Capitulo 7

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Comenzó a resonar una sonoridad agradable y dulcemente de tres campanillas, el silencio que se oía en el pueblo era inquietante. Las casas estaban muy deterioradas, quizás hasta abandonadas, un lugar oculto y lejos de todo aquello que podría ser peligroso. Hasta me sorprendía que vivieran personas en este lugar tan abandonado.

Unos pasos resonaron en el suelo de la madera que provenía de la casa, y una voz femenina se empezaba a escuchar más cerca de la puerta.

— Phoenix si eres tú entra —Dijo la joven desconocida

— No, no está...Me llamo Violeta, por favor abra —Dije

La mujer decidió abrir la puerta, ella era una mujer de ojos verdes y cabellos claros, vestía una especie de delantal color café y un gorro, que al parecer era de cocina.

— ¿Y mi hermano? — Pregunto ella gruñendo

— Se fue, pero me pidió que buscara una mujer llamada Rosaline, pero no sé quién es, porque no conozco este lugar. No sé donde estoy y estoy realmente perdida — Dije nerviosa

— Pasa — dijo cediéndome a entrar a su casa — Seguramente te encontraste con Phoenix cuando llegaste, hace más de 10 años que no sucedía.

Al entrar a la casa, no había mucha iluminación más que la luz que provenía de las ventanas y un par de velas en cada parte de la casa, estaba pintada con un barniz que hacia las maderas más brillantes y unos sillones desgastados color gris. Era muy acogedora y se sentía un aroma como a té de hierbas. Rosaline me invito a pasar a lo que era una cocina comedor, llena de cuadros y libros de cocina. Las sillas y mesas eran de un roble blanco, que tenía sus rasguños y marcas, aunque ella se encontraba sola. Nos sentamos y luego ella comenzó a preguntar interrogándome.

— En mis años viviendo en este mundo, es la primera vez en 10 años que una joven entra a Etherea, debes ser muy especial — Dijo sonriendo

—No sé si estaría tan segura...

— ¿Las hadas te guiaron? — Me interrumpió

— Sí, eso creo

—Escúchame con atención, llegaste a un lugar seguro. Etherea es un poco extraño, es un mundo lleno de magia y criaturas por donde vayas. Es más, tengo una historia para contarte para conocer que es este mundo —Agrego Rosaline. — Hace unos años atrás, apareció una joven similar a vos, ella había encontrado este mundo, reino por un tiempo, todo era muy armónico y las criaturas, incluso se escuchaban más seguido.

— ¿Qué fue lo que paso? — Pregunte intrigada

— La oscuridad llegó convertida en una mujer que solamente disfrutaba de ver el mundo arder en llamas. Mi familia decidió esconderse, porque robaban la magia, se llevaban a las criaturas y destruían todo a su paso. Los dragones que escuchas no son de Etherea, pertenecen a esa mujer. Las únicas protectoras fueron las hadas.

Las hadas eran seres enigmáticos con aspecto bello y elegante, con rasgos femeninos y pequeñas alas, que podían atribuir poderes mágicos a quien sea.

—¿Y Phoenix?

—Mi hermano huyo, se convirtió en un guardián de la noche que aún conserva sus poderes. — Agregó ella — Más se dice que hay una profecía que después de 10 años, una joven hará que este mundo renazca en su resplandor y vuelva a ser lo que siempre fue y volverá a traer la paz.

El gruñido de un dragón nos interrumpió, Rosaline me había pedido que me conservara callada y escondida. Ella procedió apagar toda luz, cerrar las ventanas y apagar todo lo que estuviera encendido, luego de eso se comenzó a encoger al lado de la ventana para escuchar lo que provenía de afuera. Los dragones eran especies muy poderosas, especialmente guardianas, que poseían una gran inteligencia a diferencia de todos los animales en el planeta tierra. Con una cabeza de caballo, cola de serpiente, grandes alas y cuatro garras.

Una voz gruesa se acerca detrás de nosotros, era Phoenix que habría entrado con uno de sus poderes. Comenzó a susurrar en voz baja para que nadie escuchara.

— Rosaline, creo que sintieron algo. Ya sabes cómo es esa bruja. No es vidente, pero tiene el control de este mundo. Y estoy más que seguro que la sintieron entrar a ella —Dijo señalando hacia mí.

— Debemos hacer algo hermano, no podremos seguir ocultos mucho tiempo si presienten esas cosas. Podremos morir y lo sabes — Añadió ella

—No moriremos, está bien. Yo no lo voy a permitir, necesito que te quedes en este lugar sana y salva. —Afirmo él

Nunca había imaginado observar como dos hermanos se cuidaban la espalda ante las circunstancias. Phoenix se mostraba muy seguro y podía denotar que haría cualquier cosa por salvar a su hermana. Rosaline era muy inteligente por lo que demostraba aunque percibía que estaba llena de miedos. En mi caso, a mis hermanos casi nunca los veía, menos ahora en donde me encontraba, pero al ser la más chica de la familia me había criado como hija única, a mis padres no le había causado muchos problemas en el colegio, incluso había pasado demasiado tiempo sola.

— Debemos irnos —Dijo Phoenix – Solamente tu y yo —Agregó mientras me miraba esperando mi afirmación.

Los Colores Del Destino: Un Mundo MágicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora