ante el abrupto golpe.
Abres los ojos adormilado, afuera solo se escuchan los cascos de los caballos, el ruido de las ruedas chocando cada tanto con el suelo irregular, y los caballeros que resguardan tu carruaje hablando entre sí.
Bakugou lidera al grupo montando su hermoso corcel negro.
Estan a pocos minutos del palacio real, es el tercer día de su luna de miel, está mañana los sirvientes de la mansión invernal te informaron que tendrían que regresar antes de su viaje debido a que la llegada de cierta invitada al castillo se había adelantado.
Aunque tratabas de ocultarlo ese hecho te molestó en demasía, ¿Por qué razón había llegado antes la princesa del reino de las sirenas?, ¿Sería a propósito?, no lo sabías y no querías hacerte malas ideas en la cabeza, te limitaste a observar el camino a través de la ventana del carruaje con una expresión aburrida.
El ambiente entre el príncipe heredero y tú estaba notoriamente tenso, apenas habían intercambiado unas pocas palabras desde la incómoda conversación del día anterior, y ninguno de los dos parecía saber cómo llevar la situación, quizá ambos necesitaban tiempo para reorganizar sus pensamientos, mientras tanto sentías al rubio muy distante de ti y eso te hería más de lo que quisieras admitir.

Después de algunas horas más de viaje finalmente reconociste el camino principal que conecta la ciudadela con el palacio, llegaron hasta la entrada frente a los jardines y para tu sorpresa los sirvientes estaban formados y organizados a cada lado formando un camino hasta la entrada del castillo con Elise esperando al final justo en el medio, frente a la puerta, es el escenario de una típica bienvenida que le daría una dama noble a su pareja que llega de un largo viaje.
Sales del carruaje tomando la mano de uno de los guardias para bajar con cuidado, miras a la peli morada y está tiene dibujada una gran sonrisa en su rostro, hace una reverencia y dice.
-Doy la cálida bienvenida al sol y luna de este Imperio, esperábamos con ansias su llegada-
"Ya lo creo que si, llegaste un día antes de lo planeado" piensas para tus adentros y te sorprendes a ti mismo de la molestia que sientes en tu interior cuando se trata de la princesa Enchanter, pero no logras identificar de que sentimiento se trata.
El rubio baja de su caballo y le entrega sus riendas a Kirishima que lo lleva junto a los demás caballeros que se dirigen al establo y a descansar del viaje. Katsuki se posiciona a tu lado aún en ese incómodo silencio en el que han permanecido últimamente y ambos se dirigen hacia la puerta pasando entre la pasarela de sirvientes.
-Gracias princesa Elise de Enchanter, somos nosotros quienes debían darte la bienvenida correspondiente y has terminado organizandola tú- dice Bakugou sin emociones en su rostro, lo que desconcierta un poco a la peli morada que esperaba provocar una reacción más animada, tú te limitas a solo sonreírle a la princesa con cordialidad para decir.
-Agradecemos infinitamente su amabilidad princesa- dices cerrando los ojos y sonriendo hermosamente, lo cual despierta cierta envidia en la princesa, las sirenas son tan hermosas como envidiosas de la belleza de otros, que un simple humano pueda competir de tal manera contra su belleza le hierve la sangre, pero es una dama noble y sabe controlarse por lo que te devuelve la sonrisa fingiendo. Rápidamente desvía la conversación e indirectamente te deja fuera de ella.
-Príncipe Bakugou, deberíamos hablar de los detalles de este concubinato en su despacho, el nombramiento será mañana mismo como estaba acordado desde un principio ¿verdad?
El rubio lee un poco las intenciones de la princesa de obtener toda su atención para ella sola dejandote fuera del tema, es un comportamiento típico de las sirenas, se gira para mirarte y aunque sigues con una linda sonrisa y calmado, él sabe que por dentro tus emociones no son exactamente paz y tranquilidad.
-Claro princesa, pero primero necesito hablar algunos asuntos pendientes con el principe de Valois-
¿Príncipe de Valois?, ¿ahora ni siquiera te llamaba por tu nombre frente a ella?
-No es un buen momento, príncipe Bakugou, estoy un poco cansado por el viaje, tomaré un baño y me relajaré un rato en la biblioteca del tercer piso.- dices todo aparentando tranquilidad y con una sonrisa serena que cualquiera creería que es real, aprendiste a controlar ese tipo de gestos fingidos debido a las injusticias que sufriste a manos de la reina Hatanaka en Valois cuando eras niño.
Katsuki te mira en silencio y la culpa y la impotencia está grabada en sus ojos, sabe que estás herido por culpa de las decisiones que ha tenido que tomar,el hecho de que lo llames de nuevo por su apellido se lo comprueba aún más ,y no sabe cómo acercarse a ti para arreglar eso, solo quiere abrazarte y escapar a algún lugar donde solo importen ustedes dos, pero sabe que eso no es posible y tiene mucha gente que proteger, entre ellos tú.
-¿Escuchó eso príncipe? El príncipe Ren es muy considerado al dejar este espacio para que hablemos, vamos desde prisa no hay tiempo que perder- la peli morada no perdió ni un segundo y tomó a Katsuki del brazo guiandolo hacia adentro rumbo a la oficina de este - no se preocupe ustedes dos podrán hablar más tarde, ademas debe dejar que el principe Ren descanse, despues de todo los humanos... bueno ya sabe, no poseen tanto maná como nuestras razas y no son tan fuertes por eso, asi es, debe dejarlo descansar ¿entendido?- le dice esto mientras se aleja junto al rubio pero lo suficientemente cerca para que la escucharás, lo hizo a propósito para recordarte lo fuerte que es el maná de sirena y dejarte en claro lo importante que es ella en este momento para el Imperio.
Sus palabras te toman por sorpresa, no esperabas una rivalidad de este tipo, y lo peor es que no puedes defenderte puesto que en este momento ella es la esperanza de la salvación para el Imperio, agachas la cabeza controlando tu respiración y no sabes si las lágrimas caen por tristeza o por impotencia o ambas mezcladas, solo esperas que el cumpleaños del rubio pase lo mas pronto posible.
Pasas tu manga por tus ojos limpiando cualquier rastro de tu llanto, respiras profundamente y te preparas para entrar al palacio también, a tus espaldas escondido detrás de un gran árbol se encuentra una atenta mirada bicolor que te ve con interés, presenció todo el escenario desde antes de tu llegada y sabe qué algo anda muy mal aquí.