el exclamaba de dolor,
pedía piedad,
todos habían escupido la gran careta que había diseñado para todos,
y no le quedaba más que renunciar y hundirla en el fuego.
Viendo cómo poco a poco se descomponía, se desprendía de los recuerdos adheridos a ella.
entonces, una ráfaga de libertad lo envolvió.
ya no tendría que usar máscaras, solo sentir el peso del viento acariciar su rostro.
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nociones de la cotidianidad
Şiirletras combinándose y dando vueltas en significancia rutinaria.