Capitulo 12

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Despiertas enredado entre tus suaves sabanas y frazadas, la sensación tersa de la cama te invita a no despegarte de ella, entiendes tus extremidades tensando tus músculos antes de sentarte, de inmediato un frío agradable roza tus mejillas al dejarlas al descubierto fuera de las colchas.
Te estiras mientras bostezas un poco desorientado, es la primera noche que pasas en este lugar por lo que todo tu alrededor te resulta un poco extraño de ver de primera instancia. Analizas todo rápidamente, es una habitación amplia y cómoda, pero tan lujosa como el castillo de los Bakugou, la diferencia es que en este lugar las chimeneas si funcionan ya que no hay cristales de mana de fuego aquí. Giras tu cabeza hacia la ventana para notar infinitos copos de nieve lloviendo sutilmente afuera y acumulándose en el piso, es entonces cuando recuerdas donde te encuentras, la noche anterior el príncipe Katsuki, su escolta y tú llegaron a esta mansión entre las montañas, este lugar invernal sería su estancia durante los próximos tres días.
A pesar de ser un legal matrimonio las tradiciones dictan que no pueden dormir en la misma habitación hasta haber transcurrido los tres días, razón por la cual despiertas en total soledad en la habitación, pero esta no dura mucho pues alguien toca un par de golpes a tu puerta, voceas un adormilado "Adelante" y el ama de llaves de la mansión cruza la puerta.
-Buenos días a la futura luna de este Imperio- la mujer de avanzada edad y uniforme impecable, lleva una bandeja en las manos y hace una sofisticada reverencia hacia tu persona- ¿Cómo pasó la noche, su majestad?
Sonríes mientras tallas uno de tus ojos con el puño para luego decir - Tuve un descanso reparador después del largo viaje ,madame, gracias por preguntar.
La mujer mayor sonrie mientras abre más las cortinas de la amplia ventana junto a la cama, seguido de ello prepara algo de té y utensilios y los deposita en la bandeja para acercarse a ti y llevarte lo que parece el desayuno hasta la cama, el olor exquisito de los panqueques y los petalos de rosa que adornan el platillo acaricia tus fosas nasales y abre tu apetito, agradeces por la comida y comienzas a disfrutar los sabores en tu paladar.
La ama de llaves limpia un poco en la habitación y acomoda algunos ropajes térmicos sobre el taburete, así como también deja listos una capa, guantes y botas junto a ellos.
Devoras tu comida con gran rapidez sin dejar a un lado los modales, es totalmente entendible después del largo viaje que hicieron para llegar hasta aquí, les tomó toda una noche y un día llegar a carruaje abriendose paso entre las montañas y adentrándose aún más entre los territorios dragón, fue un viaje ajetreado pero después de ver las magníficas vistas piensas que el largo camino valió totalmente la pena, y eso que aún no has contemplado las rumoreadas auroras boreales que se dejan ver aquí.
Has terminado los panqueques y te centras en tomar el té humeante con delicadeza mientras entablas conversación con la ocupada jefa de criadas.
-Disculpe, madame Suzuki, aún no conozco mucho acerca de todas las tradiciones del Imperio, ¿Podría hablarme un poco sobre como se llevan a cabo las lunas de miel aquí?- esta última pregunta la haces con un poco de vergüenza grabada en tu rostro.
Madame Suzuki sigue inmersa en sus tareas mientras te contesta:
-Oh pero claro majestad, puede preguntarme lo que sea, será un placer para mí responder sus preguntas, dígame, ¿Sobre que tiene duda?
-Bu-bueno, em, yo, quisiera saber por qué el príncipe y yo dormiremos en lugares separados hasta transcurrido el tercer día- la timidez hace que tu tono de voz disminuya cada vez más mientras hablas, la mujer mayor se detiene en seco, sonrie ligeramente y pone toda su atención en ti, se acerca hasta la cama y te invita a levantarte mientras te entrega una toalla y una loción de narcisos.
-Bueno príncipe Ren, verá, desconozco como sea su relación con el príncipe Bakugou hasta ahora, pero aquí la tradición dicta que las parejas recién casadas deben esperar a la luna llena para consumar su amor, antes de eso deben convivir, conocerse profundamente y cortejarse mutuamente para así prepararse adecuadamente para la noche especial dónde consuman su máxima prueba de amor bajo la bendición de la luna.
La mujer habla con tanta calma y serenidad, teniéndote paciencia al no saber nada sobre los temas dragonianos, lo cual es entendible puesto que los dragones siempre han sido muy celosos con la información que hay disponible sobre ellos y sus costumbres fuera del Imperio, la cual es ridículamente escaza gracias a los protocolos que tienen, entre ellos no permitir el acceso a sus tierras a las demás razas sin una buena razón, escenario que quedó claro en el absurdo banquete que organizó Valois en el lago.
A pesar de la paciencia de la mujer no puedes evitar ruborizarte al escuchar sus palabras, pensando en que la siguiente luna llena será dentro de tres días, ahora comprendes que es por eso que estaban durmiendo en cuartos separados hasta ese momento.
-¿Dónde está el príncipe Katsuki en este momento? -Preguntas
-Oh, salió temprano junto a algunos caballeros a cazar y conseguir leña para los próximos días.
Te imaginas a Katsuki con su típica capa, empapado en sudor mientras carga la leña sobre su hombro, automáticamente sacudes la cabeza tratando de sacar esas imágenes de tu cabeza, te preguntas ¿desde cuando veías al príncipe de esa forma?, pero también te preocuopa que haya salido sin la ropa adecuada para hacer frente a ese clima extremo y con esta incognita atacando tu mente preguntas a madame Suzuki.
-¿Sabe si se abrigó bien antes de salir?
-Madame Suzuki solo atinó a sonreír ampliamente mientras te pregunta enternecida- Ow ¿Está preocupado por él, príncipe Ren?
Por el frío del ambiente tu nariz, mejillas y orejas están rojas, es muy notorio debido a tu sensible y blanca piel, pero después de las palabras de Madame Suzuki el sonrojo se intensifica debido a la vergüenza - N-no es eso, solo... No quisiera que se resfriara o algo.. le pasara- dices esto mientras agachas la cabeza apenado.
La ama de llaves sigue sonriendo orgullosa de la pareja que escogió su príncipe dragón, definitivamente intuía que tenías un buen corazón- No se preocupe príncipe Ren, los dragonianos que son capaces de despertar su parte dragón tienen temperaturas corporales muy elevadas y casi imperturbables, y nunca, jamás, se enferman, las enfermedades humanas no tienen efecto alguno en ellos, sus ojos jamás verán a un mitad dragón enfermo excepto...- la mujer hace una pausa seguida de un silencio y continúa- Bueno, creo que será mejor si se lo pregunta directamente al príncipe Bakugou- debido a tu naturaleza curiosa esta última afirmación despierta total interés en ti, tratas de indagar y obtener más información de Madame Suzuki respecto al tema pero esta se niega rotundamente argumentando que podría meterse en problemas de mencionarlo sin el permiso de Bakugou, en su lugar te escolta hasta el baño de aguas termales de la mansiónque está justo a lado de tu habitación, te deja ahí y sale apresurada evadiendo el tema para que no hagas más preguntas.
Te sientes un poco desconcertado debido a que no obtuviste más respuestas sobre eso, te quedas mirando a la puerta que cerró la ama de llaves hace unos segundos, giras sobre tus pies y te olvidas rápidamente del tema al ver la inmensidad de la estancia.
Hay una gigantesca pileta de aguas termales del tamaño de una gran piscina o laguna, el agua fluye de dos magníficas cascadas una a cada lado de la extensa habitación así como enormes rocas que llegan casi hasta el techo incrustadas en diferentes puntos dentro del agua a manera de decoración, notas que del otro lado del lugar hay otra puerta más, te preguntas a dónde conduce ¿Será que hay otra habitación como la tuya del otro lado?, y ¿Porque había dos puertas en este baño de aguas termales?
Mientras estás preguntas rondan tu cabeza notas la calidez en la habitación, parece una especie de sauna, gracias a la calidez del agua el vapor emerge de ella inundando toda la habitación con el calor del humo. Te sientes muy relajado gracias a ellos y te preparas para entrar, dejas tu toalla y la loción de narcisos a la orilla de la piscina, deslizas tu pijama térmica por tu cuerpo, dejando al descubierto primero tu torso y después todo lo demás, doblas los ropajes y los colocas sobre una silla cerca de la puerta que conecta a tu alcoba.
Te acercas lentamente a la enorme tina completamente desnudo dejando al descubierto tu pálida piel en su totalidad, a pesar de eso no sientes ni un apice de frío, debe ser gracias al vapor y la temperatura del agua, acercas uno de tus pies hasta tocar agua con extrema precaución, el líquido está a una temperatura perfecta, introduces lentamente todo tu cuerpo en el agua, mojas tu cabello y lo peinas con tus manos hacia atrás para que los mechones mojados no estorben en tu rostro, el agua te llega hasta abajo de los hombros dejando ver solo tu cabeza, cuello y parte de tu clavícula, haces uso de la loción de narcisos que te dió madame Suzuki y la untas en tu cuerpo, sobre todo en tu cuello y hombros mientras relajas tu cabeza tirandola hacia atrás mojando aún más tu cabello, te mueves hasta una de las cascadas y te posicionas detras de una de las enormes rocas recargando tu espalda en ella con absoluta relajación, de ahora en adelante este tipo de baños serían tus favoritos, la temperatura y el ameno ambiente que creaban las cascadas y las rocas era simplemente embriagador.
Al parecer el agua de este baño termal no era agua común y corriente, si no agua bendita, lo cual explicaría por qué relaja tu cuerpo más que el agua normal, es gracias a sus propiedades curativas, pero tú no te habías dado cuenta de esto, cerraste los ojos mientras la cascada mojaba aún más tu cabello haciendo que el tinte blanco que llevabas hasta ahora se deslave gracias a las propiedades de esta agua especial, dejando la mayoría de tu cabello de su color negro natural y algunos mechones aún tinturados levemente de blanco.

De pronto escuchas un ruido sordo en el otro lado de la habitación detrás de la roca a tus espaldas, te asomas girando tu torso con precaución escondido detrás de la roca y al notar de que se trataba tus ojos se abrieron como nunca y un rubor intenso se apoderó de tus mejillas.
El ruido provenía nada más y nada menos que de la capa y ropa que acababa de ser tirada al suelo por tu ahora esposo, este se encontraba de espaldas y completamente al descubierto, a diferencia de ti el no se molestó en recojer la ropa que acaba de deslizarse desde su cuerpo hasta el suelo, solo llevaba encima sus collares y tatuajes pero nada más, observaste los grandes músculos de su espalda y brazos, desde este punto de vista se veian mucho más marcados y trabajados, quizá era debido a que nunca antes los habias visto con detenimiento gracias a que siempre lleva su gruesa capa roja sobre los hombros.
Recorres su espalda brazos y piernas con la mirada y no sabes en que momento te quedaste mirando más de la cuenta, Katsuki se gira hacia las aguas y tus ojos se abren aún más mientras tu sonrojo te hace parecer un tomate viviente,el tamaño de su miembro no era humanamente posible, piensas,  instintivamente regresas a tu posición original detrás de la roca dándole la espalda a esta mientras tapas tu boca con tu mano tratando de calmar tu agitada respiración y ritmo cardíaco, tus ojos parecieran dar vueltas de la palpable vergüenza, pero te era imposible calmar tus latidos pues tu mente se empeñaba en reproducir las imagenes que acabas de contemplar de un Katsuki completamente desnudo.
Aún rojo de la vergüenza caminas hasta la orilla de la piscina afortunadamente la roca obstruye la visión entre tú y el príncipe dragón, de esa manera lograrás llegar hasta la puerta que da a tu habitación sin que Katsuki se de cuenta de que estabas ahí y más importante aún, de que lo viste de esa lujuriosa manera. Te impulsas de tus brazos para salir del agua y cuando colocas tu pie para levantarte no mides adecuadamente la distancia resbalando ruidosamente en el intento.
El sonido del chapuzón alerta a Katsuki quien se acerca furioso.
-¡¿Quien anda ahí?!, ¿Te atreves a escurrirte en mis aposentos en mis sagradas horas de ducha?- el agua se escucha moverse mientras Katsuki se acerca peligrosamente, tapas tu boca con tu mano y pegas tu espalda por completo a la roca esperando lo peor, oh no, quizá ahora Katsuki te odie por interrumpir así su baño y verlo de esa manera sin que hayan sido cumplidos los tres días antes de la luna llena, estás en graves problemas.
-¡¿Ah?! ¿No vas a contestar extra escurridizo?- Bakugou llega con extrema rapidez hasta tu posición, te sujeta ágilmente de las muñecas poniendo cada una de tus manos a la altura de tu cabeza , y él al ser mas alto termina acorralandote contra la roca.
Sabías que tiene un muy mal temperamento pero pocas veces lo habías visto tan molesto hasta ahora.
-Espera, duele, suéltame- dices debido a que el agarre en tus muñecas es muy fuerte y te es imposible safarte aunque lo intentas.
-¿Te envió Chiyo acaso?, dile a esa vieja que no estoy interesado en tener concubinos, ya se lo he dicho muchas veces- Bakugou mira tu cabello con furia latente en sus ojos y termina- Esa vieja desvergonzada, lleva años enviando a sus seguidores a seducirme, ¿Pero enviar a alguien a colarse en mi baño? ¿De verdad? Esa vieja imprudente a caído demasiado bajo.- Por primera vez en todo este rato Bakugou cruza su mirada con la tuya. Se queda en silencio un par de segundos analizando porque esos ojos brillantes le parecen tan familiares.
-Espera... Esos ojos...... ¡¿Ren?!-

Tiempo y Destino. [Katsuki Bakugou AU Medieval X Male Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora