Ecos

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En la quietud de la noche, cuando todo el mundo parece dormir, mis pensamientos vuelan hacia ti, como un eco lejano de un amor profundo e inquebrantable. Tu imagen se dibuja en mi mente con una claridad asombrosa, cada rasgo, cada sonrisa, cada susurro que hemos compartido.

Mi corazón late con la intensidad de un tambor antiguo, resonando en el silencio con el ritmo de tu nombre. Cada latido es un recordatorio de la belleza que trajiste a mi vida, de la calidez que infundiste en mi alma. Incluso en la distancia, siento tu presencia como una suave brisa que acaricia mi ser, como un rayo de sol que atraviesa las nubes más densas.

En el eco de mi amor por ti, encuentro la melodía de nuestras risas, la sinfonía de nuestros sueños compartidos. No hay rincón de mi ser que no esté impregnado de tu esencia, no hay día en el que no anhele estar a tu lado.

Eres la musa que inspira mis días, la razón detrás de cada sonrisa, el motivo por el cual mi alma canta. En cada amanecer, busco tu luz; en cada anochecer, encuentro refugio en los recuerdos de tu cariño. A ti, mi amor eterno, te digo que en los ecos de mi corazón, siempre estarás presente, latiendo con la fuerza de una pasión inigualable.

Lo que dicta mi Corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora