Capitulo 9

282 44 4
                                    

Las puertas sobre las escaleras son abiertas por los guardias y la luz del exterior resplandece un momento antes de dejar ver tu figura

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las puertas sobre las escaleras son abiertas por los guardias y la luz del exterior resplandece un momento antes de dejar ver tu figura.
Llevas las mejillas rojas de la vergüenza, piensas que el conjunto que te hicieron ponerte es demasiado revelador para un hombre, debido a eso llegas un poco más tarde a la ceremonia ya que las damas y criadas prácticamente te obligaron a vestirlo y al principio te opusiste un poco protagonizando una escena muy cómica en tu alcohoba hace un rato, pero finalmente estás aquí frente a más nobles de los que te imaginabas.
Llevas un traje nupcial que nunca antes habías visto, y aunque es originario del Imperio dragón, solo lo pueden vestir los cónyuges de la familia Imperial al casarse.
Tú cabello blanco y tú bella figura hace que aquellos ropajes luzcan aún más magníficos, varios nobles hombres y mujeres están sonrojados y embelesados ante tu imagen.
El traje es blanco y hace armonía con tu cabello, llevas muchas joyas, collares y pulseras de gemas preciosas. El traje blanco es una especie de vestido al estilo griego, tus doncellas querían que llevarás solo la parte de abajo a modo de falda pero después de una acalorada rebelión de tu parte mientras corrías por toda la habitación, las chicas accedieron a vestirte con el traje en una sola pieza. Además de eso llevas algunos adornos en el cabello que hacen alusión a las orejas de un dragón, son de oro y gemas y están conectados a tus aretes. Simplemente pareces salido de un relato mítico, muchos se preguntan entre murmullos si fuiste traído desde las tierras de las sirenas.

Cierto rubio no se da cuenta de como recorre tu figura de pies a cabeza, está levemente ruborizado y con los ojos abiertos, desde que se conocieron se dió cuenta de tu innegable belleza, pero verte así con los ropajes típicos de su tribu dragón y con los adornos dragonianos hace que su corazón lata más rápido de lo habitual. Estaba tan concentrado admirando tu descenso por las escaleras que apenas y notó que ya te encontrabas justo frente a él.

-¿Se ve muy mal? Les dije a las doncellas que eran necesarias más telas pero se negaron diciendo que es parte de las costumbres aquí- dices dándole una rápida mirada a Tsuyu quien solo sonríe apenada, las joyas hacen ruido con cada movimiento de tu cabeza- No me malinterpretes, jamás había usado un conjunto tan bonito, pero me siento un poco desprotegido.

Mientras balbuceas todo esto Katsuki enfría sus propios pensamientos. -Príncipe Ren, ¿nota algo a nuestro alrededor?

Volteas como te indica Katsuki y notas casi todas las miradas de los invitados sobre ustedes. Te ruborizas al instante y bajas la mirada- Oh Dios sabía que esto había sido un error iré a cambiarme de inmediato- sientes mucha vergüenza y comienzas a sobre pensarlo todo, quizá les ofendió que usaras sus ropas típicas, o quizá piensan que no se ve bien en alguien de tu linaje, todo esto inunda tu mente pero Katsuki toma tu barbilla antes de que hagas cualquier movimiento y te hace mirarlo a los ojos, esos ojos rojos que parecen destellar quizá debido a las luces y candelabros en el salón.
-¿Por qué harías tal locura como cambiarte en este momento?, todos te ven...porque eres perfecto príncipe- el rubio termina con un tono calmado y cálido que enternece tu corazón y luchas por no comenzar a soltar una lágrima.
No sabes si fue su intensa mirada, su grave pero cálido tono de voz, su mano grande en tu barbilla o la mirada de los invitados, pero estás seguro de que tú corazón se saltó un par de latidos después de las palabras de Katsuki, aunque es obvio que nadie más escuchó su conversación, el rubio ordenó a los músicos seguir con la música y el banquete continuó con normalidad.
El principe te escoltó con los altos rangos de la nobleza, los miembros del consejo imperial y te presentó adecuadamente con cada uno de ellos, charlaban sobre logística y comercios exteriores, se notaba que ellos saben de lo que hablan, algunos son personas mayores pero también hay muchos jóvenes, y son hombres y mujeres, te sorprende mucho que en este Imperio la opinión de las mujeres sea tomada tanto en cuenta, hay una noble en especial que ha estado aportando datos muy inteligentes a la conversación, tiene el cabello de color rosa chicle, parece que en los dragones es más común que sea de colores tan fascinantes como el rosa o el rojo de Lord Kirishima. Parece que notó tu mirada pues vuelve sus ojos amarillos hacia ti y dice.
-¿Usted que opina príncipe Ren? Tal parece que algunos enemigos del reino Elph (reino de los elfos) están buscando la manera de arribar en la ciudad del sur, pero no han agredido a ni un solo ciudadano hasta el momento, por lo que si actuamos primero podríamos desencadenar una guerra inoportuna, ¿Qué deberíamos hacer?- lo dice con una sonrisa, puedes leer entre líneas que está tratando de probarte, después de todo vas a casarte con el príncipe Bakugou, quien tiene el estatus más alto en todo el Imperio después de los reyes, y este tipo de preguntas son problemas con los que tienen que lidiar los regentes casi a diario para salvaguardar a su pueblo, está chica te ha dejado impresionado con su manera de argumentar durante la conversación con los miembros del consejo y sus agudas preguntas, como justo ahora que está tratando de averiguar si eres una cara bonita que se puede deshechar y ya, o alguien útil para el Imperio.
El pequeño círculo de personas está mirándote con atención esperando una respuesta, dado la dificultad de la pregunta teniendo en cuenta que llegaste hace muy poco al Imperio como para saber su geografía, logística y coordenadas, la mayoría,sobre todo los más ancianos, no creen que puedas contestar en realidad, incluso para algunos de ellos es difícil la pregunta, lo será aún más para un príncipe que solo sabe ser atractivo, piensan.
Katsuki se percata de las intenciones de la marquesa Ashido, es una pregunta que se hizo en la junta concejal de esta mañana pero aún no han decidido cuál es la opción más certera para proceder, es imposible que le pregunte eso a un príncipe recién llegado cuando ni siquiera los ancianos que llevan más tiempo en el Imperio pudieron resolverlo en todas estas horas. -Marquesa ¿No le parece una pregunta un poco difícil de responder? El príncipe Ren es nuevo en el Imperio y...
-Esta bien príncipe Bakugou- le interrumpes y le agradeces con la mirada para luego voltear de nuevo hacia la pelirrosa- Ciertamente es una pregunta complicada y espero me disculpen si me equivoco, yo, he leído en algunos libros de la biblioteca Imperial acerca de las razas de los reinos vecinos, y en ellos siempre se describe a los elfos como una raza calmada y serena, creo que deberíamos analizar las causas de su asechamiento antes de pensar en atacarlos.-
Los seis te miraban en silencio y con intriga.
-Se sabe que los elfos han participado en casi nulas guerras y es por eso que aún se mantienen como reino a pesar de tener todo el potencial para consolidarse como Imperio. Pero hay una ocasion especial en la que no son nada pacíficos, y es durante la luna rosa que aparece una vez cada veinte años, según los cálculos aparecerá una este año en aproximadamente dos meses.- Seguías hablando mientras los aristócratas con los que hablabas iban arqueando las cejas cada vez más asombrados ante tu elocuencia e inteligencia, incluso cierto rubio cenizo mantenía los ojos bien abiertos y su expresión cambio rápidamente a una de orgullo al observarte hablar y moverte explicándole a los nobles- Que estén asechando el sur es solo un método de distracción para llevar a cabo su verdadero propósito, dices frunciendo levemente el ceño recordando todo lo que has leído tanto en Valois como ahora aquí en el Imperio.
-¿A qué se refiere con distracción? ¿No están tratando de saquear las reliquias sagradas del sur?- dice el duque que lleva un monóculo en el ojo, tienes entendido que es el canciller.
-No exactamente, si bien las reliquias custodiadas por el templo del sur son valiosas, no serían tan útiles para los elfos como lo es lo que hay al occidente.
-¿A qué cosa se refiere?- expresa otro de los nobles más jóvenes con gran interés.
-... Amatista rosa...- murmura la marquesa Mina con los ojos bien abiertos mirandote-
-Si- continúas- según los libros, los elfos usan la amatista rosa para calmar los efectos y la explosividad que contienen durante esa fase de la luna. Por eso pienso que merodear cerca de las puertas del sur es solo una distracción, en realidad tienen que cruzar la montaña nevada del oeste para llegar hasta las minas de amatista del Imperio dragón, deberían movilizarse las tropas hasta allí en lugar del sur, y dado la necesidad del reino podríamos ofrecer un tratado comercial de amatista y mejorar la diplomacia entre los territorios vecinos, los elfos son de las razas con mayor maná, por lo que han sido perseguidos al igual que los dragones por razones parecidas, y tiene mucho potencial para convertirse en Imperio, podría ser un gran aliado en el futuro.

Tenías la mirada un poco perdida mientras diseñabas todo este plan en tu cabeza que cuando terminas de hablar te golpea de lleno la realidad, los cinco nobles a tu alrededor al igual que Katsuki te veían con admiración y asombro, te quedas en silencio por algunos segundos que parecen eternos, te golpeas mentalmente por haber hablado tanto, es de mala educación que un noble se robe la conversación, pero antes de que puedas seguir recriminandote la marquesa rompe el hielo.
-¡Eso es asombroso! Ni siquiera los ancianos del consejo llegaron a esa conclusión está mañana, ¿Cómo puede saber tanto sobre el Imperio en tan poco tiempo?- la pelirrosa se acercó entusiasmada a ti con los ojos brillantes de admiración, realmente no esperaba una buena respuesta a su pregunta te subestimó por completo, solo quería saber si eras una cara bonita traída al Imperio por los caballeros, pero ahora se daba cuenta que tienes tanta belleza como inteligencia, solo rezaba porque tú personalidad fuera igual de buena.

-En verdad es sorpresivo que haya dominado los temas más relevantes sobre nuestro Imperio en tan poco tiempo, ¿No lo cree majestad? ¿Cómo deberíamos proceder?- le dice uno de los duques más viejos al príncipe Bakugou que seguía ensimismado viéndote lo cual no pasa desapercibido por ti y no puedes evitar sonrojarte.
-Ah, ejem... Yo -Katsuki se aclara la garganta un poco perdido- Si realmente creo que el príncipe es asombroso y...- se percata de lo que dijo sonrojandose más y rectifica con rapidez- Y bueno creo que deberíamos proceder como el lo señaló- Katsuki llama a uno de sus caballeros- De la orden de enviar a los escuadrones tres y cuatro a supervisar la mina de amatistas del occidente, todo aquel que sea atrapado será enviado a los calabozos como prisioneros de guerra para negociar posteriormente con sus reinos.- Katsuki da las órdenes con gran vehemencia y con el sonrojo aún visible en su rostro, los aristócratas siguen alagandote por tus deducciones alegando que serás un gran rey en el futuro y que les alegra que formes parte del Imperio ahora.
De pronto comienza a sonar el primer baile de la noche, Katsuki y tú como los príncipes y anfitriones de la fiesta deben abrir la pista, entonces el rubio les dice.
-Disculpenos, debo robarles a mi prometido por un momento- termina con una amable sonrisa causandote un sonrojo y provocando las risas de los nobles con quienes hablaban.
Mina dice- Es todo suyo majestad- dándote un pequeño empujón con su abanico haciendo que quedes muy cerca de Katsuki, no puedes verlo a los ojos por la vergüenza pero tomas la mano que te extiende para pasar a la pista de baile.
~~~~~~~~~~~~~

Tiempo y Destino. [Katsuki Bakugou AU Medieval X Male Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora