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- ¿Puedo pasar? - dije firme y tocando la puerta.

- Adelante.

- Gracias.

- Oh, es la forense nueva, por ahí me enteré de que buena y que superó a la forense Yuki.

- Pues la verdad cada una tiene lo suyo para revisar cadáveres.

- Bueno cual es el motivo de tu visita.

- Necesito que me dé un permiso jefe.

- ¿No es tu primer día trabajando aquí y ya pides permisos? Pero bueno, a ver dime.

- Lo siento, pero es algo importante, hace unos días me enteré de que un amigo que supuestamente estaba muerto, en realidad está vivo, y está en Busan, necesito a irlo a buscar.

- Si te digo que sí, ¿irás a Busan y le ayudaras a la unidad de allá mientras no estes aquí?

- Si jefe, ayudaré a la unidad de Busan - dije contenta por dentro.

- Bien, igual trataré de que no te den muchos casos para que puedas encontrar a tu amigo.

- Si jefe, muchas gracias.

- De nada.

-Me retiro.

Salí de la oficina y me fui directo a mi casa, al día siguiente me fui a la estación del tren y en marcha, nos vamos Busan.

Al ver que las personas ya estaban saliendo del tren tomé mis cosas y salí de la estación, tomé mis maletas me puse lentes de sol y una gorra para cubrir mi cara, estaba en busca del departamento en el que me iba a quedar, hasta que un chico alto, de cabello azul y un cubrebocas se me acerca.

- Oye pareces perdida, ¿te ayudo con algo?

- Hola, vine a Busan para buscar a alguien, apenas acabo de llegar y no encuentro mi departamento.

- ¿Dónde está?

- Emm por aquí - dije mostrándole la pantalla de mi celular.

- Oh, yo lo conozco, de echo vives en el mismo hotel que yo, ven sígueme - dijo llevándome hacia el hotel.

Algo se me hacía vagamente familiar de él, no sé qué es, pero se me hace muy familiar, tal vez es, no, él no se pondría cubrebocas, sé que le incomoda para respirar, ay no sé, mejor le pregunto su nombre.

- Y dime que te trae por aquí - me dijo caminando.

- Pues vine a buscar a un amigo, espero encontrarlo, tengo algo muy importante que decirle, aparte por trabajo.

- ¡Oh! Y ¿En qué trabajas? - dijo poniéndome mucha atención.


- Me acaban de aceptar ayer de forense del FBI.

Al terminar de decir eso, llegamos al departamento, y él era mi vecino.

- Fue un gusto hablar contigo, me llamo Liam, ¿y tú?

- ¿Liam?

- Si, ¿tú cómo te llamas? - dijo quitándose el cubrebocas.


- Ah- ah- Liam soy yo, Annie - dije quitándome los lentes y gorra.

- Ay no.


Cuando dijo eso, pensé que no estaba alegre de verme.

Me quitó las llaves de mi mano y cerró la puerta.

- No debiste de venir aquí Annie.

- Porque, vine a buscarte a ti.

- Si, pero, porque a mí, podrías buscar a alguien más.

- Solo dime porque no debí venir y ya.

- ¿Te acuerdas del asesino que me cortó?

- Si él puso una bomba en mi casa.

- Mira

El Ultimo SuspiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora