Capitulo 4

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El cielo despejado no significa nada para ti, es el día en que tu vida dará un giro de 360 grados y lo sabes a la perfección, el palacio ha sido un caos desde que el día comenzó, al parecer los últimos preparativos están casi listos y todos partirán rumbo el recientemente famoso lago majestuoso que ha sido descubierto.

Fuera de la habitación se escucha el bullicio de las voces 

-Trae esa caja aquí, ¡No ahí no!

-Más a la derecha

-¡Sebastian llama al carruaje!

-Cuidado con los juegos de té 

No puedes evitar sonreír ante la emoción que tienen todos por el banquete, y gracias a tu organización todo está saliendo de maravillas y con menos contratiempos de lo esperado.

Tus damas de compañía y algunas sirvientas están terminando de arreglarte para la ocasión, vestirás el conjunto blanco que envío el rey de Kenedith para que la reina no sospeche nada, aunque es obvio que no planeas casarte con él al final, volteas al espejo que está frente a ti y debes admitir que el conjunto es espléndido, las sedosas telas blancas parecen casi líquidas sobre tu cuerpo, la capa se balancea dulcemente con tu caminar y los finos hilos de oro parecen brillar como rayos de sol suavemente incrustados en la tela, las criadas terminan de vestirte y calzarte y te guían hasta el tocador para peinarte.

(Imagen de referencia)

Te distraes con un libro de poesía antigua mientras terminan de acicalarte, una de las doncellas trata cuidadosamente tu cabello mechón a mechón, te concentras en tu poesía y en repasar los pasos del plan, todo va saliendo de acuerdo a lo que has ...

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Te distraes con un libro de poesía antigua mientras terminan de acicalarte, una de las doncellas trata cuidadosamente tu cabello mechón a mechón, te concentras en tu poesía y en repasar los pasos del plan, todo va saliendo de acuerdo a lo que has planeado, las mesas están listas para recibir a los invitados en el lago, las decoraciones y telas impecables, los adornos de flores y los platillos principales están cubiertos también, solo debes enfocarte en recibir a los invitados cordialmente y asegurarte de que los sacerdotes asistan y se sienten cerca de ti para así dar tu anuncio al finalizar el banquete, suspiras y te tocas el pecho, realmente necesitas que todo salga bien está tarde y así escapar del desdichado destino que la reina Hatanaka quería para ti, continúas leyendo tu libro cuando llega a ti un olor bastante extraño y fuerte, quizá la marquesa Jirou está preparando algún nuevo té, espera un momento, tú no mandaste a preparar el té ¿Entonces de dónde proviene ese aroma?
Subes la mirada hacia el espejo en el tocador solo para encontrarte a ti mismo pero con más de la mitad del cabello de otro color, te levantas abruptamente y confrontas a la criada responsable de esto que estaba poniendo un tinte blanco sobre tu cabello todo esté tiempo.

-¡¿Que diantres estás haciendo?!

La chica de apariencia demasiado joven para trabajar en el palacio, se ve desconcertada por tu actitud y solo atina a decir apenada

-Príncipe yo solo, estaba tinturando su cabello como me ordenaron

-¡Si! Eso lo sé es evidente, la pregunta real es ¿por qué estás haciendo esto?- Haces una pausa mientras analizas a la sirvienta, es obvio que no lo hizo a propósito a juzgar por sus expresiones, alguien debió haberla enviado- ¿Quien te ordenó hacer esto?- dices en un tono más calmado tratando de manejar la situación 

Tiempo y Destino. [Katsuki Bakugou AU Medieval X Male Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora