Capitulo 8

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Después del ajetreado día de tu casi secuestro, al llegar al palacio Bakugou ordenó a algunas criadas atenderte y ponerte cómodo en tu nueva alcohoba, y después de tomar tu baño llegaron algunos sacerdotes hasta la puerta, no podías revelar que pu...

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Después del ajetreado día de tu casi secuestro, al llegar al palacio Bakugou ordenó a algunas criadas atenderte y ponerte cómodo en tu nueva alcohoba, y después de tomar tu baño llegaron algunos sacerdotes hasta la puerta, no podías revelar que puedes curarte a ti mismo así que dejaste que usaran su poder divino y te aplicaran agua bendita, en Valois no existía tal agua, pero fue ciertamente impresionante que con unas pocas gotas tus heridas estuvieran totalmente curadas.
Han pasado algunos días desde entonces y hoy despiertas con total energía, es el día en que se celebrará la consumación de tu matrimonio con Katsuki, es un poco pronto pero no te parece que él sea una mala persona, y entre más rápido te cases con él más rápido estarás a salvo de cualquier plan que puedan idear tu familia o el rey de Kenedith, después de todo, no crees que se de por vencido tan fácilmente, menos si la persona que robó a su prometido es su peor enemigo, el príncipe de los dragones.

Abren la puerta sin tocar y ves a la duquesa Tsuyu entrando con una bandeja llena de comida en una mano, algunos ropajes en su antebrazo, y muchas cajas en su mano restante entre las cajas hay un par de libros que le habías pedido buscar la noche anterior, quieres aprender todo sobre el Imperio lo más pronto posible, es enigmática para ti toda la nueva información que has estado aprendiendo a través de sus libros, supones que los ropajes son tu conjunto de bodas, entra distraída y al verte despierto y  sentado sobre la cama se sorprende y se disculpa.
-Oh mi, mis disculpas por no tocar antes majestad, pensé que seguiría dormido a esta hora- dice Tsuyu sonríedote a modo de disculpa- a partir de hoy fui designada como su dama de compañía mi príncipe, será un placer para mí atenderlo- hace una elegante reverencia tomando ambos extremos de su vestido verde pastel y al inclinar su cabeza algunos mechones caen por la gravedad, tiene un cabello tan largo y sedoso que te quedas viéndolo por un par de segundos.
-Oh, duquesa no se preocupe por eso en realidad acabo de despertarme- no puedes evitar soltar un bostezo mientras estiras los brazos hacia arriba- me alegra escuchar que alguien tan linda y amable como tú será mi dama de compañía, ¡quedo a tu cuidado!- sonríes con esa dulzura que te caracteriza y tu cabello ahora blanco solo acentúa la inocencia de tu imagen, la duquesa se sonroja levemente por tus palabras y tu sonrisa, preguntandose si secretamente perteneceras a la raza de las sirenas, pues tu belleza podría superar la de ellas pero ese sentimiento se maximiza cuando sonríes.
-Alteza, me halaga demasiado- dice mientras desvía los ojos apenada pues no es capaz de sostenerte más la mirada sin ponerse nerviosa, acomoda la bandeja frente a una mesita con dos sillones que hay en la alcohoba y se acerca a la estación de té que hay a la izquierda de la mesa. -¿Qué tipo de té le gustaría tomar hoy su alteza?
-No sé que tipo de flores crecen en esta zona para hacer té con ellas, ¿Cuál me recomendarías baronesa Tsuyu?- te levantas de la cama y te pones los zapatos cómodos que hay junto a esta antes de aproximarte a los sillones frente a la mesita, te sientas y observas a la dama preparando los utensilios y notas que todo lo que llevaba en las manos cuando entró está depositado en la mesa, robas un bocadillo de la bandeja sin que ella se de cuenta.
-Si pide mi recomendación, definitivamente lo animaría a probar el té de jazmín blanco, es una flor que solo crece en las montañas nevadas de este territorio, y mi té favorito, es una delicia para el paldar.
-¿De verdad, y tenemos jazmín blanco en el palacio?
- Si, en un minuto estará listo- dice la peliverde aún en sus tareas.
Ver a la duquesa tan entusiasmada con el té hace que los recuerdos de tus damas de compañía lleguen a tu mente, recuerdas la sonrisa y el brillo en los ojos de Jirou cuando preparaba el té de Jazmín normal que tanto te gustaba, ella sabía prepararlo mejor que nadie, también recuerdas a la amable Ochako que siempre te regañaba por beber el té demasiado rápido, soltaste un pequeño suspiro y no te diste cuenta en que momento habías cerrado los ojos recordando todo esto hasta que el sonido de la porcelana de una taza siendo dejada sobre la mesa frente a ti te despertó de tus ensoñaciones.
-¿Le preocupa algo príncipe?- pregunta la duquesa con la cabeza ligeramente inclinada después de dejar la taza con su plato frente a ti.
Suspiras nostalgico- La verdad es... Extraño un poco a mis damas de compañía de Valois, crecimos juntos y yo... Las considero parte de mi familia, desde que soy niño nunca había estado lejos de ellas, y, pues, yo no sé cuáles sean las costumbres aquí pero, ¿le importaría si tomamos el té juntos duquesa?

Tiempo y Destino. [Katsuki Bakugou AU Medieval X Male Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora